Capítulo 5: Misterio en Roedville.

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• Feliz Navidad•

Mi respiración subía y bajaba de forma eufórica. ¡No puede ser!, ¿Cómo es posible que haya sido tan rápido y tan fuerte?, Esto debe ser una broma, una jodida broma de la realidad.

—¡Lucette!— Escucho a Abby tratando de hablarme pero no puedo decir nada. Las palabras no salen de mi boca.

—Esta en Shock. Llama a un médico— Le ordena Owen a una de sus amigas. La reconozco con el nombre de Penélope.

—Te dije que todo estaría bien
Muñequita—. Observo a Adriel impactada. Esto no es normal. No es normal.

—El Sheriff llegó. Vamos hay que ver qué pasó— El hombre de cabellos hasta los hombros llama a mi “Salvador" si es que puedo llamarle así.

—Esto no fue un accidente. ¡Mierda!— El tipo calvo parece enfadado. Aquí es cuando puedo mirar a mi alrededor y darle cuenta de que las personas siguen como si nada hubiese pasado. Incluso parecen tenerle miedo a los hermanos Larssen.

— Papá va ha matarme— Susurra Abigail.

...

Decir que la noche terminó bien. Sería una completa mentira. Cuando regresamos a casa y relatamos lo sucedido casi le da un infarto a mi tía. Pero yo, yo estaba más interesada en la actitud de Erik. Quién se mantuvo serio ante todo. Algo aquí no estaba bien. Y yo, estaba dispuesta a averiguar que era.

Salí de la ducha aún conmocionada por lo que sucedió. Las palabras del hermano de Adriel seguían en mi cabeza.

No fue un accidente.

Y la forma en que aquella mujer se dirigió al pelinegro.

Alpha.

—¿Me prestas tu computadora?— Le pregunté a la rubia quien yacía acostada revisando sus redes sociales.

—Claro, ¿Qué harás?

—¿No te parece extraño lo que sucedió?, La forma en que la rueda cayó, la forma en que los hermanos Larssen aparecieron, la forma en que Adriel me salvó. No estuviste allí pero, fue inhumano Abigail—. Su expresión de asombro y duda me hace creer que ella ya tenía sospechas de algo extraño aquí.

—Ellos son muy sospechosos. Los pequeños incidentes de Roedville, siempre están allí, en especial Mike. El tipo de cabellos largos.

—Una mujer, la madre de la niña que estaba en la rueda de la fortuna llamó Alpha a Adriel. Así que vamos a investigar un poco sobre eso— Tecleo la palabra Alpha y me dirige directo al concepto de Líder de una manada. Especialmente lobos.
No tiene sentido alguno.

— Quizás lo llamó así por ser el líder de la familia Larssen— Negué con la cabeza. Debía pensar pero estaba algo cansada.
Entonces recordé la vieja biblioteca.

—El libro que encontraste en la biblioteca. Los dibujos, la luna. Los lobos— La miré fijamente. —Tenemos que ir allí— Respondí.

—Hablaré con las chicas. Ana no irá a la excursión, es peligroso para ella, podría caerse de algún lugar. Pero Kassie sí irá.

Asentí con la cabeza. En unos días más llegaría el momento de la excursión hacía la cascada. Aprovecharíamos para inspeccionar en la biblioteca.

[...]

Me coloqué mis zapatillas deportivas para salir a trotar por la mañana. Odiaba el ejercicio, pero debía llamar a Beily y contarle la locura que estaba viviendo.

Salí de la habitación, mi prima seguía roncando debajo de las mantas. Reí cuando casi se atraganta con su saliva. Bajé las escaleras, como era de esperarse mi tío ya se había ido a trabajar. Era contador en el banco del pueblo. Empecé a correr hacia el lado opuesto de la plaza central. Me puse los auriculares llamado a la Pelirroja.

PLENILUNIO; El lobo y la humana. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora