Capítulo 1

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Hola mi nombre es Clara, y a los dieciséis me diagnosticaron anemia aplásica. Y te preguntarás ¿Que es eso? Pues.... mi cuerpo no produce la cantidad necesaria de células sanguíneas. Mis células madres de la médula ósea están dañadas, por los que no pueden producir la cantidad necesaria de células sanguíneas ( glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). Vale, ¿no entiendes?. Yo tampoco lo entendí cuando el doctor nos lo explico a mi madre y a mí, intentaré ser más precisa. los glóbulos blancos, rojos y las plaquetas son muy importantes para mantener a salvo el organismo, y como mi cuerpo no produce las necesarias para estar protegida pues no estoy del todo bien.

Cada uno tiene su función, los glóbulos rojos envían oxígeno al cerebro, los glóbulos blancos se preparan para combatir virus y enfermedades y las plaquetas se encargan de cuagular la sangre y hace que en una herida se agrupen y eviten el desangrando y bla, bla bla, me lo sé de memoria y es lo mínimo que puedo hacer, al fin de cuentas es mi lucha diaria, ¿No?.

¿Cómo descubrí que lo tenia? a los dieciséis mi madre me llevó hacerme unos exámenes porque había durado un mes con la menstruación, fue una tortura la verdad, sangraba mucho ¡¡DEMASIADO!!. Así que mi mamá me llevó a una consulta al ginecólogo, y pues no tenía nada que ver con mi ciclo menstrual así que me mandaron hacer otros exámenes y estudios y así fue que la descubrí.

¿Es letal ésta enfermedad? Sí. Pero hay un tratamiento, el cual debo seguir para estar bien. Bueno ya no te quiero aburrir contándote sobre mi enfermedad, así que te contaré un poco sobre mí para que no creas que todo es trágico.
Tengo diecinueve, nací el 16 de mayo, tengo dos hermanos y....

- ¡Clara! ¡¡CLARA!!-
Ok dejemos el pequeño resumen de mi vida hasta acá.

-Clara llegaremos tarde a la consulta-
Oí a mi madre decirme desde la sala

--¡Ya estoy lista- le dije a la mujer terminando de atar mis rizos rojos en un trenza.

Salí y encontré a mi hermana y a mi madre en la puerta lista para dirigirnos hacía el hospital. Subimos al coche a emprender nuestro camino hacia este dicho lugar (mi segunda casa). Últimamente iba a menudo por mis chequeos, ya estaba aburrida de ver la cara del doctor Wesly. Esta vez tenía que ir a ver si mi última transfusión de sangre tubo buenos resultados.

Encendí la radio para escuchar música al azar, giré hacia la ventana y comencé a observar las calles de mi ciudad. El camino fue silencioso, de vez en cuando hablábamos alguna que otra chorrada para molestar a mi hermana sobre su nuevo novio.

Llegamos al dichoso hospital, y lo primero que ví fue a mi querido doctor, recibiendome con los brazos abiertos.

- ¡Hola Tomy!- le dije al señor cuarentón que estaba justo delante de mí.

-¿Cómo va todo Clear?-le puse mala cara.

-Voy a ignorar que finges confundir mi nombre por milésima vez- no me agradaba mucho que me llamara con otro nombre que no fuera el mío, ¿Quien carajos era Clear?.

-¡Oh! vamos Clear, sabes que eres mi paciente favorita-dijo el hombre con una sonrisa burlona.

- Ok señorita Clara, a lo que vinimos- entramos al consultorio mi madre y yo, mientras que mi hermana se quedaba en la sala de espera leyendo algunas revistas.

-Hace una semana fue tu última transfusión de sangre, ¿Cómo te haz sentido en estos días?-me preguntó Wesly un poco serio

-Pues bien, no me he sentido tan cansada como de costumbre, así que estoy bien, supongo.-

Wesly comenzó hacer un par de preguntas más hasta que la conversación dió por terminada

-Bien. Tengo buenas noticias para ustedes..., el tratamiento está funcionando. La sangre que se te ha transferido responde bien a tu organismo. Te voy a recetar unas nuevas vitaminas, y deberás venir dos veces al mes para tu chequeo médico- mi madre y yo comenzamos a saltar de la emoción. Por fin algo iba bien conmigo, los últimos meses yo no daba mejoras y mira quién se está recuperando.

- Pero no cantemos victoria antes de tiempo, tenemos que seguir estudiando tu caso pero por el momento todo se encuentra bien-.

- ¡Oh buuh! Tienes que arruinar nuestra pequeña celebración- mi madre y yo reímos.

- Jannet ésta es su nueva receta, las veré en la próxima consulta- Nos despedimos de Tom y salimos de allí con una sonrisa gigantesca en nuestro rostro.

-¿Qué pasa?- preguntó mi hermana al vernos tan contentas.

-Nos acaban de decir que el tratamiento está funcionando- le dijo mi madre muy conmovida, y Gaby me dió un fuerte abrazo. Salimos del hospital y nos acercamos al coche.

-¿A dónde quieres ir hija?-mi hermana iría a su preparatoria, por lo que mamá la llevaría y luego se iría al trabajo.

-Iré al parque que está cerca, las veo más tarde- saqué mi mochila del coche y me despedí de mamá y de Gaby

-Bien hija, más tarde llamaremos a tu padre y a tu hermano para contarles la noticia. Ve con cuidado-

Comencé a caminar. El parque no estaba tan lejos del hospital, quedaba a unas pocas cuadras. Mi plan era ir allí a dibujar lo primero que viera. Para mí dibujar es un hobby, pero es algo que me apasiona y me gusta mucho, me ayuda a expresarme y muchas veces dibujo mis estados de ánimo, siento que me expreso más con mis dibujos que hablando.

Llegué y me senté en unos de los bancos y saqué mi libreta para dibujar. La verdad el lugar estaba poblado, habían niños jugando con sus pelotas, habían parejas, y perros con sus dueños. Me dediqué a dibujar el césped verde y a una niña sentada en este recostada de un tronco viejo, estaba muy concentrada en lo que hacía y unos pocos detalles después ya había terminado.

Decidí disfrutar de el ambiente un rato, me iría bien tomar aire fresco. Comencé a observar a las personas y me fijé en alguien en particular, era un chico bastante atractivo la verdad, no era tan alto, un poco robusto y era castaño, mi debilidad. Venía acompañado con un Golden, el perro ya estaba un poco viejo pero seguía siendo adorable.

El chico comenzó acercarse hacia mi dirección, y se sentó a dos bancos de mí. Ok el chico llamó mi atención. Estoy enferma pero no significa que perderé la oportunidad de ligar, lo haré de la manera más original posible. Comencé hacer un pequeño retrato de él y su perro, ok es muy loco lo que haré.

Comencé a caminar hacia él

- ¡Hola!-

El chico me miró un poco extrañado, pero aún así me sonrió gentilmente.

-¡¿Hola?!- me respondió un poco confundido

-Me llamo Clara, estaba sentada por allá dibujando- señalo el banco en el que estaba hace un momento- me inspiré un poco e hice éste pequeño retrato de ti y tu perro, así que vine a entregártelo.

Toma la hoja y se queda mirándola por un momento, observa cada detalle del dibujo y me mira sorprendido

-¡Vaya! ¿En qué momento lo hiciste?- me miró atónito y con emoción.

-Hace un momento, buscaba inspiración y llegó- fue buena manera de llamar su atención

-Pues eres muy buena en lo que haces, me gustó mucho. Gracias-

El dibujo era un retrato a caricatura y lo pinté con acuarelas, creo que lo que más me gustó en el dibujo fue el perrito.

-Me llamo Christian pero puedes decirme Chris, es un placer Clara-

-Me alegra que te haya gustado el dibujo- lo miro un poco coqueta.

Su perro comienza a olfaterarme, y le acaricio la cabeza -Hola bonito, ¿Cómo se llama?-

-Pakun- me respondió con una sonrisa amable.

Pasamos un buen tiempo hablando, es un chico agradable y muy atractivo.
Pero no todo es para siempre, se despidió y se marchó.

El Diario de Clara [EN ACTUALIZACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora