𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐒

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EXILE
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CAPÍTULO DOS

HABÍA UNA COSA QUE ODIABA, LA HIJA DEL MATRIMONIO BENETH, y eso era el tráfico en Nueva York

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HABÍA UNA COSA QUE ODIABA, LA HIJA DEL MATRIMONIO BENETH, y eso era el tráfico en Nueva York. Si tan solo no se le hubiera hecho tarde esa mañana, no tendría que estar lidiando con eso. Alice sabía que en metro podría llegar más rápido, pero el hecho de estar siendo casi aplastada en un vagón, no era tanto de su gusto, y aunque quisiera, su padre jamás se lo permitiría. Por lo cual la mayoría de las veces solía llevarla uno de los ayudantes de su padre. La joven de ojos azules, bufó mientras se cruzaba de brazos sobre su asiento, teniendo en cuenta que llegaría tarde a su primera clase, y que era muy poco probable que la dejaran entrar.





— Tu madre me contó cómo te ha ido en la escuela. — La voz de su padre la sacó de sus pensamientos. Aunque su vista seguía puesta en los carros y edificios que se veían por el vidrio del auto. Alice soltó un "Mmjj" esperando a que continuara. — Ya se que no quieres esta platica de nuevo, cariño. Por lo cual iré directo al punto. Tus exámenes finales están por llegar, y tienes mejorar tus calificaciones en tu penúltimo año. Creemos tu madre y yo que si será necesario que te consigamos un tutor, para que te ayude con aquellas clases que se te dificultan. — La voz de Alfred Beneth siempre era muy fluida. — es... es Calculo y Quimica, si no me equivoco, ¿cierto?




— Si, papá. — Respondió por inercia mientras se llevaba una mano hacia su cabello. — Calculo y Química, siempre se me han dificultado.






— Lo se, y por eso trato de ser un padre más comprensible, Alice. — Respondió Alfred. Entonces fue cuando se dispuso finalmente a mirar a su padre.







Alfred no era un mal padre, de eso estaba segura Alice. Sabía que todo el sacrificio que había hecho había sido para que ella estuviera donde está ahora. Además de que era un poco ausente por sus negocios, pero hasta el momento nunca la dejó de tratar como una princesa. Ella era la única hija que tenía, y haría cualquier cosa por ella.







— Hablaré con alguno de tus maestros, para que nos digan quien es el alumno más calificado para que te ayude, no me interesa si le tengo que pagar, con tal de que cumpla con su finalidad. — Terminó de decir. — Quiero lo mejor para ti.






Los ojos azules de su padre la miraban fijamente dándole una mirada reconfortante, Alice se dedicó a darle una sonrisa de labios cerrados para después decir:






— Quieres lo mejor para mi, pero ya estoy llegando tarde a mi primera clase por tu culpa — Soltó con burla su hija.






𝐄𝐗𝐈𝐋𝐄 → 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 𝐏𝐚𝐫𝐤𝐞𝐫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora