Capítulo 4.

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No sabía a quién escoger, es decir, no quisiera escoger a ninguna, porque, vamos, las demás se sentirían mal, o no, por Dios, estaba demasiado nervioso, las manos me sudaban y los chicos esperaban ansiosos mi respuesta.

Las chicas me miraban, me hacían ojitos, me mandaban beso, y hasta me guiñaban, esto era demasiado difícil.

Las primeras 11 tenían al menos unos 25 años, por lo cuál las descarté, si iba a perder mi virginidad quería que mínimo fuera con la que más se acercara a mi edad. La siguiente, no podría escogerla ya que en un abrir y cerrar de ojos le estaba comiendo la boca a Freddy, supongo es Britanny de la que tanto habla. La siguiente era una chica muy alta, demasiado, más que yo, y tenía el mismo corte que yo, paso, sería como tener sexo conmigo en grande. La siguiente tenía muchas marcas en el cuello ¿Qué? Descarcada. Y la última, parecía ser la mejor. Tez blanca pero no pálida, cabello café, delgada, un poco más pequeña en estatura que yo, tenía la cabeza gacha por lo cual no le podía ver la cara pero vamos, las otras chicas son puro maquillaje y no dudaba que ella también, aparte jugaba con sus manos y se notaba que estaba nerviosa, con suerte sería uno de los primeros.

-Ella -Dije señalandola, levantó su cara y pude ver su mirada con horror.

-¿Yo? -Dijo con voz quebrada, oops, creo que no debí escogerla a ella.

-Sí... Digo si no te molesta... -Si no te molesta ¿En serio Alonso? Deberías ganar un premio por hacer el ridículo.

-Buena elección, es la más nueva que tenemos -Me guiñó Federica P.Luche, ya, esque en verdad su vestido era muy feo -Disfrutenlo, habitación 269 -Me avento unas llaves y yo las atrapé. Miré a la puta con la que me iba a acostar sin saber que hacer, ella se acercó a mi temblando y tomó mi mano, me guió hasta lo que supongo eran las habitaciones. 263... 264...265...266...267...268...

269.

Ella me miró tipo "idiota, abre ya" yo metí la llave y di la vuelta, todo estaba oscuro, entramos y maldije a Freddy por haber sugerido este lugar. Estaba más nervioso que cuando mi mamá me dejaba en la fila del súpermercado solo y sin dinero. Tanto así. No sabía como empezar, es decir, tengo 18, soy virgen, y estoy con una prostituta, ¿Qué se supone que debo hacer?

Opté por prender la luz, no me quería caer o tropezar con algo.

Me senté en la cama, mientras la puta me miraba confundida... Debia dejar de llamarla puta.

-¿Cómo te llamas? -Pregunté y ella me miró aún más confundida.

-¿Qué?

-Yo me llamo Alonso... ¿Y tú?

-_____ -Dijo levantando una ceja.

-Oh ____... ¿Tus padres saben que estás aquí?

-No te interesa -Dijo fría, bueno, supongo que a las putas no les gusta que les pregunten si sus papás saben que son putas.

-Bueno esque yo...

-Alonso ¿Verdad? Mira, mejor acabemos con esto de una vez -Se acercó a mi y posó sus labios contra los míos.

Estaba

Besándome

Una puta estaba besándome

Maldito seas José Alfredo Pacheco Leyva,

El prostíbulo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora