Dónde Jungkook renta una cabaña para celebrar la navidad con Jimin, su mejor amigo y crush.
¡Advertencias!
- Cliché /fluff/ Comedia
- Mini Au
- Narración/ Social Media
- Contenido +18
- Colores de cabello y hora no importan
- Todo es ficción.
Hist...
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Eran pasada las ocho de las noche cuándo la comida estuvo lista y Jungkook se preguntaba si todo lo que estaba haciendo era lo correcto mientras terminaba de arreglar la mesa, estaba nervioso. Sí, no quería arruinar su amistad con Jimin, él era lo más importante en su vida, pero aún así jugaría hasta la última carta bajo su manga para abrir su corazón y demostrarle que lo que siente es más fuerte que solo una atracción.
Jungkook terminó de colocar el vino sobre la mesa cuándo sintió a Jimin entrar al comedor, vestía una camisa de seda negra que hacía un contraste hermoso con su piel. Quería decirle algo pero sus palabras quedaron atoradas en su garganta al sentir el delicioso perfume que se había puesto.
—Hola— saludó soltando el aire retenido—Estás muy hermoso, tanto cómo siempre—agregó sonriendo de lado.
—Gracias, kookie, tú también —respondió con una sonrisa fijándose en el sueter blanco que Jungkook cargaba esa noche, el mismo que le había regalado hace unos días atrás—Te quedo muy bonito—susurró viendo al tatuado acercarse a él quién tomo su mano para dejar un beso en ella.
Y Jimin sintió no solo mariposas en su estómago, sintió un mar de emociones al ver los profundos ojos de Jungkook mirarle tan detenidamente.
—Comencemos, la cena se enfría — habló en voz baja retirando la silla para que Jimin pudiese acomodarse.
