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–Papi... – Minho llamó a su padre, el cuál se encontraba sentado en uno de los sofás de su casa muy entretenido en su celular. El pequeño Lee se acercó y se sentó al lado de Taeyong, recostando su cabeza en el hombro del alfa teniendo una buena vista del teléfono de su padre.– ¿Con quién hablas?.

– Con un alguien. – responde su padre sonriendo mientras apagaba su teléfono para después pellizcar con amor la nariz de su bello hijo.
El Omega sabía que algo le trataba de ocultar, pero no iba a obligarlo a hablar... No por ahora.

Pasó un rato de silencio cuando el Omega volvió a hablar.

–Papi, ¿Podemos hacer Sushi?.– pregunta el Omega haciendo puchero, intentando lucir lo más tierno posible para poder convencer a su padre. El cuál, no sé pudo negar ante tan hermosos ojos.

Después de un rato, padre e hijo ya de encontraban terminando de cenar. Taeyong fué el primero en levantarse y comenzar a recoger todo lo que habían ensuciado.

–¿Vas a llevarle sushi a ese Delta?.– pregunta el alfa mientras le entregaba el último plato a su pequeño Omega, el cuál se estaba encargando de secarlos con un trapo. Ante aquella pregunta, Minho se sobresalto y al instante se sonrojó. Su padre lo había atrapado.

Por la reacción de su hijo, Taeyong se rió por lo tierno que era. Siempre se preguntaba qué cosa tan buena había hecho en su vida pasada como para merecer a un hijo tan hermoso.

A la mañana siguiente, Minho y su Omega estaban más que emocionados. Esté día trataría de acercarse a su Delta (cómo diría su Omega). Había estado planeando el como hablarle sin ponerse nervioso, pero para ser honesto eso era algo imposible... Pero, trataría de manejarlo.

El timbre que anunciaba el inicio de su receso sonó y con él, los alumnos poco a poco comenzaron a levantarse y salir del salón de clases.

– Min, levántate y vamos a almorzar, que tengo mucha hambre. Estudiar me quita mucha energía... –dijo Jisung mientras tomaba la mano de Minho e intentaba levantarlo.

– Ve tú primero Sunshine, en un rato te alcanzo.– responde Lee mientras sonríe, convirtiendo sus pequeños ojos en dos medias lunas, contagiando su sonrisa a su amigo el cuál no preguntó más y salió corriendo en busca de su almuerzo.

Para ese entonces, su salón ya estaba casí vacío, en él se encontraban Minho y Christopher, el cuál siempre pasaba ahí sus minutos de receso, ya que trataba de evitar tener las miradas encima suyo.

Después de unos segundos de plática interna con su Omega, quién trataba de darle confianza y ánimos, Lee se levanta con un pequeño Topper en sus manos y se lo coloca a un lado de la mesa de trabajo de Bang. El coreano no sabía que hacer, ya que el Delta se encontraba con los brazos cruzados y puestos sobre la mesa mientras recostaba su cabeza en ellos, sus ojos se encontraban cerrados.

El corazón de Minho comenzó a latir más rápido, le gustaba la imagen frente a sus ojos. Fué ahí cuando una voz dentro de él habló.

– Tómale una foto.– y sí... Ese era su Omega con ideas locas.

–¡No! Eso no está b-

–¿Acaso no te gusta lo que tus ojos ven?

–Sí... Pero-

–Hazlo.

– Pero-

– Sólo hazlo.– y esa fue la última palabra de su loco Omega, pero lo peor fue que obedeció ante esa idea y con todo el nerviosismo del mundo, Minho sacó su teléfono de la bolsa de su pantalón, revisó que su teléfono estuviera en vibrador para que nadie se diera cuenta de lo que estaba a punto de hacer.

El pequeño Lee tenía emociones encontradas, una parte de su mente le recalcaba que eso estaba mal y no estaba respetando a Bang, pero, no iba a negar que estaba feliz de lo que acaba de hacer.

Guardó su teléfono y le dió una última mirada al Delta que se encontraba dormido. Para ese momento, estaba más que claro decir que su rostro ya estaba sonrojado.

Suspiró y con toda la valentía y confianza que le había dado su Omega antes de todo lo sucedido. Tocó el hombro de Bang, intentando despertarlo. No pasó mucho tiempo cuando los ojos del contrario comenzaron a abrirse, haciendo que el Omega de Minho comenzará a mover su colita con tanta emoción.

Cuándo Christopher había abierto completamente sus ojos, no sabía si estaba en un sueño, ya que un ángel estaba parado frente a él. Aunque, no sé sorprendería estar en uno, por qué lo últimos dos días, aquél Omega con olor a cerezas había aparecido en ellos, sin falta alguna.

Minho, al ver al Delta de sus sueños recién despierto hizo que sus piernas comenzarán a temblar... Hasta recién despierto se veía más que perfecto.

Después de unos segundos de estarse observando, Lee fue quién decidió hablar.
– Umm... Perdón por molestarte... pero...– los nervios del pequeño Minho comenzaron a jugar con él. Y mientras el Omega tenía problemas para saber que decirle a Christopher, este se encontraba perdido en el bello y sonrojado rostro de coreano. Sus ojos bajaron hasta las manos contrarias, encontrándose entre ellas un Topper.
Minho al notar aquello, estiró sus brazos haciendo que el recipiente quedará frente a Christopher.

–E-es para t-ti... G-gracias por ayudarme.– dijo eso tratando de evitar la mirada del Delta.

Para ese instante, Bang podía jurar que en cualquier momento moriría, ya que no era normal que su corazón latiera tan rápido.

Su intención no era enamorarse de Minho, pero esté no ponía de su parte.

Su intención no era enamorarse de Minho, pero esté no ponía de su parte

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No quiero ir a clases 💔😭

No quiero ir a clases 💔😭

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Tan lindo 😖❤️✨

 ᎠᎬᏞͲᎪ | Banginho/ChanhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora