La música alta y movida retumbaba en las paredes de aquella discoteca. Los cuerpos de personas bailando, bebiendo o simplemente riendo le daban un ambiente divertido al lugar. Después de todo para eso estaba destinado.
Sin embargo, no todos estaban felices disfrutando, había alguien que observaba con recelo y nostalgia a una pareja en la pista de baile.
Ellos se veían tan bien juntos, radiantes, y él tan lleno de furia, apagado.
Y es que no podía asimilar aún la idea de ver a su amado con otra persona, después de haberlo hecho el corazón añicos, después acabar con lo que juntos construyeron se creía en el derecho de reclamar algo que ya no volverá a ser suyo jamás.
Entonces entre tragos amargos, sin sentir realmente el ardor en su garganta porque no se comparaba en nada al que habitaba en su corazón. Contemplaba al futuro fotógrafo con su actual pareja. Un imbécil, según él, que no lo merecía.
¿Pero acaso él sí? Por supuesto que no.
Sabía que estaba siendo muy egoísta, porque él se notaba muy feliz ahora que estaba con alguien más. Todo lo contrario a lo que era con él.
Ahora se arrepiente, porque luego de mucho tiempo está listo para vivir una vida juntos. Lamentablemente su tiempo de espera se agotó hace mucho y él no supo aprovechar la oportunidad de su vida.
Por eso bebe, para olvidarse de lo cobarde que fue y sigue siendo.
Fue una coincidencia haberse encontrado en esa discoteca, ninguno de los dos pensaba volver a verse y menos en esas circunstancias.
Lo siguiente fue muy cliché, en algún punto de la fiesta él rubio desvió su mirada de su pareja y observó a su alrededor. Muy mala idea.
Sus ojos se encontraron como imanes atraídos por el magnetismo y por el bien de ambos, Hyunjin se soltó de esa mirada que conocía a la perfección, porque fue la misma que vio la última vez en el rostro de la persona que más daño le causó.
Minho por su parte, estaba sorprendido que justamente mirara a dónde se encontraba él. Tenía que ser una maldita obra del destino, se convenció.
—Necesito ir al baño. Acompáñame, cariño —él castaño le dijo al oído en tono casi gritando por lo fuerte de la música—.
Hyunjin asintió y se apartó de la pista tomando del brazo de su novio, quién le sonreía cada vez que volteaba a verlo. Mientras Hyunjin ignoraba las ganas inmensas de tirarse a llorar en medio de todos, eso sería ridículo y por obvias razones no lo haría. Ver a Minho no le había sentado para nada bien, esos sentimientos que juraba haber perdido volvieron, haciéndole sentir culpable. Aunque Hyunjin ya no le quería, su corazón dolía porque no superaba su separación. La forma en la que lo trató, como lo humilló y como después actuó como si nada. Como si lo que tuvieron ni hubiera significado nada para él.
Jeongin era un ángel que no merecía esas miserias pruebas de amor que le daba Hyunjin, pero él muchacho estaba completamente enamorado que se conformaba con sobras.
Cuando entraron al baño, Jeongin entró a uno de los cubículos por sus necesidades y él menor lo esperó en el marco de la puerta.
Jeongin le dijo que esperara, que no tardaría y fue un problema. Ya no podía ser casualidad que Minho esté caminando en su dirección, aunque muy a lo contrario de lo que pensó. Él ingresó al baño.
Hyunjin se mordió los labios cuando sintió la mirada de Minho en su nuca y lo ignoró olímpicamente.
Agradeció con fuerza que justo en ese momento saliera Jeongin del baño y lo mirara. Minho tuvo que improvisar adentrándose rápidamente a uno de los cubículos.
—¿Me extrañaste? —Preguntó con diversión él chico de brackets—
Hyunjin asintió fingiendo una sonrisa y esperó un poco más a que Jeongin se lavara las manos.
Luego de unos minutos salieron nuevamente, Hyunjin rogando no volver a ver a Minho nunca más, él ya era feliz y milagrosamente pudo recuperar la vida que Minho le intentó quitar, no imaginaba intentarlo por segunda vez. Descubrió que esa relación nunca tuvo futuro. Se comió todas las lágrimas que necesitaba sacar para otro día. Donde sea completamente feliz.
Minho dentro del baño, no borraba lo cambiado que estaba Hyunjin, sus rasgos se volvieron más maduros, el cabello le creció y su cuerpo se veía levemente robusto. Él chiquillo escuálido que conoció ya no existía.
Él creyó que por lo menos le saludaría, que volvería a hablarle, que le dejaría en claro que ese tipo no era nada suyo, al contrario. Parece que con simples acciones logró confirmar todas sus sospechas. Hyunjin ya no le quería más y tampoco hallaba una mínima posibilidad en el futuro.
Minho fue él único que tenía esperanzas donde no hubo nada. Minho fue él único que seguía llorando en las noches y Minho fue él único que terminó con el corazón roto gracias a su idiotez.
Hyunjin fue bueno, Hyunjin merece ser feliz y Minho también, pero no juntos.
Por eso, Minho y Hyunjin guardaron sus lágrimas para otro día. Donde ambos hayan sanado y esas lágrimas sea de felicidad.
Fin
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save your tears ➪ hyunho;;
Fiksi PenggemarDonde Minho se reencuentra con Hyunjin, la persona a la que le rompió el corazón. ☂︎ hyunjin bottom¡! minho top¡! ☂︎ inspirada en la canción 'Save your tears' de The Weeknd. ☂︎terminada. ☂︎one shot.