7_ Juguemos a las Cartas

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Capítulo siete :

Juguemos a las Cartas


Comienza la partida.

La tensión se siente en el aire...

Okey no, pero es divertido dramatizar las cosas jeje

La partida comienza normal, una propiedad comprada por aquí, una propiedad comparada por allá , por ahora empezamos tranquilos...

— ya verás como te ganó nuevo —pronunció contando mis billetes falsos

Suelta una carcajada seca para luego hablar —por si no lo has notado tengo más propiedades que tu cafeteria —mierda.

Nick nos mira —¿por qué se dicen así? —oh sierto... Mi hermano no sabe q ya conozco al pesado que tengo enfrente, bueno no tanto, pero se podría decir que ¿de vista?

—oh bueno... Larga historia —me rasco la nuca incómoda por el recuerdo de esta mañana

—yo te la resumo —se apresura Ethan antes de que pueda seguir hablando —voy al colegio con tu hermana, en el desayuno me tito café ensima y... —se rasca la barbilla como si intentará recordar —ah si, la salve de que se resvale por el piso mojado con café —sonríe, y yo ya estoy preparada para cualquier comentario burlesco de mi hermano

—oh, JaJa—ríe bajo ante las palabras de Ethan —que pendeja estas Emma —pronuncia con su vista en el teléfono esto fue más pacífico de lo que esperaba, como se nota que está cansado .

—gracias, no lo sabía Nick —sonrió sarcástica —ahora, ¿podemos seguir con el juego por favor? Te quiero ganar lo más rápido posible, gracias.

—como diga la señorita —ruedo los ojos.

[...]

—cafeteria... Lamento informarte, pero, acabo, de, ganar, — pronuncia frenando se en cada palabra, el universo definitivamente hoy no está de mi lado, o mejor dicho ¿ alguna vez lo estuvo? —cómo has quedado en deuda por caer múltiples veces en mis hoteles te toca vender tus propiedades y lamento informarte que tus ocho propiedades no son suficientes para saldar la deuda —hace un puchero fingiendo lastima, agh Que molesto.

Había olvidado lo caros que salía cuando caías en un hotel en el monopolio, y con mi gran suerte eh caído más de cinco veces.

Genial.

—si, si como digas igual te deje ganar, me dabas lastima —estoy intentando recuperar la poca dignidad que me queda, más que nada después de haberle dicho que le iba a ganar fácilmente, la próxima mejor no digo nada antes de tiempo —a la próxima te voy a ganar —okey eso de no hablar antes de tiempo comienza ahora.

—bien. Demuéstrame qué me has dejado ganar, gana esta partida —acaso... ¿Me está retando?

—oh ehm ¿ahora? —asiente —¿una partida ahora, ahora?

—si, ahora, ahora —repite para luego curvar sus labios en una sonrisa de lado

Bostezo falsamente y finjo mirar un reloj imaginario en mi muñeca — Oh no!, pero mira la hora que es, es tardísimo!, no puedo lo siento debo descansar como sabes mañana tenemos escuela —sonrio — que pena, será para otra ocasión eh!

Revisa su reloj de muñeca, que si es real —son diez y media pasada —alza las cejas mirándome divertido

—¿y...? Soy una mujer responsable que duerme temprano —la risilla de mi hermano suena por lo bajo

Mi propio romance adolescente [✔] © original Donde viven las historias. Descúbrelo ahora