Me encontraba en los brazos de Jule, quien intentaba tranquilizarme sin éxito, no podía pensar sin que Siara atravesara mi mente y con ella mis ojos se volvieran cataratas, solo quería que todo se callara y que el mundo se detuviera por al menos un segundo.
Desgraciadamente hasta el dormir se me complicaba, así que en el momento menos esperado desperté, quería volver a dormir, al menos huir a otro lugar en el que ella no existiera, pero no había descanso, el insomnio era ahora mi compañero, mi invitado no deseado en mi cama.
Deseaba dormir, pero al no poder solo podía dar vueltas en mi cuarto, sentía como si el aire poco a poco fuera menos, respiraba rápidamente y mis ojos no paraban de doler de tanto llorar, fue en ese momento que decidí escaparme de mi casa a dar una vuelta.
Las calles se veían inmensas y la luz escaseaba, pero aun así decidí ir a pie a el parque cercano a mi hogar, no se ponían mejor las cosas, pero el simple hecho de estar en un lugar solo, en donde poder hablar y gritar libremente me hizo sentirme un poco mejor, fue en ese lugar solitario que al dejarme llevar lancé un grito al cielo, pidiendo que ese dolor se detuviera.
Luego de un tiempo de caminar sin rumbo volví a mi casa, en donde solo me mantuve acostado pensando en cómo cambiarían las cosas.
Apenas la luz solar entró por la ventana supe que tendría que cubrir mi tristeza con una sonrisa vacía, y así fue como mi madre y el camino a la escuela me vieron.
Pero al pasar las puertas de la escuela Siara llegó corriendo conmigo con los ojos llorosos, ella me intentaba hablar, pero solo escuchaba el sonido del silencio de sus labios.
Temía lo que dijera sobre aquel hombre, sobre mí o sobre ella, así que solamente me hice a un lado dejándola sola en aquella entrada.
Durante las clases mi mente me abandonaba, así que intentaba disociar para no hacer un show en aquel salón, de esa manera estaba en algún otro lugar mejor, en las canchas de basketball o en aquellos bosques a los que solía ir de niño.
Cuando menos me lo esperé volví a dormirme logrando encontrarme de nuevo con Jule.
-¿Qué haces tan temprano?- Me dijo.
-Lo mismo me pregunto de ti, ¿No tienes clases?- Me pregunto.
Fue ahí que le dije la verdad, que me había quedado dormido en mi clase.
-Al parecer eres algo irresponsable, ¿O no?-
-La verdad no suelo serlo, pero con todo lo de anoche no aguante el estar despierto, ¿No serás tú la irresponsable?- Le dije.
-No, he tomado clases en línea estos últimos meses, como estoy con un tratamiento he tenido problemas psicológicos y algo de sarpullido- Fue algo inesperado de Jule, pero a la vez algo bueno para conocerla más.
Luego de aquella explicación mi curiosidad sobre ella se disparó, ¿Estaría bien aquella chica a la que sin darme cuenta había empezado a querer?, le pregunté pero mencionó que solo era una reacción alérgica a un arreglo de su físico.
Después de eso logramos salir de aquel tema con su bella voz preguntándome sobre Siara, a lo que le expliqué lo sucedido en el día, pero al poco tiempo de contarle escuche a mi profesora regañandome por dormirme en su clase entera.
Luego de aquella clase no volví a dormirme en las clases, así que pase aquellas clases disociando en escenarios ficticios que jamás viviría.
Fue hasta la salida que Siara se me acercó, rogándome el escucharla.
- Siara... No quiero escuchar tu amor por otra persona, ya sé que amas a otro así que lo mejor es que cada uno continúe por su camino- Le dije.
-No era lo que parecía... No lo amo, si fuera por mí ni siquiera le hubiera hablado.- Gritó mientras de sus ojos escurrian lágrimas sin cesar.
Al escucharla decir eso se me vino una idea de que pudo pasar, idea que ojala no fuera real, por que el simple hecho de que fuera lo que pensaba era horroroso.
Ambos nos fuimos, logrando así huir de nuestros demás amigos.
-Dime que no es lo que pienso ahora- Le dije deseándolo aún más fuerte.
-Pues lamento todo... Pero es lo que piensas ahora... Mi familia tiene demasiados problemas económicos y decidieron que hiciera las únicas cosas en las que sirvo.-
Con escuchar eso de seguro ya sabían lo que ocurría...
La familia de Siara siempre tuvo problemas, el dinero no era suficiente y con la adición de su madre solían necesitar siempre más de lo que podían conseguir, su hermana Vica y sus padres solía trabajar hasta noche en distintos lugares para obtenerlo, pero cuando los problemas eran demasiados Siara era su solución.
Ella era hermosa en comparación a su hermana, quien era de complexión media, un cabello rizado y esponjado, unos rasgos rudos y con marcas de un acné pasado, sin duda una chica totalmente distinta a Siara.
Al inicio buscaban trabajos de modelo para Siara, pero por su posición les era cada vez más complicado el encontrarlos, así que con el tiempo decidieron el usar la belleza de Siara en otras cosas, llegando así a venderla por citas.
Intentaron que su negocio fuera a más, pero cuando iba a empeorar les ayudé a que se detuvieran, lastimosamente al parecer no había sido suficiente ya que las citas habían regresado.
Luego del tiempo que estuvimos platicando y caminando llegamos a la casa de Siara, en donde ella intentó convencerme de dejarla, pero el simple hecho de saber lo que la obligaban a hacer fue lo que me hizo entrar a su casa a enfrentar a Vica o a sus padres.
Al tocar la puerta Vica la abrió, así que apenas la vi le grité lo cruel que era, logrando tirar un cuadro que adornaba la entrada por tanto ruido.
La escena era algo fuerte, pero justo cuando iba a sacar a la fuerza a Vica para llevarla con la policia Siara y sus 2 pequeños hermanos me detuvieron.
-Si lo saben mis padres y ella irían a prisión... Aila, Milo y yo no tuvieramos a donde ir ni con qué pagar todo... Déjala por favor.- Me gritó.
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Amor de sueño
RomanceMark empieza a tener sueños algo extraños, sueños donde puede ver a una chica llamada Jule, ellos empezaran a hablar y poco a poco se conocerán, pero ¿Todo en los sueños es real?