❝ Primera nevada ❞ || MinSung

❄️ Epílogo ❄️

Lee Minho estaba intranquilo. Había algo que lo mantenía preocupado, o más bien, alguien.

Nunca pensó que vería la primera nevada por primera vez con una persona que no fuese Han Jisung.
Sin embargo, pensar en ello lo ponía nervioso, así que apartaba a cada rato esos pensamientos y trataba de centrar su atención en la linda pelinegra a su lado que reía y veía con asombro todo a su alrededor mientras sostenía su brazo.

—Tengo ganas de verla ya.—dijo ella con tono soñador.—Incluso si hace frío me siento cálida al estar junto a ti.
Jieun apoyó su cabeza en el hombro del más alto, suspirando.

Minho la vio con ternura y sonrió. Pero su sonrisa se desvaneció poco a poco al ver el espejismo de su mejor amigo en ella.
Parpadeó varias veces desconcertado, y volvió la vista al frente.

Estaban caminando por las calles comerciales.
Jieun quería ver escaparates y a él no le importaba pasear por allí.
Hacía bastante frío esa noche, tanto que casi notaba sus pies helándose a través de las botas y apenas podía sentir sus dedos aún teniendo las manos ataviadas con guantes y guardadas en los bolsillos de su abrigo.

—«A Hannie no le gusta el frío.»—pensó.

Se había vuelto a acordar de él.
Una sensación de pesadez se posó en su pecho, robándole el aire.
Realmente estaba inquieto por el menor. ¿Qué estaría haciendo? Jisung no salía mucho con otras personas, así que no sabía si el castaño se había quedado en casa viendo películas.

—«Seguro puso 'El castillo ambulante.'»—una leve sonrisa volvió a adornar sus labios; conocía demasiado bien a Jisung.
Aunque la idea de pensar que el chico se habría quedado en su casa sin salir por el hecho de haberle dejado plantado lo hacía sentir lo peor del mundo.

¿Por qué le ponía tantas trabas a Jisung? Si hasta él mismo se había sorprendido al aceptar la invitación de Jieun a ver la primera nevada con ella, todo por ver esta como una vía de escape para no estar solo con el castaño.
También le incomodaba eso. Hacía tiempo venía sintiéndose raro en cuanto a su mejor amigo, así que optaba por evitar su compañía en soledad. Eso estaba afectándolos demasiado.

—¡Minho oppa! Mira ese bolso. Es muy bonito, ¿no crees?

El nombrado deslizó los ojos hasta la joven, viéndola fijamente.

No sentía nada. No se sentía como se supone que debía sentirse.
No sentía ganas de abrazarla por la espalda, de jugar con su cabello y de pellizcar sus mejillas, ni de reírse de cosas absurdas con ella.
Porque todo eso solo lo podía sentir con Han Jisung, quien ocupaba incluso entonces gran parte de sus pensamientos.

Y entonces lo supo.

—Jieun, tengo que irme.

La muchacha lo miró confusa.

—¿Qué estás diciendo, Minho oppa...?

—¡Perdón!

Sin dejarla acabar, sus pies por fin tomaron el impulso que ya ansiaba tener.

Corrió y corrió para llegar a él.
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Dos chicos yacían acostados juntos, mientras entre suaves risas juguetonas se daban caricias y besos, disfrutando del calor del otro.

—No puedo creer que estemos así.—admitió el castaño con una corta risa perezosa.

—Ni yo. Aunque no me arrepiento de haber acabado de esta manera.—le contestó honesto Minho, sonriendo también.

El menor se escondió en el pecho del otro con vergüenza, aferrando sus puños a la camiseta del otro, arrugándola un poco.

—Al final pudimos continuar con nuestra tradición de primeras veces.—habló el castaño.—Pero hay algo que me molesta.

Minho lo miró con atención, viéndose un tanto preocupado.

—Tú ya tuviste tu primer beso con ella.—le dijo Jisung, fingiendo tristeza y formando un puchero, aunque muy en el fondo sí lo frustraba un poco aquello.

El otro hizo una mueca.

—Pero no eran besos sinceros como los nuestros. Los que nos damos tú y yo vienen con amor de ambas partes.—lloriqueó el más alto.

—Supongo que eso es verdad...

El mayor rió con gracia y envolvió en sus brazos al más bajo.

—¿Y qué otros tipos de primeras veces te apetece cumplir?—ronroneó con picardía Minho hundiendo su rostro en el cuello de Jisung, quien notaba cómo se le subían los colores a la cara.

—¡Cállate! Pervertido.—le regañó golpeándole con una almohada.

Aquella tarde sería una de las tantas que seguirían pasándolo juntos; amándose, respetándose y mimándose, porque un sinfín de años en compañía del otro los esperaban.
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NOTA FINAL DE LA AUTORA:

holiii!!! <3

aquí está el epílogo!! con esto finaliza este mini fic, muchas muchas muchas gracias por darle una oportunidad a esto, los amo 🥺❤️

me encantó cómo quedó esta pequeña historia minsung, así que si quieren más short-fics en un futuro, háganme saber!

nos vemos, tengan bello día o bella noche, bye!! ~

☁️ Lilith ☁️