A ciegas [Bruno Madrigal]

1. Nuestra visión

- ¡Por favor, házlo por mí! -

La pequeña, estridente y ahora molesta voz de su sobrino Antonio le estaba calando muy hondo a Bruno. Intentando no ser descortés caminaba por la casa, tomando pequeños atajos y buscando a quien sea que se lo pudiera sacar de encima.

- No, ya te lo dije, es...- se detuvo a pensar ¿Qué era exactamente a lo que le tenía miedo? Mirabel había arreglado todo, incluso el milagro estaba seguro, la vela encima de la ventana brillaba más que antes, entonces ¿Qué era? Alejando con la mano una nube de dudas invisible siguió caminando - es peligroso, además ¿Tú para que quieres saber el futuro? -

Los pequeños ojos de Antonio brillaron, levantó sus hombros.

- Curiosidad -

- Pues mira que curiosidad; no puedo hacerlo, ya está -

- Tío Bruno... - el pequeño se plantó frente a su tío.

- ¿A caso no tienes que ir a la escuela o algo? -

- Tío Bruno, por favor -

- ¿O hablar con animales? Incluso puedo notar como las ratas te quieren más que a mí ahora -

- ¡Por favor! ¡Solo será una vez! Por favor...

- ¿Cuántos veces tengo que decirte que no? - comenzó a desesperarse - Ella, Pepa, simplemente no

- ¿Qué yo qué? -

El rostro de Bruno se nublo, asustado giró a sus espaldas y miró a su hermana con una gran cara de molestia, él estaba por justificarse sin embargo algo no estaba bien, sus emociones estaban en el pico ¿Y no había creado ninguna nube, trueno o llovizna? Relajó sus músculos y bufó

- Buen intento Camilo, pero Pepa ya habría creado un huracán o algo -

El chico volvió a su aspecto.

- Tenía que tratar -

- Un buen intento, casi me convences - le felicito su tío, él sonrió

- ¿Verdad? Me costó trasmitir la misma vibra que ella ¿No te dije? Me tomó horas frente al espejo -

- Pues valió la pena, casi muero de un infarto, Antonio estará de acuerdo conmigo - miró al pequeño

- Si, casi caigo también -

- Aunque definitivamente aún falta algo de esa amenaza en sus ojos cuando se molesta, Pepa es como

- ¿Soy como qué? -

Pepa salió de la nada y Bruno brincó asustado a un lado de Camilo.

- ¡Aay santo cielo! - su hermana no estaba molesta pero si que estaba en el proceso. Bruno se aclaró la garganta - Hola, Pepa ¿Qué tal todo? -

- Bien ¿Qué decían de mi? -

- Nad

- Hablaban sobre tus expresiones cuando te enojas - Dolores mencionó caminando con tranquilidad detrás de ellos. Pepa se giró a verlo molesta

- Ah ¿De verdad? -

- Si ¡Pero no solo eso! - necesitaba un plan B y mirando de reojo a su sobrino, le dolió más que a él, lo señaló - Antonio quería saber el futuro -

Su madre lo miró rápidamente.

- ¡Antonio! -

- Solo quería ver el don del tío Bruno -