Vampiro Sediento - Larry

Capitulo 6

En cuanto, el vampiro alejo sus dientes del cuello del humano, Louis dejo de sentir dolor. Ya no ardía, pero podía sentir que tenia dos huequitos en su cuello, de los cuales aun salía algo de sangre.

-Gracias – murmuro Harold a su amigo Liam por haberle detenido. Se sentía fuerte, poderoso, activo. Era increíble el efecto  que esa poca cantidad de sangre tenia en Harold. Su sed desapareció por completo.

Harold se dirigió a la puerta y antes de salir, volteo y miro al humano, ahí sentado, temblando.

-Que no se vaya.- ordeno a Liam. – Lo quiero mantener aquí por un tiempo.-

-Y cuanto es eso?-

-No lo se aun, tal vez una semana. –Liam asintió.

-No pruebes su sangre, no quiero que alguien mas la tome.-

-Su cuello tiene manchas de sangre fresca, seria imposible no llamar la atención con ese olor.-recordó el ojimiel.

Harry suspiro. Era cierto. Nunca había sanado a un humano. Siempre supo como hacerlo pero nunca fue necesario ya que la victima siempre terminaba muerta. El ruloso se acerco con pasos fuertes a la cama. Louis temblaba. Le temía a ese hombre quien lo había mordido y succionado la sangre. Era muy alto y se veía fuerte, parecía alguien que no le temiese a nada y Louis tembló ante la idea de que ese hombre lo podría matar en cualquier momento.  Harry se sentó en la cama y acerco su mano al cuello del chico. Louis se no se alejo, solo trato de no temblar tanto  y cerro los ojos  fuertemente.

-Estate quieto , mierda!-

Tapo con dos de sus dedos la abierta piel del humano y hizo su magia.

-Tadgde Turfeds-

 

El vampiro quito sus dedos y el cuello de Louis se encontraba completamente sano como si nunca hubiese sido mordido. Harold se levanto.

-Que no salga de aquí, nadie debe de verlo. Vigílalo, lo puedes atar a la cama si quieres, me da igual, solo que no salga.- y con eso Harry se fue del cuarto. Tenia un largo día que vivir y ni siquiera estaba vivo.

Su padre le había encargado leer todo sobre Francia en general.  La situación económica, el turismo, el gobierno y otras miles de cosas. Des quería que su hijo este preparado para cuando sea bombardeado con preguntas en una de las reuniones a las que tenían que atender.

En la noche Harry fue caminando y saltando de techo en techo, en busca de callejones y lugares de  crímenes. Pensó que ya que tenían que matar humanos para no morir, por que no concentrarse en matar criminales que hayan hecho cosas realmente horribles.

Paso el resto de la noche en las calles, escondiéndose en la oscuridad y observando ciertos robos.  Cuando volvió a su casa real, se sentía exhausto pero decidió abrir el internet y buscar las identidades de las personas mas buscadas en Francia. Cuando termino tenia una lista de 230 personas y la ordeno en orden de los peores crímenes hasta los mas bajos.

Al terminar ya era mediodía y en esa noche tenia una reunión importante con otros vampiros. La gente iba ahí a hablar sobre futuros planes y la situación actual. Harry miro el reloj y aun faltaban unas horas para que tenga que salir. Pensó en el humano y decidió que seria bueno ir a ver como estaba. En esos momentos no estaba sediento y pensó que se podría controlar.

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Ahí estaba, Louis  acostado en la cama y con sus dos manos esposadas a la cama. Liam estaba sentado en el piso, viendo su celular. Parecía estar muy concentrado en un juego, así que Harold no quiso interrumpir. Se acerco a la cama y observo al humano.

-Noooo- grito Liam. Había perdido el juego.

Louis empezó a abrir los ojos.

-Liam, lo despertaste!- gruño Harold. – Retírate por favor… quiera estar a solas con el.-

Liam lo miro sorprendido.- Prometo no beber su sangre, ok?- El ojimiel asintió y salió de la habitación para luego cerrar la puerta.

Harry se sentó en la cama y miro a Louis. Ese humano le estaba devolviendo la mirada sin pestañar. Temblaba, si, y se veía asustado, pero aun así Louis tuvo la valentía de mirar a su secuestrador a los ojos.

-Hoo-o-ola-susurro el humano con voz apenas audible.

Harry levanto una ceja divertido. –Hola? Eso es lo vas a decirme?-

Louis respiro hondo y se acordó del hecho que cada persona, no importaba que había hecho, merecía algo de respeto.

-Como te llamas?-

Harry lo miro sorprendido.

-Para ti no tengo nombre, Louis- y volvió a su tono grosero.

Louis bajo la mirada. Quería preguntarlo cosas como “Que hago aquí?” “Quien eres tu?” “Donde estamos?”  “Como sabes mi nombre?” pero temía que eso pudiera alterar a ese hombre. No parecía un hombre de mucha paciencia.

- Quieres saber por que estas aquí Louis?- pregunto con voz infantil el rizado. El humano no supo si asentir o ignorarlo. Se decidió por lo segundo y a Harry no le gusto eso. Con sus dos colmillos se acerco al cuello del humano y rozo esa piel con sus dientes.  Louis chillo. No quería ser mordido de nuevo. Ser mordido dolía mucho y ardía.

-Estas aquí por que yo soy un vampiro y tu tienes sangre. Así de simple. Es el ciclo de la vida, pero tranquilo, prometo que no te matare hoy día. No te iras de aquí, mientras haya sangre corriendo por tus venas y el tiempo restante de tu vida depende de ti. – Deposito un beso en el cuello del ojiazul. – Ahora duerme, necesitaras tus fuerzas por que mañana quiero disfrutar de un gran desayuno.- Louis tembló.

-Duérmete ya. – hablo el rizado y se acostó detrás del humano, tomándolo de la cintura y jugando a dar leves mordidas labiales en ese cuello humano, de forma que sus colmillos ni siquiera llegaran a rozar la piel.  Le divertía tener algo vivo en sus brazos que temblara ante su toque pero no trataba de escaparse. Claro, Louis no podía escapar, estaba esposado pero aun así no hacia resistencia.