Capítulo 6

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14 de Septiembre : OLIVIA

Ya tenía dos maletas empacadas y solo me faltaba la maleta de mano, Lucía me mandaba cada 6 minutos de las cosas que debía o no llevar. Estamos empacando más de 15 años en 3 maletas, obviamente no es fácil pero si complicado.

-¿Debo llevar mis apuntes? -pregunto Lucía desde una video llamada que estábamos haciendo.

-¿Son muchos cuadernos que tienes que llevar? -dije con voz suplicante pensando en el peso de exceso de la maleta.

Ella iba a responder cuando escuche alguien tocar mi puerta. Corte la llamada y me apoye para escuchar de quién se trataba.

-¿Olivia, estas dormida? -me abstuve de hablar y solo escuche a la persona del otro lado de la puerta- Soy mamá, ya sea que estés despierta o no, solo quiero decir que todo lo que hacemos es el bien de ustedes. De repente la carta que enviamos fue algo excesiva pero fue porque Lucía no podría vivir sola. Tú sabes que no lo haría...

Ya no quise escuchar más, me puse los audífonos y seguí empacando lentamente y le mande un mensaje a Lucía para que no haga mucho ruido. Ella hizo lo que le dije y vi la hora, teníamos que salir ahora sin ser vistas. Por mi ventana podía bajar las maletas con una cuerda.

Una por una fui bajando las maletas, tenía en mi maleta de mano los documentos con la falsificación de la firma de Padre. Despacio Lucía trajo sus maletas para bajarlas. Ella me dijo que su pasaporte estaba en la habitación de Padre y Madre. Maldije para mis adentros y tuve que entrar despacio a su cuarto. Ambos tenían el sueño pesado y entre a la habitación con la esperanza de que su sueño pesado continuara. Saque de la mesa de noche el pasaporte de Lucía y un poco de efectivo. Me quedé viéndolos un momento.

"¿Que quiere la cumpleañera? Hoy puedes pedir lo que sea, ¿verdad cariño? -dijo Madre con una sonrisa hacia Padre.

Así es pastelito, hoy eres la engreída, pídelo y será tuyo -dijo Padre bajando de la escalera porque había colgado un FELIZ CUMPLEAÑOS. 

Cumplía 10 años, ellos lucían tan felices, tan alegres. Adoraba mi vida, y a mi no tan pequeña hermana Lucía. Todo era tan normal, feliz, alegre, la familia inclusive nos visitaba a menudo porque Madre hacia cada dos meses una comida para todos. Luego, ella volvió a estudiar, Padre pasaba más tiempo en la casa con los haceres de la casa. Madre ya no tenía tiempo para nosotras. Lucía me pedía ayuda a mi en todo pero cuando quería salir, casi siempre me decían: Tienes que quedarte a cuidar a tu hermana. Ella necesita que le hagan la cena. Solo tienes una hora, tu hermana no puede estar mucho tiempo sola. Por mucho tiempo culpaba a Lucía de tener que ser su niñera. En este tiempo cambio todo en la casa y nosotros también. Padre soló soporto 3 años con los haceres de la casa, luego era yo y una señora que limpiaba cada semana."

Dicen la familia es lo más importante en la vida, bueno tenían razón. Mi familia ahora es Lucía, y ahora ella es más importante que unos padres ausentes. Ellos en breve se divorciaran, y cada uno vivirá su vida. Y nosotras quedaremos en segundo plano, seremos tu tema de discusión en los días festivos. Veo mi reloj y ya era tiempo de partir, se me salieron unas lágrimas antes de salir de la habitación. Tenía aun mis dudas de lo que estaba haciendo, pero tenía que tomar una decisión, una decisión que cambiara mi vida y la de Lucía.

Cierro despacio la puerta y con ello me dirijo a mi cuarto y bajo con Lucía hasta la puerta. Ella se queda parada en la puerta, voltea para ver la sala, toca despacio la pared y me ve con esos ojos cafés vidriosos.

Te Reto A QuerermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora