Son las 5:30 pm y no se que rayos ponerme porque no se a donde vamos, así que voy por lo seguro y me pongo unos jeans pegados, una blusa cómoda pero elegante y unas sandalias que van con el estilo de la blusa, me suelto el pelo, agarro un pequeño bolso negro y bajo las escaleras para esperar a mi cita de esta noche.
Son las 6:00 pm y de repente llega Ian, parece que se tomo muy enserio lo de ser puntual. Nos saludamos con un apretón de manos a lo que el abre la puerta derecha de su auto para que yo me suba en el, subo y el por igual y nos vamos.
-A donde se supone que vamos niño? -Le pregunto.
-No voy a violarte, no te preocupes. Bueno al menos que tu así lo quieras. - Me Mira fijamente.
-Jaa, buen chiste niño, obvio que no, ahora dime, a donde vamos?
-Tranquila, te gustara.Lo miro fijamente y ambos nos quedamos callados mientras el va conduciendo, este chico es raro, no se pero hay algo en el que me resulta extraño pero que al mismo tiempo me hace sentir segura con el. No se que me pasa, no puedo dejar de mirarlo y es que sus ojos, su cabello negro como el petróleo y su piel blanca me resultan muy elegantes.
-Llegamos. -Me dice al mismo tiempo en el que me mira fijamente.
Vuelvo en si y bajo el cristal para ver donde estamos y lo único que veo son árboles, muchos árboles, me volteo hacia el y le digo extrañada.-Hey, donde diablos estamos, esto parece un lugar seguro para tu violarme, que quieres conmigo niño?. - Le pregunto desconcertada.
-No te traje aquí para violarte, aquí será nuestra cita, baja del coche para que veas.No se porque estábamos aquí, pero aun así bajo del coche ya que aunque estuviera adentro como también afuera si me quisiera violar o hacerme daño lo haría de todos modos. Era un lugar totalmente desolado, lleno de arboles y en un lado de flores y mucha hierva. Ian me toma de la mano y lleva una canasta súper grande en su otra mano. De la canasta saca un mantel blanco y lo extiende sobre el suelo, colocando así la canasta y sacando unos platos y cubiertos de ella. También saca un vino y lo acomoda todo muy bien. Había organizado una cena romántica solo para nosotros dos, estaba totalmente impresionada.
-Siéntate. - Me dice al mismo tiempo en el que se sienta el también.
Aun no puedo hablar, eh quedado muda de la impresión que me ah dado este chico al traerme aquí y organizar esto solo para nosotros dos. Me pasa una copa de vino tinto y brindamos por la noche que acababa de empezar.
Este chico ya no estaba empezando a ser tan raro, ya me estaba cayendo bien. Empezó hablándome de su vida, sus intereses y sueños. Esa noche nos reímos mucho y hablamos sobre muchas cosas, al tiempo que me di cuenta de que teníamos un sin numero de cosas en común.
-Que problema es que tienes?. -Me pregunta esperando que le diera la respuesta.
-Pues mis padres acaban de separarse y pues no se como lidiar con esto.
-Entiendo, pasé por lo mismo hace varios años, pero no te preocupes, recuerda que todo pasa por una razón en la vida. -Me responde regalándome una sonrisa.Le devuelvo la sonrisa y continuamos charlando de música y cosas por el estilo al mismo tiempo que comemos una rica comida que según el preparó. Este chico era tan bueno conmigo y no se por que si yo lo trataba tan mal, pero ya estaba empezando a agradarme. Entre charlas y risas perdimos la noción del tiempo, de repente me enfoco en sus hermosos ojos grises y me concentro en ellos, el hace lo mismo.
-Me encantas Maiah... - Me dice muy seguro de si mismo.
Pongo los ojos en blanco ante lo que me acababa de decir y me sonrojo, bajo la mirada y sin decir ni una sola palabra mas mantenemos miradas. Siento como cada vez su rostro se acerca mas al mío y empezamos a respirar el mismo aire, su boca está a un centímetro de la mía y estamos apunto de besarnos, el sostiene mi rostro con su mano y justo en ese momento en el que íbamos a besarnos me suena el maldito celular y nos interrumpe, era mi padre así que tenia que contestar.
-Maiah, maldita sea son las 12 Am. donde joder estas?. -Me pregunta muy enojado pero al mismo tiempo preocupado.
-Papá, lo siento, perdí la noción del tiempo, voy para allá ahora mismo, no te preocupes.Cuelgo el teléfono y lo miro con mucha vergüenza, el me sonríe, se pone de pie y me da la mano para que yo pueda levantarme también, lo ayudo a recoger los platos y demás utensilios y a organizarlos en la canasta en lo que los trajo, nos subimos al auto y me lleva a mi casa.
Cuando llegamos se baja del auto y me abre la puerta para que yo me baje también, me sostiene de la mano y me mira fijamente a los ojos, no se que me pasa con este chico, hace algunas horas no lo soportaba y justamente ahora empezaba a desearlo con todo mi cuerpo, luego de durar unos segundos mirándonos se despide dándome un cálido beso en la frente, me sonrojo, de nuevo, me dice adiós con las manos y se monta en su auto y se va.
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El diario de Maiah
Teen FictionEsta historia es para aquellas personas que buscan más que una simple lectura romántica, llena de emociones, risas, tragedia, romances, decepciones, depresión, drogas y más. La historia se basa en Maiah Moore, una chica normal que pasa por varios ac...