Hanagaki y Sano

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-Mikey- kun, bienvenido- Takemichi se encontraba en el sofá dándole la bienvenida a Mikey quien volvía a casa luego de tres largos días.

Si este se encontraba con alguna mancha carmesí u olor a pólvora no fue mencionado por el menor.

-Maldita sea Takemichi que haces en la oscuridad, eres espeluznante- al Hanagaki le dolieron sus palabras, no esperó que Manjiro reaccionara así ante lo que había echo, pensó que se alegraría al verlo esperándolo.

Tal parecía que solo su presencia le desangraba.

Vio a Manjiro quitarse su chaqueta y dejarla en el sofá a su lado, no se acercó a besarlo o abrazarlo.

Ya no era lo mismo, Mikey cambió. Ya no lo amaba como decía hacerlo cuando tenían 15 años.

¿Por qué no me amas Manjiro?

Siguió esperando en la sala viendo cómo su amado se ponía cómodo en su hogar, aquel departamento solitario que ahora contaba con la presencia del peliblanco.

Lo vió voltear a su dirección y en sus labios formarse unas palabras.

-Lo olvidaba Takemitchy- los ojos azules se iluminaron de emoción, Mikey tal vez después de todo aún tenía un poco de cariño por él.

-Estas más delgado, deberías comer más. No quiero abrazar a alguien que solo es huesos- y todo su emoción decayó ante lo dicho por el de orbes oscuros.

No debió ilusionarse, después de todo Sano no recordaría su cumpleaños como en sus tiempos de antaño.

No es el Mikey kun de quién me enamoré.

-Takemitchy tengo sueño ven a la cama- lo escuchó decir desde la habitación que compartían y que era tan solitaria ante el de ojos azules, prefería dormir en el sofá cada que él no estaba.

Tan solo -Takemitchy- escuchó de nuevo.

Se levantó y empezó a caminar con dirección hacía dónde Sano se encontraba, no quería hacerlo enojar.

Mañana debería tirar la comida que había preparado para ese día, se desperdiciaría pero no quería tener marcas oscuras en su cuerpo.

Llegó a la habitación y se encontró al de orbes oscuros con su cabello blanco desordenado esperándolo en la cama con los brazos abiertos, él único momento dónde se sentía amado era ese. Mikey siempre lo abrazaba para dormir, el porqué no lo sabía.

Solo Manjiro es conocedor de esa información.

-Te extrañe Takemitchy, eres tan cálido. Te sientes tan suave, estás vivo Takemitchy- Manjiro siempre le decía eso al dormir, quería preguntar el porque.

La última que lo hizo el albino se fue y lo dejo solo por un mes. No volvió a preguntar por una razón nuevamente.










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Decir que Takemichi no extrañaba a sus compañeros de pandilla sería mentir, hace años no los veía.

Se encontraba pensado en ellos en cada momento que su amado no ocupaba sus pensamientos.

¿Cómo se encontraban?

¿Qué estaban haciendo?

¿Estarán bien?

¿Lo extrañarán al igual que él a ellos?

No obtendría respuesta pues había perdido cualquier medio de comunicación con ellos, a Manjiro no le agradaba cuando le decían que su relación no era sana, que no tendría futuro y él decidió ignorar lo que decían al respecto por su amor a Mikey.

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2021 ⏰

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