Es posible que lo logre, su determinación es como la de ninguna otra pero lo que me detiene a dejarla entrar no es el creer que no lo va a lograr, es creer que lo logre. Unas cuantas personas han intentado hacerlo, ayudarme, y han entrado a mi vida con el mismo entusiasmo que ella tiene ahora y han salido muy lastimados. No quiero que eso le pase a ella. No quiero que el brillo tan increíble que tiene su mirada se vaya.
La miro, sentada en el sofá de cuero negro de mi oficina, con ese brillo en su mirada y lo único que puedo pensar es en que no quiero que ese brillo se apague. Ciertamente es una mujer sumamente hermosa, pero eso no es lo que me hace querer tenerla cerca, es su mirada. Esa mirada tan intensa, tan feliz y tan brillante es lo que me hace estar cerca a pesar de que crea que pueda hacerle daño aunque sea indirecto, aunque no quiera hacerlo pero no puedo alejarme.
Es egoísta, lo sé. Muy, muy egoísta de mi parte no apartarme de ella aún sabiendo que no soy lo mejor para ella. Destruí una familia, destruí relaciones e incluso personas, lo sé, por eso creo que no la merezco, no merezco estar cerca de su increíble ser ni por un segundo, pero eso ya no está en mis manos.
Mientras estoy en el escritorio, comienzo a analizar las cosas que pasan por mi cabeza. Mi padre, mi madre, Alex, Mia, como ya he dicho anteriormente, vaya vida de mierda. Pero esta vez debo poner de mi parte, debo intentar ayudarme a mí mismo a salir de este infierno, es un hecho.
No debo hacer esto por mí, debo hacerlo por ella. Porque soy consciente de que a pesar de que varias personas intentaron ayudarme nunca lo intenté, nunca intenté salir de la oscuridad que me persigue. Pero ella, ella lo merece, merece este esfuerzo.
Muchas personas dicen que si una persona quiere mejorar debe hacerlo por sí mismo, no por nadie más y tal vez tengan razón porque al crear una nueva estabilidad en base a otra persona se pierde la independencia emocional lo que conlleva a una una dependencia emocional hacia la persona con la formaste la nueva estabilidad. Pero creo que es hora de correr un riesgo.
–¿Chase?– dice Jade sacándome de mis pensamientos.
–Sí, sí ¿qué pasa?
–No lo sé, te veías perdido.– dice mirándome
–No pasa nada, tengo que hacer una llamada. Espérame aquí en lo que salgo y la hago.
–De acuerdo. ¿Hay algo que pueda hacer en lo que vuelves?
–Daniel ya viene subiendo. Trabaja con él en lo que te diga mientras vuelvo.– digo tomando mi móvil y dirigiéndome a la salida.
–Sí señor.– dice y río por lo bajo.
–Vuelve a decirme así y nuestra amistad no durará mucho linda.
–¿Cómo así?
–Te dejo para que lo pienses.– digo y salgo de la oficina.
En lo que salgo al pasillo Daniel viene entrando al piso de mi oficina. Se detiene al verme y le señalo mi oficina con la cabeza, él asiente y se dirige a donde le indiqué.
Vuelvo a centrarme en mi teléfono y dudo unos minutos antes de marcar el número que tengo en la pantalla, pero lo hago. Llevo el teléfono a mi oído y espero a que respondan del otro lado de la línea.
–¿Sí?– responden
–Madre, soy yo, Chase.
–¿Para qué llamas Chase?
–Creo que es necesario que sepas que el día de mañana voy a organizar una cena en nombre de Alex. Va a ser en una de las salas de conferencias y la voy a utilizar como salón de reunión mañana para hacerlo que quiero hacer.
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Entre tú y ellos
RomanceChase, un chico de 18 años tiene conflictos constantes con quienes dicen ser sus amigos. No hacen más que hacerlo cuestionarse su existencia y la importancia para sus seres queridos. Desde hace año y medio se ha sentido como el ser mas insignificant...