EL MUCHACHO DE LOS OJOS TRISTES (2MIN)(🌈)

8.-AMOR A PRIMERA VISTA.

 Cuando en la Universidad se enteraron de lo sucedido a Minho, a Laura le aplicaron la ley del hielo; nadie quiso volver a dirigirle la palabra.

Era la hora del almuerzo y Gim se dirigía a una mesa que se encontraba desocupada, llevaba una bandeja con sus alimentos. De pronto, otra chica llamada Elsi, de intercambio escolar con México, chocó a propósito con ella provocando que la comida cayera aparatosamente en su ropa de diseñador. Laura se quedó estática y llena de furia gritó: —¡Estúpida, mira lo que me has hecho!  —La chica le contestó con sarcasmo: —¡Upss, lo siento, pensé que eras el bote de basura!  —Todos los que estaban alrededor comenzaron a reírse.

Laura se puso roja tanto de la vergüenza como del enojo y trató de desquitar su enfado lanzándole una cachetada a la chica, pero esta fue más rápida y detuvo su mano al tiempo que le jalaba el cabello con fuerza, quedándose con las extensiones rubias entre los dedos. Laura gritó del dolor: "¡AGHHH!"

—¡Guácala, Gim! ¡Te estás quedando calva! ¿Será que tienes alguna enfermedad cerebral y es por eso que dices tantas tonterías, zorra asquerosa? No vuelvas a meterte con Minho, nunca más. —Todos aplaudieron y absolutamente nadie, ni sus antiguas amigas, abogaron por ella. Laura salió corriendo del lugar, llorando y con su orgullo por los suelos.

Finalmente, Laura se dio de baja de la Universidad y no volvieron a saber nada de ella. Algunos dijeron que se había ido del país después de que su padre fue embargado por los bancos, perdiendo así toda su fortuna.

Después de lo sucedido, a Minho no le quedaron ganas de volver a pensar en tener alguna relación amorosa con mujeres. Igualmente, entendió que lo suyo no eran ellas, sino ellos. Para su suerte, la droga que tomó no tuvo mayores consecuencias aparte de una descompensación. A partir de tan desagradable experiencia, no tomaba nada que le ofrecieran a menos que viera cómo lo preparaban.

Durante unos meses, él y Onew intentaron una relación amorosa, pero no prosperó. Su amistad se deterioró, pues Lee comprendió que no era gay y que solo había aceptado el noviazgo con Choi por solidaridad con lo que había pasado con Gim.

Lo hablaron y acordaron volver a ser amigos. Tardaron cerca de un mes para regresar a la normalidad, pero finalmente, a pesar de algunos inconvenientes, lo lograron. Y ahora estaban ahí de nuevo, Onew compartiendo sus secretos y Minho simplemente escuchando como siempre.

UN AÑO MÁS TARDE.

Era un viernes lluvioso cuando Minho tuvo que atravesar todo el campus para ir a ver una presentación de canto de Onew en el teatro. Él nunca iba, pero fue tanta la insistencia de su amigo que ya no le quedó más remedio que asistir. También habría otras exposiciones de toda esa área de artes: danza, pintura, escultura, teatro y, por supuesto, la de canto. Todo era un alboroto entre los alumnos, pues ese día algunos de los mejores recibirían becas para el extranjero.

Onew deseaba una para Italia; quería especializarse en ópera. Estaba muy nervioso por dos razones: la primera era demostrar que era merecedor de una beca, y la segunda, si es que se la otorgaban, no sabía cómo lo tomaría Minho. El teatro estaba abarrotado, pero el asiento de su amigo ya estaba apartado. Sabía que llegaría en cualquier momento, pues su última clase había terminado hace cinco minutos y él sabía que Minho no se saltaba ninguna de sus materias, a menos que estuviera enfermo.

 Choi caminaba lo más rápido que podía, pues Onew le dejó claro que no podía faltar, y no es como si realmente le importara, solo que era su mejor amigo y no deseaba ser descortés. Después de tantos años, sabía que eso no era bueno para los sentimientos de los demás, aunque para él siguiera careciendo de importancia lo que los demás pensaran o sintieran.

Estaba a punto de entrar por la puerta de los artistas, pues ahí lo estaría esperando Onew, cuando una voz suave gritó. —¡Hey, no cierres, guapo! —Minho volteó y lo que vio fue un cuerpo menudo y delgado, llevaba una bata amarrada y su cabellera larga de color cobrizo estaba agarrada en una coleta. Su rostro era simétricamente a lo que se supone es hermoso. Sus ojos delicadamente delineados en café, sombra en sus apenas visibles párpados y rosados eran sus labios gruesos.