El aroma de los lotos

Capitulo 1: Sopa de raíces de loto

—¡Shijie!

Escucho con claridad la voz de su hermano llamándola, pero, por primera vez en toda su vida, hizo caso omiso a su llamado y continúo alejándose a paso rápido a donde fuera que pudiera estar sola. No estaba enojada con él ni mucho menos, tampoco lo culpaba de lo que acababa de suceder, puesto que tenía muy en claro que allí la única culpable había sido ella.

Ella por haber sido tan tonta, por insistir en preocuparse de alguien que desde hace mucho tiempo había dejado en claro lo que pensaba de ella y el poco valor que tenía ante sus ojos. Hace unos momentos, lo único que hizo fue recordárselo con increíble frialdad y rudeza.

Volvió a sentir las ardientes lágrimas correr por sus mejillas y por primera vez en sus veintiún años de vida deseo haber heredado al menos una minúscula parte del carácter de su madre. Estaba completamente segura de que Yu ZiYuan no habría permitido que nadie jamás le hablara de aquella forma, y nadie tenía el valor suficiente como para hacerlo de todas formas.

No, claro que no. Quien se atreviera seguramente sería azotado por Zidian unas cuantas veces, las suficientes como para recordarle toda la vida escoger muy bien sus palabras antes de volver a abrir la boca frente a ella.

Pero ella no era su madre ni tampoco la ama de Zidian y, aunque lo fuera, definitivamente no lo usaría para azotar a nadie por ofenderla como lo harían su madre y su hermano.

Ella solo era YanLi.

«—Incluso si ella es alguien que no nació con un alto estatus, como usted, es una persona más noble.»

«... Sea más digna.»

El joven amo heredero de la secta Lanling Jin, su antiguo prometido, Jin ZiXuan, acababa de humillarla, de nuevo, frente a una cantidad considerable de cultivadores y sirvientes y ella no había podido hacer otra cosa más que llorar con impotencia, provocando una nueva pelea entre él y Wei WuXian, quien, recientemente, parecía demasiado fácil de irritar.

Ellos jamás se habían llevado bien, eso no era nada nuevo, pero esta vez el aura asesina que desprendía su querido hermano era aterradora, como si en verdad quisiera hacerle daño a Jin ZiXuan. Afortunadamente el Segundo joven maestro Lan estaba allí para calmarlo o de lo contrario...

—Señorita Jiang.

Una gentil voz le llamo haciendo que se detuviera. Una voz suave pero varonil que reconoció al instante pese a que nunca había interactuado demasiado con el dueño de esta. Usando una de sus mangas, secó las lágrimas que aún se negaban a dejar de salir y giro sobre sí misma para saludar con una respetuosa inclinación a quien, por primera vez en la vida, se había dirigido a ella.

—Zewu-Jun.

El joven líder de la secta Gusu Lan, Lan XiChen, caminaba elegantemente en su dirección con aquella aura de serenidad que siempre le rodeaba. Su siempre cálida sonrisa en aquel momento brillaba por su ausencia, siendo reemplazada por una expresión preocupada que ella atribuyo a la difícil situación por la que el mundo del cultivo ahora pasaba. La guerra contra la secta Qishan Wen los tenía a todos en un estado de alarma e incertidumbre constante.

—No quiero que me tome por un entrometido, pero la vi un tanto acongojada y no pude evitar acercarme —silencio—. ¿Se encuentra bien? —YanLi miro al suelo mientras sentía que las lágrimas volvían a acumularse en sus ojos. El Primer Jade lo noto y le tendió un pañuelo—. Disculpe mi insensibilidad, no era mi intención hacerla llorar de nuevo.