Capitulo 3.

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Lu Yu se atrevió a garantizar esta habilidad, aunque no era una bruja.

El Rey Matai accedió sin creerlo, pero era imposible dejar a Lu Yu solo. Un grupo de personas regresó al lugar con un Mamut con ellos. La recompensa que había dejado caer la bestia sólo podía ser visto y tocado por Lu Yu. Los objetos de su interior sólo eran visibles una vez que eran sostenidos por de la mano de este.

La gente de Matai, sin saberlo vio a la bruja recién llegada ponerse en cuclillas, estiró las manos al aire con sus manos temblando.

Lu Yu estaba puramente emocionado.

Las pequeñas píldoras rojas y otras cosas que se dejaban caer antes, lo hacían directamente, sin haber ningún cofre. Abrió la caja, y miró un anillo de plata que había dentro, tragó y lo cogió.

Apareció entonces una pantalla azul claro.

[Obtener anillo de almacenamiento 1 (nivel D)]

【Espacio de almacenamiento 101,010m²】

Al mismo tiempo, la gente de Matai que estaba de pie a la distancia se quedó atónita, con caras sorprendidas. Aguantaron la respiración inconscientemente y miraron a la bruja y la cosa en su mano que parecía delgada y pálida.

Lu Yu puso el anillo en el dedo índice de su mano derecha y al instante sintió una maravillosa conexión con este.

Con una sonrisa de satisfacción, pensó en si debería llevarse el cofre (parecía de oro). Sin embargo este había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos, suspiró con pesar, se apoyó en sus rodillas y se levantó.

"Bruja, ¿qué es eso?" No hace mucho Shan Pu, que había estado a punto de matarlo, actuó como un cachorro y pregunto con cuidado.

Lu Yu levantó la cabeza, alzó los brazos y giró las manos hacia él, mostrándole el anillo colocando una expresión altiva: "Esto es algo que sólo podemos usar las brujas. Si otros lo toman morirán".

Los Matai dudaron y asintieron asombrados: "¿Para qué sirve?".

"Miren". Lu Yu se acercó al gigantesco cuerpo del mamut y puso su mano en la pata de este.

Tragó nerviosamente.

Dos segundos más tarde, el cadáver como una colina desapareció. No hubo sonido, ni rastro. Era como si este desafortunado mamut nunca hubiera aparecido.

Lu Yu entonces exhaló.

El Matai abrió mucho la boca y se frotó los ojos desesperadamente.

"Que..."

"¿Qué ha pasado? ¿Qué pasa con el mamut?"

"¡Debo estar ciego!"

...

El rey Matai arrugó ligeramente el ceño y miró hacia el lugar donde había desaparecido la bestia.

Lu Yu se sintió satisfecho con la reacción de los Matai y giró la cabeza para ver al tranquilo y serio rey. No sabía por qué, pero al ver que enarcaba las cejas, Lu Yu se asustó un poco. Sentía que veía al líder sin sonrisa, ostentando el liderazgo de la vida y la muerte...

¿No será que pensó que perdió el cadáver del Mamut?

Lu Yu quiso explicar que podía traerlo de vuelta.

El Rey Matai abrió la boca.

"Límpienlo", ordeno el Rey mientras miró solemnemente al sol que se comenzaba a ponerse, "Iremos a cazar jabalíes".

"¡Está bien!" Los Matai se pusieron serios y levantaron sus palos como respuesta.

Lu Yu se quedó atónito.

Cruzando a lo primitivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora