Pov Daniela
Llegue a mi oficina, empapada y con un montón de pensamientos en mi cabeza, al entrar había un montón de papeles esparcidos por todos lados y Johann en mi silla, buscando Dios sabrá qué en mis cajones.
-¿Qué haces?- se sobresaltó y cerré la puerta.
-Dijiste que venías para acá y no estabas, ¿a dónde fuiste?- se paró evitando por completo mi anterior pregunta.
-Te daré explicaciones solo porque quiero dártelas, no porque tenga qué- suspiré y continúe -Vengo caminando desde la casa de mi madre, no hay un alma en la calle y por eso tarde en llegar, supongo que tu ya tienes rato aquí- dije apuntando al desorden que cubría mi oficina.
-Un poco- dijo algo apenado
-¿Qué buscas?- le dije tranquila recogiendo en el camino algunos de los papeles.
-Tu lista de empleados y sus datos- dijo mientras se rascaba la nuca.
-¿Para qué?- le dije haciéndome la que no tenía idea de lo que en verdad quería aunque supiera exactamente que datos y de quién los buscaba.
-Quiero conocer mejor el negocio que compartiré contigo después de que seamos un matrimonio solido- aquello era una gran patraña, reí.
-Pierdes el tiempo, no tengo aquí lo que buscas y tampoco me arriesgaré a poner esto a juego, esta empresa es mía y trabajé muy duro para conseguirla, así que seguirá siendo mía aunque nos casemos, solo mía y espero te quede claro- ya había acomodado varios papeles para cuando le explicaba.
-No me casaré si hay acuerdo de bienes- dijo el chico con dureza.
-Pues no lo hagas, sabes que no es algo que me quite el sueño- tomó una de mis figuras del escritorio y la reventó contra una pared, enseguida Mario apareció tocando la puerta y sin esperar respuesta se asomó.
-¡Calle! ¿¡Estás bien!?- mi temple era tranquilo, conocía los desplantes de Johann hace años.
-Si, no pasa nada. Berrinches de un niño grande, no te preocupes- le dije con calma al castaño y sin mucha seguridad cerró la puerta y se fue -¿Quieres continuar tu escena en el departamento o nos quedamos a que todos sepan que somos una pareja disfuncional?- alimentaba su enojo pero aquello me tenía sin cuidado, el sabía que si me ponía una mano encima lo usaría en su contra.
-¿Soy una broma para ti?- dijo ya un poco más calmado.
-No. Pero si un martirio- me acerqué y lo guié al pequeño sillón que adornaba mi oficina, el se relajaba -Mira, ni tu ni mi madre entienden que hago esto más por una obligación que no tengo con ninguno de los dos que por amor, realmente hace tanto tiempo que deje de amarte- me confesé y pude jurar que en aquel momento tuve miedo de revelarle aquello.
-Te confesaré algo- dijo el hombre levantándose del sillón -Si no eres mía, no lo serás de nadie-
-¿Me estás amenazando?- levanté una ceja tratando de ocultar el miedo que me llenaba por dentro.
-Probablemente. Si no cae tu cabeza caerá la de ella- después de decir aquello salió de la oficina y mi cuerpo cayó en peso muerto al sofá, eso ya había sido una amenaza de muerte de un loco obsesionado y aquello me daba terror puro.
Los días pasaban y me había alejado un poco de todo, no había visto a Poché en días y eso me ponía de mal humor, pero tampoco podía interponer aquello antes que su bienestar, necesitaba hablar con alguien y aunque la confianza era nula ahora entre mi hermana y yo, era lo que necesitaba, mi padre podría ayudarme pero seguramente estaba bajo las influencias de mi madre creyendo que mi corazón estaba loco por Johann.
-...Juli, ¿Podemos hablar?- levantó su vista de las etiquetas de invitaciones y me miro con una ceja levantada -Creo que Johann me amenazo, yo no me quiero casar con él y... creo que esto se esta tornando algo obsesivo para él- me quedé esperando respuesta de mi hermana.
-¿Y?- dijo sin cuidado
-¿Escuchaste algo de lo que dije?- quité su atención de la lista de invitados y me acerqué a ella.
-Si, Daniela escuché todo y no puedo evitar pensar que estás exagerando- me hinqué frente a ella y tomé sus manos entre las mías.
-Pau, somos hermanas. Ten un poco de empatía por mi y olvida el renombre que esto nos va a dar, tu sabes que jamás amaré a Johann, ayúdame a convencer a mi mamá de cancelar esto. ¡Por favor!- mis ruegos eran sinceros.
-¡Bien! ¿Qué quieres que haga?- dijo mi hermana con voz de cansancio.
-Quiero que mi mamá se de cuenta de que todo esto esta mal, que el hecho de que me gusten las mujeres no me hace menos, que sigo siendo una mujer exitosa, que no necesito de un hombre para tener un nombre que resalte, ¡nuestro nombre ya resalta!, ayúdame a que entienda que yo cada día hago más dinero y que un día le daré todo lo que ella quiere, por favor- ella torció sus ojos cafés y asintió.
-Bien, pero no te garantizo nada- le di una pequeña sonrisa y salí de ahí, a fin de cuentas tenía que seguir con esta farsa por si nada resultaba.
Mi madre no hablo conmigo y mi hermana tampoco, la boda se acercaba y lo único que quería era terminar con todo esto y alejarme de Johann lo más que pudiera, llegue a mi apartamento sin muchos ánimos y ahí estaba él, esperándome con una cena y una copa de vino.
-¿A qué se debe esto?- dije mientras quitaba mis zapatos en la sala y el se ponía a mi altura.
-Estamos a pocos días de la boda, exactamente diez y quiero celebrar esto contigo, nos vamos a unir de por vida y no podría estar más feliz- dijo y plantó un beso en mis labios.
-No me había dado cuenta de que los días pasaron rápido- me dirigía a la habitación que no compartíamos -Me daré una ducha- el me seguía.
-¿Puedo ducharme contigo?- su tono de voz cambió.
-Preferiría que no- saqué mi blusa -Por favor, sal- un golpe en la puerta me hizo brincar del susto pero no cedería.
De pronto la puerta se abrió cuando estaba en la ducha y este entro, me tomó por la fuerza y quiso tomar mi cuerpo de una manera que no estaba dispuesta a compartir con él, cerré la llave y tomé mi toalla.
-No te quiero ver, ¡SAL DE AQUÍ!- dije desesperada -¡VETE!- grite una vez más y salió.
-Vendré más tarde-
-Quédate bajo las faldas de mi madre si te apetece, no te necesito aquí- dije molesta y el soltó una risa.
Tomé un par de pantalones deportivos y una sudadera a juego, dispuesta a irme de ese apartamento a un lugar donde me sintiera segura, Abisambra.
Kaosnocturno 🎭

ESTÁS LEYENDO
The model [CACHE]
FanficQuien se enamora primero ¿La jefa? ¿La modelo?. ***Adaptación cache*** Esta historia no me pertenece todos los créditos a su autora