Es extraño:
Es extraño pensar en volver a escribir. Una actividad que, facilitando el desborde de aquel caudal de emociones siempre-contenidas, solo he llevado a cabo debido a un sentimiento de vacío y desesperanza tan tormentoso como una página en blanco.
Es extraño pensar en volver a. Como si realmente pudiéramos regresar a algo que no sea uno-mismo. Sentado frente al teclado y la página cada vez menos blanca, acompañado de la tibia noche primaveral, balazos hacen eco a la distancia. Un cigarro, una cerveza, me siento más yo-mismo que en demasiado tiempo; no sé realmente cuánto.
Es extraño pensar en volver. Volver de un viaje, volver a mi país o a cualquier otro. Volver a dormir dentro del vientre-materno; o volver a dormir sobre el vientre-amante. Pensar en volver, pero ¿Volver a dónde? Y quizás más importante aún ¿Volver de qué? Volver de ti o de mí, o volver a ti o a mí.
Es extraño pensar en. Como si de verdad se pudiera dirigir el pensamiento a otra cosa que no sea el retorno. Las últimas caladas del cigarrillo, retorno a la perdida. Media cerveza ingerida, retorno a la cuestión del vaso medio lleno/vacío y demás frasecitas cliché. Evocar tu figura, calor, risa. Tus pechos, palabras, miradas; tu ser frente a mí. Retorno a la tragedia y la representación y el hablante lírico enamorado de un recuerdo muerto en manos del destino.
Es extraño pensar. Como si de verdad cogito-ergo-sum y no coito-trago-suma-y-sigue. Pensar en coger o coger pensando: dos situaciones desesperantes.
Es extraño. ¿Qué es extraño? ¿Qué es extrañar? No de nuevo.
Es. Y solo es.
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Nowadays
PoetryCosas varias sobre otras cosas varias publicadas en Siempre Algún Libro