--Ya amá, deje al huerquillo en paz, ni me abrió la choya.
--De puro milagro nomás.
Hoseok bufó un poco y siguió pasando el hielito que había sacado de un vaso de refresco por la zona donde su chanclita de patito especial para viajes golpeó.
Jungkook cerró sus ojos y la mamá de éste se fue cuando escuchó los gritos de el hermanito menor de Jungkook en la piscina.
--Perdón, microbusero, pero es que me sacas de mis casillas.
--¿Qué he hecho yo para que usted, oh hermosa princesa, me trate de esa manera tan vil y cruel?
Hobi soltó una pequeña carcajada y negó levemente, terminó el pequeño masajito y lanzó el hielito a la piscina, afortunadamente sin golpear a nadie.
--Desde que te conocí en la micro supe que no nos ibamos a llevar bien, eres muy extrovertido y muy transparente, dices todo lo que piensas sin antes leerlo dos veces y eres muy directo respecto a eso.
Jungkook abrió sus ojos y miró al carnicero, quien miraba a los niños nadar en el chapoteadero.
--Mis padres me criaron para ser muy tranquilo, no soy mucho de expresarme aparte, solo cuando es necesario o cuando estoy con una persona de bastante confianza, pero eso ya no importa.
--No me he ganado tu confianza ¿verdad?
Ambos se miraron, no expresaban nada que el otro pudiera decifrar, Hoseok negó levemente y tomó una mano del microbusero, quien se sorprendió y casi se meó frente al carnicero.
--No, al menos aún no, así que ahí te lo encargo, Jeon.
Hobi sonrió levemente y soltó la mano del contrario antes de levantarse y correr hacia el chapoteadero para entrar con los niños.
Jungkook se quedó pensando un poco ¿desde cuándo le importaba tener la confianza de alguien más?
quedó muy cursi, nia