our life without her (parte 1)

434 39 4
                                    

El despertar de las semanas siguientes, fue algo extraño, inicialmente para la morena. Era completamente extraño no ser despertada por un sonriente Henry, anunciando la presencia de su madre rubia o las quejas del pirata manco por su lucha por el amor de Emma.

Apenas se hubo levantado de la cama, esperó unos minutos, aún sin poder asimilar todo lo que pasaba, la ausencia de la mujer a la que amaba y de su hijo. Momentos después, se levantó para caminar hacia el baño y darse una ducha. Estando bajo el agua caliente, no pudo evitar que las lágrimas se acumularán nuevamente en sus ojos. Su rostro bajo el agua, con las lágrimas picandole bajo sus ojos cerrados, el rostro de dolor que había puesto Emma al descubrir todo aquello.

Si no hubiese aceptado aquella maldita apuesta, nada de esto hubiera sucedido. Si tan sólo hubiese dicho no y luchado limpiamente por el amor de la rubia, no habría destrozado su corazón y aquella sonrisa, que sólo pocas veces había tenido el placer de contemplar.

Al salir de la ducha, se demoró muy poco en alistarse, aunque no quisiera haberse ayudado con magia, el reloj marcaba ya casi un cuarto para las ocho, minutos justos para pasar por Granny's a por su desayuno y marcharse directamente a la oficina. Estando fuera de casa, observó el automóvil y suspiró, por mucho que quisiera subir al vehículo, no le apetecía, más porque aquella mañana estaba completamente sola, como todas las anteriores e incluso las que seguían, seguramente. Con un simple movimiento de mano, se transportó al restaurante y entró en el.

- buenos días señora alcaldesa - le saludó con cortesía la nieta de la abuelita, quien apesar de parecer amable con ella, le miraba con un odio profundo en la mirada. Y ella lo entendía, aquel día en que la rubia los había escuchado, había sido en ese mismo lugar, en el que todo se había ido a la mierda y sabía que la morena menor les había estado escuchando, no por nada era la nieta de un lobo y sus sentidos estaban mucho más desarrollados que los de cualquiera en ese sitio, obvio no tanto como los de la anciana.

- buenos días señorita Lucas - le miró apenada, Ruby era amiga de Emma, quizá su mejor amiga y era obvio que después de haber escuchado todo lo que había sucedido, le odiara. Lo entendía perfectamente. - llevaré lo de siempre, por favor - no pudo sostenerle más tiempo la mirada y la desvío hacia su móvil, a la espera de un mensaje o alguna llamada, que era seguro, ya nunca iba a llegar.

- por su puesto, un café con dos de azúcar y una de crema, una ensalada... - la miró de reojo, inclinarse sobre la barra. - ¿y de postre un corazón roto? - aquello la paralizó al instante, mirando el suelo, totalmente turbada y dolida. - agradezca que estoy de turno y que respeto demasiado las demandas de Emma para no tocarla, porque entonces usted estaría... - entonces la abuelita hizo su aparición, carraspeando, al verlas desde la puerta de la cocina, lo había escuchado absolutamente todo y entonces se acercó a donde ambas, con los brazos cruzados mirando con desaprobación a su joven nieta.

- basta ya niña, ¿no ves que ya tiene bastante con todo esto? - escuchó el gruñido de la morena menor hacia su abuela, pero aún incapaz de mencionar ni una palabra, no es tampoco como que tuviese como rebatir todo lo que ella había dicho, es más, le daba la razón.

- enseguida traigo su pedido, señora alcaldesa - el aire a su alrededor se había puesto tenso, algo amenazador. Sintió a Ruby retirarse del sitio para desaparecer tras la cocina.

- ¿está todo bien? - la abuelita había sido una de las tantas personas que siempre le había respetado, incluso después de despertar de la maldición. Un día simplemente ella se había puesto frente a ella y le había agradecido el haberles llevado a esa tierra sin magia, en un inicio, alegando que seguramente si hubiesen regresado al bosque encantado, como los encantadores querían, les sería difícil volver a su antigua vida sin electricidad ni Internet. Se había vuelto su confidente, y en cierta parte, una amiga más. De no haber sido por ella, Henry y Zelena, e inclusive por las constantes peleas "no celosas" con el manco, jamás se hubiese dado cuenta del sentimiento que tenía por Emma.

Can I be him or her?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora