『ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ』
Chanho¡!
▼ -D-Digo que... m-mi aroma n-no es agradable, h-huelo horrible y-...-no pudo seguir hablando ya que el Omega había puesto su dedito en sus labios.
-¿Quien dice qué no nos gusta?
-B-Bueno...
-¡A Minho y a mí nos encanta! ⿻
∆D...
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Ya habían pasado varios días desde qué aquél Delta había iniciado las clases en su nuevo colegio. Varios días dónde Minho lo observa cuando está distraído.
Ya era de noche, su padre había preparado la cena y en eso momentos la estaban disfrutando. Entre ellos había un silencio para nada incómodo, pero fue el lindo Omega quién decidió romperlo.
–Papi... – canturreó Minho mientras su padre ponía su atención en él.–¿Te puedo hacer una pregunta?.
–Dime, ¿Qué sucede?.– dice su padre mientras colocaba los cubiertos que estaba usando hacía un lado.
El pequeño Lee se quedó callado por unos segundos, hasta que volvió a hablar.
–¿Qué... qué opinas de los Deltas?.– pregunta el Omega un poco nervioso por la respuesta de su padre.
–¿Los Deltas?.–Minho asintió ante la pregunta. –Pues... Son seres apestosos y demasiados agresivos, pero...– Taeyong suspira.– No sé, nunca he conocido a uno, lo que te acabo de decir es lo qué he escuchado sobre ellos... ¿Por qué me lo preguntas?.
El Omega observó a su padre directo a los ojos para después desvíar su mirada a sus manos, las cuáles movía nerviosamente.
–En mi salón hay un delta, su nombre es Christopher, pero...– el solo recordar su nombre hace que sus mejillas comienzen a calentarse. Taeyong sonríe enternecido ante la tierna imagen que su hijo daba.
–¿Te gusta?.– le pregunta su padre, haciendo que se sonrojara todavía más.
–¡¿Eh?! E-esté... y-yo... b-bueno...– el hermoso Omega comenzó a tartamudear por lo nervioso que se sentía, haciendo que su padre riera ante esto.
– Sí a tí te gusta, y a tu Omega también... Yo no tengo problemas con ello.–Minho baja su mirada de nuevo a sus manos, para después asentir lentamente. –Pero...–habla de nuevo Taeyong, por lo qué el Omega levanta su mirada hacía su padre.– Ten cuidado con él, no quiero perderte a tí también. – después de decir eso, sostiene la mano de su hijo.
Minho se levanta para ir a abrazar a su padre, tratando de transmitirle su cariño.
–Voy a tener cuidado, lo prometo.
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Dos capítulos en un día siento que quemó 😈🤙 Besos en la columna 💋😘
