III

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Gritos llenos de ira se escuchaban por toda la casa, a ninguno le importaba si los vecinos chismoseaban, igual esto era de todos los días, para los vecinos es una rutina pero para Felix un infierno, un maldito infierno.

Hogar.

Aquella palabra que definía el amor y conexión entre personas que comparten el mismo techo y a veces la misma sangre.

Siempre escuchaba esa palabra por todas partes y siempre decían que tu familia es tu hogar, pero Felix nunca la había sentido, nunca se sintió parte de un hogar, nunca se sintió en casa, se sentía en una prisión.

Felix entró a su casa, desde afuera se escuchaban los gritos de sus padres así que ya sabía que estaban discutiendo, era algo de lo que ya se había acostumbrado, pero tampoco lo podía soportar. Subió a su habitación y comenzó a escuchar música a todo volumen con sus headphones puestos.

- ¿¡Felix!? FELIX TE ESTOY HABLANDO.

Nunca lo dejaban en paz.

- ¿Qué necesitas? -habló fríamente hacía el señor-

- Necesito que hagas la cena, la inútil de tu madre no quiere hacer una mierda.

- ¿¡Cómo mierda me llamaste!? ¡Te prohíbo que me insultes de esa manera! Felix no hagas nada, tu padre se encargará de eso, si no QUE SE MUERA DE HAMBRE.

- ¿Pueden por favor no peleat en mi cuarto?- dijo irritadamente pero tranquilo a la vez.

Por supuesto ambos lo ignoraron, Felix trataba de controlarse y no responder mal si es que le hablaban, no quería que las cosas se pusieran peor de lo que ya estaban.

- Yo soy el hombre de esta casa, así que A MI ME DEBES DE OBEDECER, no a... tú madre. Y bien, ¿qué esperas? MUÉVETE.

Para su mala suerte su mamá ya se había retirado, así que ahora él solo debía lidiar con su papá.

Felix estaba cansado, en verdad no quería que de nuevo su padre comenzará a gritar e incluso a decir disparates, iba a responder bien, pero la molestia le ganó.

Chasqueó los dientes- ¿Y tú ya no estas viejo como para prepararte tu propia comida si tanta hambre tienes?

Los ojos de su padre se pusieron aún más rojos del enojo, los tenía muy abiertos, sus puños apretados, su mandíbula tensa, estaba más enojado de lo que ya estaba cuando llegó.

- A mi no me hablas así mocoso, soy tu padre, ¿¡Me oíste!?- Agarró a Felix de los cabellos y lo acercó a él- Me vuelves a responder así y te juro que desearás no haber nacido.- lo soltó y lo empujó hacía su cama-

Felix nunca pidió nacer, si tuviera la edad suficiente se escaparía y dejaría todo atrás, pero solo tenía 15 años, faltaba mucho para que cumpliera 16, estaba decidido en irse cuando cumpliera 18 de esa casa, ya no podía soportarlo más, aunque lamentablemente debía de.

- ¡Hubieras usado condón cuando te metiste con mi madre!

Pocas veces eran las que le respondía a su padre, hoy ya no estaba de humor, acababa de llegar del colegio, quería estar tranquilo, haciendo cosas que chicos de su edad hacían y que solo podía hacerlas cuando sus padres se iban a quien sabe donde.

- JUNHO DEJA AL CHICO EN PAZ Y BAJA DE UNA MALDITA VEZ.

Su padre lo miró lleno de desprecio. Felix ya no le tenía miedo, no hasta que le pegaba, la primera vez que su padre le pegó tenía 5 años, vivía una mierda, perdió aquella inocencia desde que su padre trajo a sus amigos a la casa, Felix siempre cuando recordaba eso le daban ganas de vomitar, vio la maldita realidad del mundo a los 12 años, lo asqueroso que era él mundo y las personas como su padre.

Inmarcesible | Hyunlix [EN EMISIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora