Capítulo III

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No eres rara cariño, eres única.

Los demás no pueden notarlo porque están ocupados siendo bellos, tal y como la sociedad pinta la belleza.

Tú hueles tan bien, a pureza, a lealtad.

Hueles a miedo, a tristeza. Como la tierra al llover.

Tan magnífica tu mente. Te preguntas: ¿Qué pasa conmigo? Y obtienes millones de respuestas que provienen de tu cabeza.

Al enamorarte te pierdes, te enamoras como es, o como piensas que debe ser, lo entregas todo. Tu alma desnuda al amanecer, tus pensamientos, tu infierno al calor de las ardientes brazas.

Tras mil años luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora