Capítulo 4

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Y aquí me ven, con la cara color carmecí  camino a Big coffee. Quiero aclarar que solo vine por comida para Ruffus, y casualmente el local queda muy cerca de la cafetería, así que decidí pasarme por ahí para ver si Christian estaría ahí y pedirle de nuevo su número, porque como siempre, tengo tanta mala suerte que tiré la servilleta en dónde estaba escrito su número de teléfono. Así que... aquí estoy y ya no hay vuelta atrás. Me acerqué a la barra, y ahí estaba con su uniforme sirviendo un café, pediría uno de esos cupcakes que me obsequió aquel día para llamar su atención.

—Me das un cupcake con chispas de chocola....— el chico se dió la vuelta y... Puede detallarlo mejor, no era Christian quien servía café, de hecho era un chico muy parecido a él si lo ves de espalda.

—¿Un cupcake y.....?—

—¡Oh hola!— otro chico salió de la caja registradora y me saludó amablemente. Ya lo recuerdo, es el moreno que nos interrumpió el otro día, estaba muy insistente con que Christian regresara a la barra.

—¿Puedo ayudarte?—

—¡Oh! Bueno emm... Vengo a buscar a Christian, ¿Él está aquí?—

—No, Christian solo trabaja aquí los fines de semana. Pero dime qué necesitas, tal vez puedas dejarle un mensaje o.....— lo interrumpí en seguida

—Es que perdí su número, ¿Tu lo tienes?— El chicho quedó perplejo, pero solo asintió y comenzó a escribir el dichoso número otra vez en una tarjeta.

—Toma, aquí tienes. ¿Vas a querer el café?—

—¡Oh! Cierto. Sí, dame un descafeinado y una galleta de avena—

El moreno se dirigió enseguida a preparar mi orden y fue en ese momento entonces que aproveché y lo anoté en mi celular para así no perderlo otra vez. El chico trajo lo que le pedí y me sonrió muy amablemente.

—Por cierto me llamo Marco, si quieres le envío tus saludos a Chris— solo asentí y me marché del lugar.

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Al llegar a casa me encontré con la grata sorpresa de la llegada de mi padre y mi hermano Iván, ellos llevaban fuera unas cuantas semanas por asuntos de trabajo, pero que bueno que ya están de regreso los extrañaban un montón.

—¡Hola linda!, Te eché de menos— Mi padre se levantó del sofá y me recibió con los brazos abiertos y me estrujó fuerte como suele hacer.

Mi padre es un señor cincuentón barbudo, y aunque no lo crean no está calvo, tiene sus años pero aún tiene buena forma. Mi madre dice que era muy apuesto en su juventud y le creo, también dice que era igual a Iván cuando estaba joven. Tiene esa fachada de padre sobreprotector y un amargado con varios tatuajes, pero esa solo es una armadura. Mi padre en realidad es el hombre más dulce y divertido que he conocido, es increíble lo amo. Claro a veces es un poco protector con Gaby y conmigo pero lo entiendo somos su tesoro.

—¡Pa! ¿Cuando llegaste?— se ha quitado los zapatos y la corbata, así que deduzco que fue hace poco.

—Hace como media hora cariño. Me alegra que hayas llegado, así me ayudas con la sorpresa que le quiero preparar a tu madre. Ella cree que debería de llegar el jueves, pero como ves ya estoy aquí—


Owww pa, mi madre se llevará una linda sorpresa— cómo ya lo dije mi papá es el hombre más romántico y dedicado a su esposa, creo que es por el que tengo mis expectativas tan altas, mi madre y el tienen ese amor verdadero que solo se ve en las películas y en las novelas románticas.

—Claro que te ayudaré, solo dime qué hay que hacer—

—Más tarde lo planeamos, ok—

—Vale. ¡Oye! El coche de Iván está afuera, ¿el está arriba o salió a no se donde como siempre?— 

—Si hija mía, tu hermano está arriba en su habitación. Si vas a subir no olvides tocarle la puerta a ese cascarrabias— subí apresuradamente y escuché a lo lejos el mensaje de mi padre pero lo ignoré por completo, y obviamente entré sin avisar y encontré a Iván muy cómoda dormido en su cama.

—¡HOLAA EVIE! ¡DESPIERTA!— salté en su espalda, cosa que lo alarmó y despertó enseguida.

—¡DIOS CLARA! Odio cuando me despiertas así, ¿no te han enseñado a respetar el sueño de los demás?—

—Si, pero no vale cuendo llevas varias semanas sin ver a tu hermano favorito y cuando por fin lo ves el está dormido. Si yo fuera tú, le daría un gran abrazo a mi hermana favorita—

—GABYYY— comenzó a gritar el tarado este solo para hacerme molestar.

—Me siento muy indignada con tu indiferencia— comenzó a reír y me dió un fuerte abrazo—

—¿Cómo te haz sentido zanahorias?— lo miré con mala cara.

—Voy a ignorar totalmente ese estúpido apodo, pero que te puedo decir mi querido Iván, todo está mejor a como  suele estar. No me he sentido mareada, he tomado todas mis pastillas, y por cierto.... Wesley dijo que con la última transfusión todo está perfecto, así que solo debo poner de mi parte y hacer todo lo que el doctor me diga—

—Cierto, hablamos eso por Skype el otro día. Linda, ¿Te parece si vamos por un helado?, Si quieres podemos invitar a Amy—

Antes de que me hagas la pregunta, Amy es la novia de mi hermano. Tenemos una buena relación, sobre todo porque ella es muy fría y es la que manda en la relación y también porque siempre tenemos muy buenos temas para conversar, ella es psicóloga y a mí hablar de eso se me hace muy interesantes. Es gracioso porque Iván es todo lo contrario a mi padre, no le va la cursilería y da su amor como le salga. Él y Amy hacen una rara pero bonita pareja.

—Me parece muy bien, ya la extraño —

—Perfecto, espérame abajo mientras me cambio—

Al bajar las escaleras papá se encontraba en la cocina preparando un pollo al horno, bueno haciendo el intento. Estaba rellenando el pollo con trozos gigantes de pimentón y sobrepasó los límites de condimento.

—Papá cómo soy tu hija y te amo, debo decirte que como cocinero creo que serías arrestado por provocar una ola de intoxicación—

—Si la personita que me ofreció su ayuda estuviera aquí supervisando, este señor no estaría arruinando la cena— me habló mirándome de reojo.

Gaby y yo terminamos ayudando a papá en la cocina pero realmente fue Gaby quien se llevó el crédito; ella es una exelente cheff, yo solo fuí un estorbo al igual que papá. Mientras Gaby se encargaba de la cocina, papá, Iván y yo salimos a comparar algunas cosas para la cena de hoy. Compramos una botella de vino ya que a mamá le encanta, también compramos su tarta de limón favorita y al regresar buscamos a Amy como invitada de la cena.

Al llegar a casa nos arreglamos para dicha cena, yo me encontraba armando la mesa con papá y ahora solo nos quedaba esperar a mamá. En la espera invité a Sofía a venir a cenar con nosotros también pero dijo he llegaría un poco tarde.

Todos ya estábamos ubicados en la mesa charlando en la espera de nuestros invitados, cuando de pronto se escucharon unas llaves en el cerrojo de la puerta principal. Apresurados nos levantamos de la mesa y nos acercamos al sala que está justo en frente de la puerta. Ésta se abrió y tras ella se encontraban dos personas, y si piensan que la otra persona es Sophia pues están equivocados.

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2022 ⏰

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