Espérame Star - Starco [CE 3]© (Retomada)

OCHO

"A veces, tus pensamientos son tus peores enemigos"

Después de limpiar sus heridas, el castaño se quedó sentado en el suelo de su habitación, meditando sobre lo que había pasado ese día. La misión había Sido difícil pero, en cierto grado le había resultado reconfortante... Hace mucho tiempo que el no enfrentaba un reto de ese nivel, y el regresar a luchar contra monstruos le hacía sentir que volvía a los viejos tiempos... Tiempos que sabía, nunca regresarían totalmente, y todo era por su culpa.
Sus decisiones equivocadas y ciegas lo llevaron por un camino que parecía ser divertido, pero que le había costado gran parte de su vida: sus amistades, sus estudios, su familia... E incluso la persona que más apreciaba en el mundo.

Marco: tantos años... Tantos malditos errores...

Allí permanecía el... Soportando el dolor que aún provenía de sus heridas recientes y las más antiguas. Desde que abrió los ojos a la verdad que estaba viviendo y que el mismo había provocado, entendió que todo se habria evitado si el hubiese tomado las decisiones correctas... Y ese peso culposo lo ha acompañado hasta la actualidad haciendo que acabara hundiéndose aún más en la oscuridad que le había estado rodeando y causando que cometiera actos nada agradables y severamente dañinos para su salud física y mental.

La noche transcurría y el seguía allí sentado, sin sentir cansancio, sin poder dormir después de la agitada experiencia por la que había pasado... Por su mente solo pasaban más y más preguntas... "Cuándo acabará esta sensación?" "Cuándo podrás enmendar tu error?" "En verdad deberías estar aquí?" "Cuándo harás la entrega?"

La entrega... Sabía que no era buen momento aún, pero cuándo lo sería? Era difícil saberlo.

Marco: Valdrá la pena entregar la caja? Cada vez siento que solo sería en vano. Me odia... Y no parece que eso cambie.

El odio... El rencor... Sentimientos que el podía percibir cuando la princesa lo sentía cerca, y no podía juzgarla por ello, ya que el había causado esos sentimientos y hacerlos desaparecer sería misión imposible.
La noche transcurrió en completo silencio, y así fueron transcurriendo los días, uno tras otro... Marco solo se dedicaba a entrenar y a cumplir pequeños encargos asignados por los reyes, mientras que la princesa se pasaba los días entre deberes y pequeños tiempos de ocio con sus amistades y su novio. Durante el día, había pequeños instantes en los que el castaño y la princesa se encontraban, pero no solía ocurrir gran cosa, ya que solo se dirigían la palabra de ser estrictamente necesario, y percibiendose siempre una notable tensión en el ambiente.

Después de mucho pensarlo, el llegó a a la conclusión de que lo más probable es que esa actitud de la princesa hacia el no cambiaría en lo absoluto, y no la juzgaba por ello. Por lo que decidió que entregaría la caja cuando se presentara la oportunidad adecuada... Mientras ese momento llegaba, el se dedicaría a cumplir sus deberes en el castillo, los cuales lo mantenían alejado de aquellos pensamientos negativos que lo molestaban cada que el se quedaba solo y/o sin hacer nada.
Con el paso de los días, Marco parecía más enfocado en sus prácticas. Ante los ojos de su maestro, estaba avanzando a un ritmo bastante considerable, y esto demostraba que su potencial era más del que se podía ver a simple vista. Yi se decidió a subir el nivel, asignando entrenamientos y técnicas más exigentes y complicadas para empezar a evolucionar las capacidades del castaño a un nivel más alto y convertirlo en un guerrero con cualidades excepcionales, el cual podría servir con valentía y eficacia al reino sin dudarlo ni un segundo.
El avance del castaño fue reportado a los reyes, quienes estaban complacidos con estas noticias, ya que era una evidencia del nuevo rumbo que un chico perdido había decidido tomar un nuevo camino en un intento por corregir una etapa llena de errores y equivocaciones.

La rutina del castaño había sufrido ciertos cambios, en los que estaba involucrado incluso su horario alimenticio, ya que empezó a comer en horas distintas a las de la familia real, con el fin de permitir que estos pudieran tener un tiempo solo de ellos y así no sentir que era un estorbo para esta familia. A los reyes les sorprendió esta desición, pero decidieron respetarla ya que sabian que, con esto, la princesa estaría mas tranquila a las horas especificadas. Otro de los cambios de rutina mas notables se daba en las noches, cuando el castaño, despues de finalizar todas sus labores y de cenar, se dirigía hacia un pequeño jardin secundario del castillo y se sentaba alli en posición de loto durante almenos media hora, sin decir ni una sola palabra o realizar movimiento alguno, solo se quedaba allí en total silencio, meditando sobre sus actos, decisiones y sobre lo que deberia hacer en su futuro... Pero en muchas ocasiones, sus pensamientos jugaban en su contra, recordandole todo lo que habia hecho mal en su vida y repitiendole una y otra vez que todo lo que ha estado haciendo no son mas que esfuerzos inutiles de subsanar todo el daño que habia causado.