Wong Yukhei es un alfa, rey de Hong Kong. No era conocido precisamente por ser un rey amable y comprensivo, sino por su fuerte carácter y por ser uno de los peores reyes.
Tiempo después llega inesperadamente un omega al castillo, cosa que cambia al...
Habían pasado dos semanas desde que Chenle llegó a aquel castillo. El rey había cambiado su actitud con el notoriamente; pues ya no le gritaba o trataba mal.
El rubio ya lo sabía; sentía que aquel rey era su destinado, pero simplemente no lo quería creer, pues al principio ese alfa había sido muy malo con él. Tenía miedo de ser cruelmente rechazado por aquel alfa, pues Chenle debía admitir que aquel rey se la hacía demasiado atractivo, pero el rencor aún estaba allí.
Por otro lado, Lucas no quería caer ante el encanto de aquel omega. Se estaba empezando a enamorar, pero él no lo podía aceptar, no podía caer por un simple omega, no siendo el rey.
Ya era hora de la cena; por lo que Chenle, se dirigió al comedor con la compañía de Lucas, quien comería también allí al ser quien cuide del rubio.
Lucas estaba en la punta de la mesa, a su lado derecho estaba Chele comiendo y Renjun se encontraba al otro lado de Chenle. La cena era silenciosa, como todas las demás. Pero en ese momento, el silencio es interrumpido debido a la puerta siendo abierta, dejado ver a un sirviente entrando.
– Su majestad. – aquel sirviente se inclina. – Le ha llegado una carta del reino de Daegu. – se acerca para entregar la carta al rey.
– ¡Retírate! – exige el rey en cuanto tiene la carta en sus manos.
El sirviente hace una última reverencia y se retira. Lucas, empieza a leer lo que decía la carta y gruño, Renjun se confunde debido a la actitud del rey. El alfa nota la confusión de Renjun y le entrega la carta; en cuanto Renjun la lee, jadea sorprendido, pero con una sonrisa, mientras que Chenle decide ignorar lo que estaba pasando.
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A la mañana siguiente, Lele se levanta animadamente y decide bajar al comedor para desayunar. El nota que Lucas no está allí, pero le resta importancia, él comería solo con Renjun.
Chenle decide ir a su habitación; pero es detenido, pues siente que algún agarra su mano. Al voltear, puede ver a Renjun con rostro animado.
– Lele, necesito que te pongas esta vestimenta. – Renjun le entrega una ropa más fina y elegante.
– ¿Qué? ¿Por qué? – pregunta confundido.
– Habrá visitas de otro pueblo y todos los que vivían en el castillo, deben ir a recibir a los invitados. – sonríe el omega mayor.
–Esta bien. – dice para agarrar las prendas e ir a su alcoba.
Chenle se cambió con la ropa que le indicó Renjun. El rubio se veía muy bonito, pues esa ropa le hacía ver muy elegante y radiante.
Chenle bajo y fue a donde se suponía era la entrada del castillo, en la puerta estaba Lucas y Renjun a su lado. Estaban todos los sirvientes en fila a los lados del pasillo, dejando ver aquel pasillo ordenado y perfecto.
Renjun le dice a Chenle que se acerque a él, por lo que Chenle se pone al lado del mayor, quedando Lucas en medio y los dos omegas detrás de él, uno de cada lado; Renjun a su izquierda y Chenle a su derecha.
Las puertas son abiertas, dejando ver la parte de afuera, donde hay un carruaje azul con detalles de oro. De allí baja un chico, aquel chico era moreno, cabello negro y ojos marrones. Detrás de él salió otro chico, tenía el pelo con tonos azulados, al igual que sus ojos color azul cielo.
– Den la bienvenida al rey de Daegu, Huang Kunhang y a su omega Huang Xiao. –un guardia grita e inmediatamente todos los sirvientes y guardas se inclinan con respeto.
Renjun y Chenle se inclinaron levemente y Lucas seguía firme, en su posición. Hendery se acercaba y tras él estaba Xiao, quien lo seguía. Al fin ambos reyes quedaron cara a cara.
Chenle supo que aquel Hendery era un alfa, y como había gritado anteriormente el guardia, su acompañante era su omega; pues tenía aroma a algodón de azúcar, junto con el aroma de su alfa, menta y café.
– Cuanto tiempo sin verte, hermanito. – sonrió Lucas, haciendo que Xiao agachara su cabeza con sumisión.
– Deja a mi omega en paz. – gruño Hendery al notar la mirada que le dio el contrario a su omega.
– ¿Terminaste enamorándote de mi hermano? – preguntó con burla. – Que bajo has caído con eso, Huang.
– ¡Cállate! ¡No te olvide que soy mayor que tu, debes respetarme! – gritó el azabache.
– ¡Tu estás en mi territorio, respétame tú a mi!– le gritó de vuelta el más joven.
– No he venido aquí a pelear contigo. – dijo más calmado Hendery.
– ¿A qué has venido entonces? – Lucas levanta una ceja.
– Esto mejor lo platicamos adentro. – gruño Hendery.
Yukhei y los dos omegas detrás de el se hicieron a un lado, dejando pasar a Hendery junto a Xiao. Xiao no evitó posar su mirada en aquel rubio omega al lado de su hermano ¿Será ese su omega? Se preguntó Xiao, pero al final decidió ignorarlo.
– Ustedes dos vienen conmigo. – le susurro Lucas a los dos omegas tras el.
– ¿Por qué yo? – suelta Chenle.
–¡Porque así te lo ordeno! – Lucas empezó a caminar, sin darle oportunidad a Lele de decir alguna otra cosa.
Yukhei guía a los demás a una sala, donde habían sillones y una mesa en medio. Todos allí se acercan y en un sillón se sientan Xiao y Hendery y en el otro se sentaron Chenle, Lucas y Renjun.
– ¡Están planeando entrar en guerra, Wong! – le grita. – Sabes que Seul y Daegu tiene alianza debido a mi boda con Xiao, si nos atacan a nosotros, los atacaran a ustedes. – el azabache trata de hacer razonar al menor.
– Tienes razón... pero yo protegeré solo a mi pueblo. – contesta Lucas.
– ¡Yukhei! Dos pueblos serán más fuertes que uno solo. – reclama Hendery.
– ¿De qué pueblo estamos hablando? – pregunta con poco interés. – Si es uno fuerte, tal vez piense en ayudarte..
– Busan. – es lo único que responde, dejando a los otros tres sorprendidos.
Pues Busan también era un pueblo poderoso y fuerte.