El aroma de los lotos

Capitulo 2: Alianzas

La campaña para derribar al sol fue todo un éxito. Wen RuoHan fue asesinado inesperadamente por Meng Yao quien resultó ser también el informante secreto que había enviado el mapa de Ciudad sin Noche al Reino Impuro y el hijo "perdido" de Jin GuangShan, aunque todo el mundo sabía que el joven había estado siendo protegido por la secta Nie durante años sin ser reconocido por su padre debido a su "mala sangre".

Sus méritos durante la campaña finalmente fueron suficientes para que su padre le reconociera e hiciera oficialmente parte del clan Jin, así que el antes poco conocido Meng Yao era ahora el segundo joven amo de la torre Jinlin, Jin GuangYao, y se había convertido en hermano jurado de nadie menos que Nie MingJue y Lan XiChen.

Aquello era un tema de relevancia para el mundo del cultivo, pero no le llegaba ni a los talones a lo que se decía de la secta Jiang de Yunmeng.

La secta que se había levantado de las cenizas como un fénix, que había tenido un sinfín de logros y méritos durante la campaña bajo el liderazgo de un joven muchacho tenaz y de carácter fuerte de tan solo diecisiete años de edad, quien ahora ostentaba el temible título de Sandu ShengShou. La secta que a pesar de todo no se dejó aplastar y se mantuvo en su lugar como una de las más grandes y respetadas, aun con su líder adolescente y teniendo al temible Wei WuXian como discípulo principal.

A Wei WuXian y su sello del tigre estigio.

Esto último era un tema en el que YanLi pensaba con mucha seriedad. El carácter de su hermano había cambiado del cielo a la tierra después de regresar de los túmulos funerarios y aún más después de haber usado el sello en la batalla. Ya no era el dulce A-Xian que había visto crecer haciendo travesuras junto a A-Cheng por todo Muelle de Loto, aquel niño de sonrisa luminosa era ahora un joven fácilmente irritable que ya no sonreía como antes y cuya mirada no reflejaba otra cosa más que oscuridad y angustia.

Aquello hacía que su corazón se apretara con preocupación, misma que se intensificaba ahora que estaban en el Palacio del Sol Abrazador a punto de celebrar un banquete por la caída de la secta Wen.

Si bien su hermano no había abierto la boca en absoluto mientras Jiang Cheng platicaba con el líder de la secta Jin, pudo notar el cambio en su rostro cuando la secta Lan llego. Para ella no era un secreto lo que su hermano sentía por el segundo Jade de Lan, menos aún que este sintiera lo mismo por él. El problema era que Wei WuXian parecía no darse cuenta de sus propios sentimientos, ni que los mismos eran lo que le impedía ignorar la molestia en su garganta, ni la ansiedad que sentía cuando el gran HanGuang-Jun no se dignaba si quiera a mirarlo.

Como ahora.

Lan WangJi se veía tan frio e inaccesible como siempre, con sus bellos ojos dorados fijos en algún lugar muy lejos frente a él, como si temiese que al mirar al joven de ropas negras ocurriera algo que él no pudiese controlar y, al estudiar sus casi nulas expresiones, lo entendió.

Amor, angustia, impotencia y miedo. Todas esas emociones se arremolinaban en sus pupilas, sus ojos parecieran gritar todo lo que aquel joven cultivador sentía mientras que su rostro se mantenía tan estoico como siempre.

Aquellos ojos tan inesperadamente expresivos. Ya había visto un par de ojos muy similares.

Aunque ligeramente más oscuros.

Paso su mirada del conflictuado adolescente a su casi idéntico hermano mayor, encontrándose con su propia mirada y una sonrisa dulce y discreta antes de que fuera a ocupar el lugar que le correspondía, dejándola con el corazón a mil.

El banquete transcurrió con normalidad, al menos una buena parte de él. Suspiro al ver a su shidi retirarse con una jarra de licor en la mano, más no se preocupó demasiado, pues, tal como había pensado, Lan WangJi fue tras él unos cinco minutos después. Volvió a mirar al líder Lan sentado a la izquierda de Jiang Cheng. Lan XiChen había seguido con la mirada a su pequeño hermano y medio suspiro antes de encontrarse con la doncella Jiang y sonreírle dulcemente, siendo correspondido en todo momento.