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Sonó mi alarma.
Pero cómo está vez JungWon tenía mi teléfono, él me avisó.

Después de despertarme, hice toda la rutina de ayer y fuimos a la escuela.

[...]

-Entonces... ¿Cual es la palabra secreta, que viene en la oración?- Preguntó la maestra pero nadie respondió.

Se estaba empezando a formar un silencio muy incómodo. Y yo me empecé a estresar

-¿Cuál es?- Pregunté para mi misma a lo bajo, mientras me daba pequeños golpes a la cabeza.

-Es esa.- Dijo Jungwon señalando una palabra en mi cuaderno.

Yo la leí, y efectivamente quedaba con el concepto.

Levanté la mano lentamente no muy segura de la respuesta, y la maestra me vio.

-Adelanté JuNeo.- Dijo la maestra con una sonrisa

-¿Asmático?- Pregunté dudosa, mientras bajaba mi mano lentamente.

-¡Exactamente! Muy bien.- Dijo la maestra y siguió con la siguiente pregunta.

Yo me quede en shock y observé a Jungwon discretamente.
A el le dió igual, por lo que volví a poner atención en la clase, pero un poco asombrada de lo reciente.

[...]

Dió el descanso y decidí volver a quedarme en el salón.
Pues sinceramente me aburría salir.

Por lo que obviamente Jungwon se tuvo que quedar a mi lado.

El ambiente estaba calmado y Jungwon no me molestaba, solo observaba como escribía en mi cuaderno.

–Oh si, y viste la cara que puso! Terrible.– Escuché una voz acercándose. –¡¡Y más con ese labial!! ¿Quién le dijo que se le veía bien?– Con esa oración pude identificar de quien se trataba.

Se escuchaban dos voces más, por lo que supuse que eran sus amigas.
Aunque sabía que era MiLu, no sentía miedo.

Pues de todos los problemas que tenía, el de ella era el que menos me preocupaba.

Los cuchicheos se escuchaban cada vez más cerca.

Un pequeño flash back pasó por mi mente. Y pude recordar lo que había pasado ese día.

Sinceramente se me había olvidado esa situación. Y en cuanto recordé lo último qué pasó, me tensé.

–¡Oh! Creo que viene alguien.– Dijo Jungwon sacándome de mis pensamientos.

La verdad se veía un poco interesado en quien venía, pues ya se estaba empezando a aburrir.

Yo volteé a la dirección de la puerta, para ver por dónde iban. Mientras que me intentaba relajar.

EL CASTIGO DEL VAMPIRO | Yang JungwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora