CAPÍTULO II: SUEÑOS

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Desde mi habitación siempre he observado a esos niños salir de sus casas despidiéndose con enormes abrazos dirigidos a sus padres, o cuando regresaban de aquel lugar en donde aprendían todas las materias que existían y luego existía un descanso con tiempo limitado para poder recrearse y aquellos niños solían divertirse con otros niños a quiénes llamaban amigos, o la vez en que aquellos niños crecieron y se convirtieron en adolescentes y podían salir luego de la escuela, ir al cine tal vez o a pasar el rato en el enorme parque que se encontraba alrededor de la calle... yo... anhelaba eso... y es que lo poco que logro recordar es que asistí a un lugar donde habían pequeños por todos lados, donde podíamos recortar figuras con ayuda de lindas señoritas que a veces utilizaban calcetines en las manos para hacernos unos pequeños discursos aniñados y graciosos... me hubiera gustado sentir esas emociones en cuanto me tocaba asistir a la primaria, pero lastimosamente no fue así, y es que mis padres no lo permitían, ¿la razón? No la sé... quizás eran sobreprotectores... ¡ja! Si claro.

***

-Mi niña, ¿otra vez ahí?, ¿en qué piensas ahora? – sujetando la hermosa y larga cabellera de la adolescente.

- Abu...- fue un suspiro de resignación-...S-solo veo las aves, ya sabes, me encanta que sean libres y puedan alzar su propio vuelo, son hermosas- apareció una pequeña sonrisa en su rostro y es que aquel vuelo era el que Myeong-suk esperaba tener algún día.

-Bien mi niña, yo sé que pronto tendrás tus propias alas y alzarás aquel vuelo que tanto deseas y poder recorrer todo lo que no puedes ahora- extendió los brazos y pidió un abrazo a aquella joven que día con día iba ahogándose en su propia casa y su única esperanza de vida eran su abuela, su pequeño hermano y el ballet.

Sung Hee sabía por lo que su nieta pasó por estos años en su familia, ella era la causa por la cual su nieta podía cumplir su sueño, o al menos uno de ellos. Cuando Myeong-suk era pequeña solo asistía al preescolar y luego en una rotunda decisión la madre de la pequeña decidió que ahora estudiaría en casa... ¿con qué razón?... ideas desbocadas atravesaban por la mente de la madre la cuál imponía y el padre solo aceptaba y es que claro el hombre de la casa solo se concentraba en incrementar su empresa y millonaria ganancia.

***

-No puedes dejar a la niña que viva todo el tiempo encerrada, tiene derecho a ir a la escuela, divertirse y poder tener amigos, aún es una niña- pedía Sung Hee que su hija dejase esa idea de un lado, y es que esa idea era descabellada.

-¡Madre!, esto no tiene discusión ya lo platiqué con Jung Soo y obviamente está de acuerdo así que no entra en discusión, ella estudiará no te preocupes por eso, pero lo hará acá en la casa.

-¡Kim Hyuna!, entra en razón...- Sung Hee estaba al límite, no podría permitir que su nieta se la viva encerrada toda su vida, debía hacer algo o al menos tratar de buscar una forma de hacerlo, pero ellos eran los padres y ellos daban la última palabra...-Bien... pero al menos piénsalo.

-Si, madre...- una respuesta floja salió de la boca de aquella mujer, que al parecer no dará su brazo a torcer.

Los días pasaron y la mujer mayor que hace unos días tuvo un pequeño intercambio de palabras con su hija acerca de la libertad de aquella pequeña que pronto cumpliría los 6, esta mujer encontró la manera en que su nieta al menos pueda tener esa pequeña libertad y que no le agobie aquel encierro al que su madre quería someterla.

***

Gracias a mi abuela es que pude al menos obtener uno de esos sueños, y es que lo descubrí a penas cuando era niña cuando ella me enseñaba esa melodiosa música que alguna vez lo escuché cuando veía aquel dibujo de una hermosa mujer con delicado rostro y delicadas manos, parecía un ángel, aquel ángel que tenía como amigos aquellos pequeños ratones... esa misma canción que emanaba de su encantadora voz aquella que por mi abuela bailaba hasta que no sentía mis pequeños pies... me encantaba... la amaba... amaba aquella sensación que repercutía por la punta de mis pies y se elevaba hacia la extensión de mis brazos, y aunque aquellos pasos eran torpes mi abuela siempre me felicitaba por poder ejercer esa pequeña fuerza en aquellos pequeños bailes que podía mostrárselos cada vez que me visitaba.

VOLAR LIBRE |YUWIN| <3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora