Green Eyes [Blaise Zabini]

Capitulo 3

Nela, como buena persona con ansiedad, tenía planeado todo lo que haría en su día, estudiado todos los escenarios posibles que podían presentársele en su primer día de trabajo, practicado sus contestaciones y argumentos, e incluso tenía algo preparado por si llegaba a presentarse el ministro ante ella, cosa que le habían dicho que era posible ya que no era cualquier cosa ser la nueva jefa del Hospital San Mungo.

Pero ella definitivamente no se había preparado de ninguna manera posible para el espantoso titular que aparecía esa misma mañana con una enorme foto de ella misma el día de ayer durante el funeral de su abuela cargando a su pequeño Neville mientras el viento sacudía sus cabellos.

"El retorno de Nela Longbottom cargando a...¿el hijo del elegido?"

Para todos los lectores es bien sabido que la muy hermosa y valiente Nela Longbottom fue una de las principales valientes en plantarle cara a los mortífagos durante el retorno del mago tenebroso Lord Voldemort. Gracias a los esfuerzos y el coraje de Nela Longbottom y de su fallecido hermano mellizo, Neville Longbottom, muchos alumnos fueron salvados de la tortura y la muerte, siendo acreedores por lo tanto a la orden de Merlín de primera clase.

A pesar de todo esto, la joven Nela se fue de Londres el mismo día que testifico en el juicio del muy famoso italiano Blaise Zabini, por quien declaró a su favor para que fuera exonerado. Los fantasmas de su pasado la perseguían y el recuerdo permanente de su hermano, quien murió heroicamente encarando a Voldemort, se mantenía por siempre en su mente y fue por eso que decidió mudarse con destino desconocido.

Pero antes de todo eso, Nela Longbottom tuvo un romance adolescente con nada más y nada menos que Harry Potter, el niño que vivió y venció, el elegido. 

Fueron novios en su sexto año, pero fuentes externas afirman que ellos tenían algo más desde el quinto año, grado en que la joven Nela se transfirió a Hogwarts desde Beauxbatons. Nuestros contactos afirman que terminaron debido a infidelidades de Harry Potter realizadas con su actual pareja, Ginny Weasley, sin embargo, cuando el joven Potter regresó para la Batalla de Hogwarts, todos afirman que lo primero que hizo fue correr a besar al amor de su vida, a su verdadero amor, Nela Longbottom.

No se sabe a ciencia exacta que sucedió entre ellos dos despues de la batalla, pero lo que si se puede afirmar es que el día de ayer, durante el sepelio de Augusta Longbottom, la joven Nela fue vista cargando a un niño con sus mismas facciones pero con unos ojos verdes tan similares a los de la difunta Lily Evans y que su hijo, Harry Potter, también posee. 

¿Podría ser que acaso la joven Nela supo de su embarazo y Harry Potter la dejó a su suerte y por eso se fue? ¿O quizá huyo para no tener que contar a nadie de su embarazo? ¿Sera Harry Potter el padre de esa criatura?

Nela Longbottom ha sido nombrada como Directora General del Hospital San Mungo, no se tiene información de la ubicación de su vivienda actual pero se cree que....

La muchacha cerró el periódico con violencia. Si Rita Skeeter estuviera ahí frente a ella, ya la habría matado. Por esa misma razón, cuando ingresó al Hospital San Mungo y fue recibida por todo el personal, sonrió escuetamente y dijo con la voz mas fría posible:

—Suelo ser muy agradable pero el día de hoy odio a todo el mundo, incluyéndome, así que espero un excelente trabajo de su parte, ya que no quiero problemas.—informó pasando entre ellos, rumbo a su despacho.— ¡Ah! Y si Rita Skeeter aparece con alguna herida o problema de cualquier tipo, háganme el favor de dejarla peor y juro que tendrán un aumento.

(...)

En el número 12 de Grimmauld Place en Londres Muggle, Harry despertaba muy cansado despues de haber tenido una misión anoche con su grupo de aurores. Se sentó en la mesa del comedor mientras Kreacher le servía el desayuno cuando de pronto sus mejores amigos aparecieron en la puerta con rostros preocupados.

—¡Hola! ¿Qué hacen aquí?—pregunto Harry confundido.

—Nela volvió.—informó Ron de golpe.

—Y no lo hizo sola.—dijo Hermione nerviosa. 

Sus amigos le tendieron el periódico y mientras Harry más leía, más convencido estaba de que ese niño era fruto de aquella única y maravillosa vez en que estuvo sexualmente con Nela Longbottom.

—Tengo que verla.—dijo Harry sin dejar de ver la foto.—debo recuperarla a ella y a mi hijo.

(...)

En Venecia Italia, más precisamente en la mansión Zabini, el heredero de esta opulenta familia se encontraba en la sala de su mansión bebiendo una copa de vino mientras revisaba unos documentos de sus negocios cuando la chimenea se encendió y dos hombres, muy conocidos para el, aparecieron. 

—Dragón, hermano mío.—Blaise les sonrió y con un movimiento de varita hizo aparecer otras copa de vino que le ofreció.—¿Cómo estás? ¿Qué te trae por aquí?

—Gracias, Blaise.— dijo Draco tomando la copa y lo miro con seriedad, lo que hizo que Blaise se pusiera de la misma manera.

—¿Qué ocurre, Draco?—pregunto Blaise con el ceño fruncido.— ¿Ha ocurrido algo malo? ¿Tuviste problemas con Astoria?

—Yo estoy bien.—respondió Draco— es solo que...quizá debas ver esto.—le extendió un rollo de periódico y Blaise sonrió burlón.

—Vamos, que seriedad para entregarme un titular.— se burló Blaise abriendo el periódico— ¿Qué sucede? ¿Qué es tan importan...?

Pero la pregunta murio en su boca. Miró la fotografía de la primera plana de El Profeta con seriedad y Draco lo miro con preocupación. Nadie tocaba nunca tres temas con Blaise: matrimonio, amor y Nela Longbottom. 

Eran temas que simplemente no podían ser discutidos por ellos. Nela Longbottom, aunque le había dejado las cosas en claro a Blaise, este no pudo evitar sufrir su perdida y desde entonces la vivaz apariencia de Blaise había cambiado por una más fría, indiferente y ligeramente amargada.

—¿Sabes qué?—dijo Draco nervioso, arrebatándole el periódico mientras Blaise se quedaba quieto, en blanco.—No se para que te traje esto, no importa que ella haya regresado, no significa nada y...

Blaise se levanto de golpe, haciendo que Draco lo mirara sorprendido cuando esbozo una enorme sonrisa y lo abrazo con fuerza, soltando una alegre y aliviada carcajada.

—¡Muchas gracias, Dragón! ¡Nos vemos luego, no puedo atenderte!—exclamó tomando su varita y dirigiéndose a la chimenea.

—¡¿A dónde vas?!—exclamó Draco sorprendido.

—¡¿A dónde crees?!— lo miró sonriente y tomó un puñado de polvos flu— ¡Voy a conquistar al amor de mi vida!

—¡Tiene un hijo!—añadió Draco.

—¡No me importa mientras sea de ella! 

Dicho esto, lanzó los polvos flu y desapareció.