MEMORIES 2: GHOST

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   Y te veo en donde quiera que voy, dentro de mi casa: en mi cuarto, en la sala, en la cocina, en el comedor, en el jardín; y fuera de ella: en el trabajo, en la casa de mi madre, en la tienda y por todos lados en la calle. Me hablas y me cuentas anécdotas que recuerdo perfectamente, pero yo no sonrío, porque no eres real, porque tu imagen hablándome es solo producto de mi cabeza, de mi dolor; los recuerdos son verdaderos, bellos recuerdos que vagan en el pasado para que en el futuro sean solo recuerdos que duelen.

   Camino sola en la calle escuchándote, recreando todos esos momentos de felicidad que solo yo poseo ahora, porque tú no estás, ya no existes, el destino tenía límites para la vida, para tu vida. No lloro, ya no sé cómo llorar, supongo que se me han acabado las lágrimas y ahora solo puedo sonreír de vez en cuando, porque solo me dejaste una razón para hacerlo. Llego a mi destino de todos los domingos, como hoy, hoy es domingo; tu tumba sigue en el mismo lugar, no sé por qué pienso que se va a ir a alguna parte. Esta es lo más cerca que puedo estar de ti, excepto en mis sueños, allí somos felices, tan felices que al despertar me duele que solo sean falsas historias de un falso futuro, siempre duele.

   Como en las veces anteriores converso contigo, porque quiero creer que por lo menos puedes escucharme; te cuento todo lo que hice hoy e incluso en toda la semana. Te cuento que el lunes amanecí sin haber tenido esos sueños sobre ti, sobre nosotros, pero que te vi sentado en el sillón de la sala frente al televisor; te cuento que el martes me ascendieron en el trabajo y que ahora gano más. Te cuento también que el miércoles mi mamá fue a la casa y me regaló un perrito, una pequeña bola de pelos blanca; te cuento que el jueves conocí a un chico, que cuando estoy con él no te veo por ningún lado, imagino tu preocupación, pero tranquilo, él sabe de la condición con la que cargo. También te cuento que el viernes tuve que ir al médico porque dolía, dolía mucho, pero me dijeron que ella está bien, está creciendo fuerte; el sábado hablé con mamá sobre cambiar un poco la casa y cambiarles el color a las paredes, también fui a comprar ropa, debía renovar mi armario y comprar tallas más grandes para cuando mi barriga se abultara más, ya está creciendo.

   El chico por el que estabas preocupado me pidió ser su novia, ya no te veo más, aunque podría acostumbrarme a tu fantasma. No será el padre de mi hija, ese lugar lo tienes tú, ni será mi amor eterno, ese lugar también lo tienes tú; pero puedo darle otra oportunidad al amor, quiero hacerlo, porque él logró encender la pequeña llama que tu fantasma se llevó.

MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora