La hierba silvestre crece en el patio de enfrente,
porque no hay nadie que realmente se interese.
Las bugambilias caen en el jardín trasero.
Si mi fortuna fuera algo,
sería el amargo sabor de la vainilla.
Cuando las personas que tú amaste con desvelo se reducen a mentiras no puedes confiar en nada más que de tú propia consciencia.
Aveces, sentir cerca los recuerdos son una peligrosa plaga,
hay fantasmas que jamás se van,
solo se esconden cada verano y regresan en adviento.
No importa que tan preparado te consideras ante las imprevistas vueltas de la vida,
ella es más que una metáfora es nuestro propio viento y rastro.
No importa que tan feliz te encuentres,
te la arrebatará.
Cómo los fuertes arrebatan la vida de los frágiles,
Así como las guías de mala hierba le quitan su alimento al buen árbol.
No importa que suceda por mi inestable, pero propia vida.
Yo seguiré escribiendo sobre flores,
por qué nunca habrá nada aquí más que las bugambilias cayendo en el lugar incorrecto.
Y nadie se preocupará por la hierba silvestre, jamás.
Por qué es inestable e implacable.
Testaruda como el amor incorrespondido
O como los misterios bíblicos.
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Mala poesía, Buen hombre
PoetryLos poemas del cielo, cada una con su estética, argumentando el porque de nuestra existencia en las emociones y problemas de la juventud.
