Opuestos - Sungsun

📌12📌

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Sunghoon despertó gracias a unos besos en su mejilla. Sunoo se había levantado temprano y decidió despertarlo así.

El pelinegro volteó su rostro y le dio un largo beso, cuando se separaron quedaron frente con frente solo escuchando los latidos de sus corazones.

Sunoo vio la hora en en reloj, se estaba haciendo tarde, rápidamente tomó a Sunghoon entre sus brazos para cargarlo como princesa, este se espantó y solo se aferró a cuello. Lo metió en el baño, le ordenó que apurara, luego fue al ropero a buscar ropa para ambos. Decidió utilizar un simple suéter de lana y para Sunghoon eligió un short de color negro y una nueva sudadera color rosa pastel, sería lo suficiente para que puedan llegar a casa de su jefe y se cambie.

Cuando ambos estuvieron listos desayunaron algo sencillo y salieron del departamento en dirección al de Sunghoon para tener ropa más adecuada. Una vez listo salió de la habitación y ambos salieron del departamento.

Al llegar a la empresa se toparon con la persona que menos se querían encontrar: Jake.

— Hola, que milagro —

— Perdón, estuve enfermo y Sunoo fue al departamento de nuevo —

— Pero ya estás mejor ¿no? —

— Sí, todo bien . ¿Algo nuevo en la empresa? — Preguntó tratando de evadir el tema.

— Nada en especial, la entrevista para el nuevo producto será la próxima y este fin de semana será nuestra visita — 

— Cierto la entrevista — 

—Oye ¿Qué te pasó en el cuello? — Preguntó Jake acercándose a Sunghoon.
Este por inercia se tapo el área mencionada, sus mejillas se coloreaban de un ligero carmín.

— Mosquitos — Respondió alejándose y mirando de forma severa a Sunoo, mientras este le regalaba una inocente sonrisa.

— De acuerdo — Dijo no muy seguro.

Realmente la vibra entre ambos había cambiado, ya no había esa mirada con un ligero desprecio y la tristeza que se veía en el rostro de ambos en la última semana. La mirada era más intensa y un poco más tranquila.

Jake sonrió con complicidad, sabía que algo pasaría entre ambos, no podía juzgarlos, él tenía muchos más secretos que esconder.

—🍀—

El fin de semana llegó demasiados rápido, el CEO tenía los nervios de punta. En muy pocas ocasiones se había sentido tan nervioso como ahora, los nervios no era por la empresa o algo así, presentía algo más y no podía dejar de pensar en eso.

Pasó lo que resto de la semana en su departamento, le pidió tiempo a Sunoo para pensar bien las cosas

Tenía demasiadas dudas y no era una buena señal, la aparición de nuevos sentimientos eran una sorpresa, le costaba mucho acostumbrarse al cariño, aún cuando a veces él terminaba pidiendo atención a su asistente.