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Harriet se alejó hacia una gran construcción de madera -que se veía fuerte y sólida-dejándome sola y solo alcance a notar que desaparecía entre algunas chicas que se encontraban cerca. Me aleje algo del bosque y me decidí en explorar un poco ya que nadie se había tomado la molestia de mostrarme el lugar, solo alcance a caminar unos quince metros, llegue a una tipo granja donde había algunos animales, por eso supuse que era una granja.
-¡Hey tú, nuevita¡-alguien había gritado, no supuse que me hablaban a mí, pero de igual manera voltee; una chica que se veía más joven que todas las demás, corría hacia mí y nuevamente grito, ahora directamente hacia mí - ¿nuevita?¿no tienen un mejor apodo?. La chica corrió en dirección hacia donde yo me encontraba para pararse unos cuarenta centímetros frente a mí; me hizo una mirada rápida y luego se recargo en sus rodillas miranda hacia abajo, inhalando y exhalando rápida y agitadamente; daba la impresión de haber corrido un maratón completo antes de llegar hacia mí. Era algo baja, eso creo que era normal, parecía ser mucho más joven que las demás, se veía de unos trece o catorce años; era delgada, de tez blanca, su cabello era café claro y tenía el rostro lleno de pecas. Levanto la cabeza, reacomodo su postura correctamente, me miro detenidamente y calmo su respiración-...Harriet dijo que debería mostrarte donde dormirás, así que si no quieres dormir junto con los animales, puedes acompañarme...Ah sí, y soy Riggie-me dijo con una sonrisa algo forzada posada un su blanco y sucio rostro.
Caminamos directo hacia el bosque y Riggie me fue diciendo cosas del lugar, algunos nombres de las chicas y junto a quien dormiría, que de pura coincidencia dormiría junto a ella; llegamos casi al centro del bosque y Riggie se sumergió entre una pared de lianas que caían desde los árboles, cruce las lianas ya que supuse que debería hacerlo y dentro había unas veinte camas y otras veinte hamacas hechas con madera y cuerdas, como habrán construido las camas, bueno al parecer aquí se las han ingeniado muy bien para llevar una buena vida, Riggie me llevo a una de las hamacas del fondo y acomodo unas cobijas que no había notado que traía en brazos-aquí dormirás y aquí duermo yo...-me dijo señalando la hamaca de alado que tenía las cobijas desechar y revueltas entre sí. Me senté en la hamaca y un pequeño momento de descanso y satisfacción se apodero de mi cuerpo, y un suspiro es todo lo que pude soltar, Riggie se sentó junto a mí.-no es mucho, pero después de un día de trabajo, venir y recostarte, resulta extremadamente satisfactorio, créeme.
Salimos del bosque y caminamos hacia el gran edificio donde antes había visto entrar a Harriet, Riggie se adelantó y apresuro un poco más el paso, se adentró ala gran construcción y mi hizo señas para que esperara afuera. Pasaron unos cinco minutos y Riggie no salía de ahí, me levanté de la silla donde me había sentado y camine hacia la puerta de madera del edificio, me pegue a ella y trate de observar por un pequeño hoyo que se encontraba entre dos troncos de la pared, pero, como había sospechado, no alcance a ver nada. Me separe de la pared y camine en círculos por un minuto a unos dos metros del edificio, pare di una vuelta lenta para observar el lugar y me detuve mirando las puertas, ¿un laberinto eh? Me pregunto que abra ahí dentro..., después de ese pensamiento suicida, camine involuntariamente hacia una de las puertas que se encontraba abierta, me detuve a unos cinco o seis metros antes, pero empecé a caminar lentamente hasta que me encontraba a dos metros de la gran puerta, levante la mirada hacia las orillas del laberinto, hacia las puertas, notando que median unos seis metros de ancho, tenían unos grandes orificios separados cada unos dos o tres metros, y daban la impresión de que algo los rellenaba, casualmente así era, voltee hacia el otro lado de la puerta y había unos grandes picos del mismo tamaño de los orificios, y encajaban perfectamente en ellos; y era obvio para que eran: los picos entraban en los orificios al momento de cerrarse, pero era imposible que esos gigantes muros de piedra se movieran, parecía que habían sido creados para quedarse ahí por siempre...
-¡Hey! ¡Aléjate de ahí ahora!...-escuche la voz de una chica que gritaba, no se me hizo conocida; pero creo que soy la única a la que no la llaman por su nombre, pero igualmente la ignoré y seguí observando las puertas. Pasaron unos minutos y Riggie llego corriendo hacia mí, rozando mi brazo y tropezando, la ayude a equilibrarse después del susto que me había dado y como es costumbre empezó a hablar otra vez.-Oye, ¿qué haces aquí? Te dije que esperaras allá...-me dijo levantando el tono de su voz un la última palabra, e ignorándola un poco pude captar algo de lo que me había dicho y alcancé a contestarle -solo estaba observando esta lugar...-di una media vuelta rápidamente para quedar frente a Riggie, me agache un poco para alcanzarla a ver directamente a los ojos y luego la observe muy atentamente-...dicen que allá afuera hay un laberinto, ¿es cierto?- le dije con voz tentadora y amenazadora, para alejarme de ella unos diez o veinte centímetros. Riggie esbozo una gran sonrisa en su rostro que mostraba que me estaba retando, pero luego la borro completamente y se acomodó en una pose de seriedad, cruzando los brazos y las piernas-Si, lo hay. Pero más vale que te alejes de aquí. Ya están por volver y esto se va a cerrar-¿Qué quiso decir con que esto se va a cerrar? ¿Las puertas?, ¿y quién va a volver?-¿Qué?, ¿Cómo que esto se va a cerrar?-.algo confundida y preocupada le pregunte, pero algo de ese peso y tamaño, es imposible que se muevan-Si astilla, las puertas, normalmente estas suelen cerrarse ¿no?- me dijo sarcásticamente, enfatizando mucho en la última palabra casi riéndose.-Ven, desde que llegaste no haz comido ni un solo bocado de comida, debes estar hambrienta. La comida de Delissa te va a encantar.
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El lado B del laberinto (Grupo B)
Khoa học viễn tưởng-las sacare a todas de aquí, a ellas y a mi...-decía ella con una voz triste y destrozada... Esta vez quise cautivar a los lectores con la emocionante historia del Grupo B, de la saga de libros de Maze Runner por James Dashner. Una trama asfixiante...