Prologo

1.7K 132 3
                                    

Hace muchos años existió un reino gobernado por unos dulces reyes. Se decía que fueron los reyes más bondadosos que tuvo aquel reino, que su amor y devoción por su pueblo era única, que los reyes eran personas excelentes, contando con sus pequeños y caballerosos hijos.

El mayor, el futuro heredero, Atsumu era el príncipe más alto entre sus hermanos, el más hablador y con ganas de gobernar que alguna vez alguien vio. Traía tranquilidad al reino.

Seguidamente venía el hermano gemelo de Atsumu, Osamu, que, por independientemente de ser gemelos, al salir Atsumu primero fue considerado el próximo rey. Aunque Osamu no quedaba atrás, era un príncipe muy apuesto, con su cabello teñido de gris y una personalidad más calma al contrario de su hermano gemelo, era todo un caballero incluso en sus peores días.

Y por último, pero no menos importante, el último hijo, el pequeño Kenma, un chico totalmente callado la mayor parte del tiempo, siempre se le veía sentando en un viejo columpio mirando hacia el bosque, como si esperara a alguien, pero claramente nadie venía, al menos que fuera su mamá para jugar juntos un rato, cosa que amaba su hijo.

De aquella familia nadie habló mal, de aquel reino nadie dijo nada que pudiera dañar su reputación, todo era como un viejo cuento de hadas, bonito y tranquilo.

Pero amigo mío, no te creas todo lo que dicen por ahí... ¿O es que acaso no oyes los susurros?

O los gritos silenciosos.

Las personas muriendo por quedar secas, solo con dos huecos en su cuello.

¿Esta linda historia no te contó sobre los pequeños "monstruos" que merodeaban aquel reino?

Monstruos que chupaban sangre... O eso susurraban aquellas paredes bañadas en sangre.

Pero una vez más, ¿Puedes creer todo lo que se dice de aquel reino? Lo dejaré a tu criterio.

Bienvenido a la boca del lobo, bienvenido al reino de Inarizaki.

El cuidador del príncipe // KurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora