[☀️] Cuando el mundo de Remus Lupin parecía derrumbarse, entre tanta oscuridad, llegó un poco de optimismo a su vida que lo sacaría de allí. Porque, si de algo estaba seguro, era de que Angus Derricks siempre estaría allí para iluminarlo.
Remus Lupi...
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❝hogsmeade date? II❞
—Deberíamos salir de aquí —Exclamó Simon saltando al sofá de la sala común en donde Angus estaba leyendo, sacándole el libro de entre las manos—Hay una salida programada para Hogsmeade en... —Simon observó su reloj— media hora.
Angus miró el reloj. Había estado allí por dos horas y le quedaba muy poco para terminar su libro.
Era un sábado de noviembre, donde el frío invernal ya se podía sentir al igual que el aroma a la nieve que parecía estar pronta a llegar. Afuera, el cielo se encontraba nublado y de vez en cuando lloviznaba, creando la perfecta atmósfera para leer. Sus exámenes no comenzaban hasta dentro de unas semanas y aprovechaban los últimos momentos de tranquilidad lo mayor posible.
En su caso, Angus lo aprovechaba para leer los libros que no había podido leer en los dos meses desde que había empezado el año escolar.
Aunque permanecer dentro de la sala común de hufflepuff, que se encontraba bastante cálida y cómoda, era una idea tentadora, también necesitaba tomar aire fresco (Aunque afuera estuviese demasiado fresco).
—Pero se está demasiado bien aquí adentro —Trató de convencerlo Angus. Pero Simon permanecía con la idea de salir.
—Por favor —Y aquí venían los ojos de perrito mojado por parte de Simon, que bien sabía que podía conmover a su amigo.
—Solo voy porque necesito caminar —Le dijo Angus, sin poder resistirse, y Simón empezó a saltar en su lugar mientras lo seguía hacia su dormitorio. Una vez allí, Angus abrió la pequeña ventana que se encontraba en una esquina de la habitación y sintió una fuerte brisa que hizo que automáticamente cerrara la ventana.
Entró al baño con una muda de ropa mientras Simon, desde su cama, tarareaba la melodía de una canción. Cuando salió, Angus llevaba puesto un jean holgado con sus infaltables zapatillas converse y dos suéteres por encima de una blusa (Si, porque uno solo no bastaba).
—Necesito comprar nuevas plumas y tal vez podría comprarme un par de dulces, aunque no creo que me alcance para todo eso... —Le comentó Simon a Angus mientras caminaban por el largo pasillo hacia la entrada, donde ya se encontraban varios estudiantes de más abrigados para ir al pequeño pueblo.
—¿A qué te refieres con eso? ¿No que tus padres te dan algo de dinero todas los meses? —Le preguntó Angus, genuinamente curioso, mientras se ubicaba la bufanda amarilla y negra alrededor del cuello.
—Este mes no se contactaron conmigo, y eso que ya estamos a 20... —Simon hizo el cálculo, sin mirar a algún punto fijo, pero luego se volvió en sí mismo y se volteo a mirar a Angus —Pero no importa, me quedó algo de dinero del mes pasado.
Angus asintió con la cabeza en señal de entendimiento. Aunque Simon no le dijese nada él sabía que, aunque sus padres nunca estuvieron para él, Simon se entristecía cuando ellos no se contactaban con él (Aunque las cartas que le enviaban no dijesen nada importante, pero para él era una especie de "gesto").
