Capitulo 4.

54 11 0
                                    

Xia Cao se sintió desconcertada. "¿Por qué la bruja pregunta eso? ¿No es asi con todo el mundo?"

¿Con todos?

"Quizás..." Lu Yu frunció el ceño.

"¡Xia Cao, Bruja!" Un niño de piel fina y morena entró corriendo y dijo felizmente: "¡Ya se dividió la carne, Wang dice que vayan a comer!".

Xia Cao dejó las cosas en el suelo y se levantó: "De acuerdo".

Lu Yu también se levantó.

El pequeño levantó la vista y miró fijamente a Lu Yu, "Bruja, dijeron que puedes desaparecer cosas y volver a traerlas, y curar las heridas".

Se rascó la cabeza y pareció incómodo. "Yo... la culpa es mía, salí a buscar un conejo hace un momento... y no pude verlo".

Después de pensarlo, Lu Yu puso su mano delante de él, con la palma hacia arriba. De la nada apareció una pequeña píldora roja.

"Toma y cómela, después de buscar al conejo debes estar herido".

El chico amplió los ojos sorprendido: "¿De verdad... de verdad me la da?".

Lu Yu asintió con una sonrisa.

"¡Gracias bruja!" El niño tomó la píldora, la sostuvo cuidadosamente en la palma de su mano y girando su puño salió corriendo, "¡Mamá! ¡Mira lo que me ha dado la bruja!".

...

"Bruja, eso es algo tan importante..." Xia Cao se preocupó.

Lu Yu, "Está bien. Desde un principio es para que todos se curen".

Además, la píldora era del conejo que Shan Pu mató. Al final fue el resultado de su ayuda. Debería ser lógico que fuera usada por la gente de Matai.

Dicho esto salieron de la cueva.

El enorme cadáver original del Mamut ahora sólo era un esqueleto de *****, que parecía bastante aterrador. Todo el pueblo Matai se sentó en el suelo, con una hoja limpia delante de ellos y con la sangre cruda todavía escurriendo de sus manos

"Bruja, ven a sentarte aquí". Shan Pu, que estaba sentado junto al rey Matai, se levantó y llamó a Lu Yu.

Al ver lo que ocurría frente a él, Lu Yu escuchó sus llamados y se acercó en seguida. Por el camino, recibió un sinfín de regalos que llamaban su atención, especialmente el grupo de niños en el que estaba el pequeño de antes. Todos miraban a Lu Yu con entusiasmo, como una hilera de cachorros, casi sacudiendo la cola.

Shan Pu señaló un trozo de carne colocado en la parte inferior derecha del rey Matai.

"Bruja, ésta es la carne más tierna, la hemos preparado para ti. No sé si comes o no carne, tambien hay unas cuantas frutas, pero lo mejor es comer esto, debes comer carne para estar lleno, y luego tener mucha fuerza..."

"¡Si! ¡Mucha más!"

Lu Yu finalmente se percató de que algo estaba mal... ¿No tenían leña?

Lu Yu preguntó secamente: "La carne... ¿Sólo debo comerla asi? ¿Cruda?"

"Sí..." Shan Pu se rascó la cabeza. "¿A caso la bruja la come con fuego?"

¡Por supuesto! ¡Fuego de troncos! ¡Barbacoa! Tu lenguaje es tan desarrollado, ¡No me digas que no lo entiendes!

Lu Yu sonrió: "Sí".

Shan Pu dijo entonces angustiado: "Pero no sabemos hacer fuego. Los que sabían hacer fuego ya no están..." Al final, incluso hizo un mohín: "¿Qué tiene de deliciosa la carne asada? Tiene un sabor amargo y seco... ¡Ugh no! Es mejor morder que comerla directamente."

Cruzando a lo primitivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora