𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐎

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EXILE
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CAPÍTULO UNO


ALICE BENETH TENÍA BUENOS RECUERDOS DE SU VIDA, desde que era una niña

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ALICE BENETH TENÍA BUENOS RECUERDOS DE SU VIDA, desde que era una niña. Por lo cual recordaba que su vida no siempre habían sido lujos y detalles como lo eran actualmente, ella recordaba perfectamente que su padre había entrado en banca rota, las discusiones entre él y si madre por problemas de dinero no faltaban en la casa. Pero de un momento a otro, su padre había comenzado a colocarse en la cima de una manera muy rápida, llevándolas a ella y a su madre a donde estaban ahora. Alice llevaba una vida muy buena vida y no podía quejarse. Su padre se la pasaba trabajando y casi no se encontraba en casa por "negocios". Por lo que ella se la pasaba normalmente sola en su casa, o en una de las varias cafeterías que tenía su madre. A veces se ponía ayudar a su madre a preparar algunos postres y otras veces se dedicaba a sentarse en un rincón mientras leía algún libro. O a veces se dedicaba a espiar a un chico en especial que la mayoría del tiempo solía visitar la cafetería de su madre.







Como en esos momentos exactamente, los ojos azules de Alice se dirigieron hacia la entrada de la cafetería, donde la campana de la puerta alertaba que un nuevo cliente había entrado. Ahí se encontraba el, llevaba su cabello estaba rebelde como de costumbre, y en una de sus manos sostenía una patineta. Peter Parker era un chico de dieciséis años que cursaba su penúltimo año en Midtown, igual que Alice. Solamente que el chico no sabía sobre ella, como ella anhelaba.




Alice se sabía de memoria lo que siempre pedía, un gran pedazo de pan blanco y un pretzel (que por cierto ese último, el se lo comía) . Vio como una de las chicas que atendían la cafetería de su madre le daba lo que pedía el castaño, mientras no dejaba de darle un par de sonrisas coquetas. Las cejas de Alice se elevaron de sorpresa viendo como le coqueteaban al chico con el cual tenía un crush (por así decirlo), vio la reacción incómoda de Peter, y como se limitaba a evadir las miradas que le daba aquella trabajadora. Sintió como sus cejas se fruncían. Se levantó de su lugar mientras cerraba el libro que se encontraba leyendo antes de que Parker apareciera en la cafetería y se dispuso a dirigirse al mostrador, donde se encontraba Peter y la trabajadora.





Una sonrisa amigable se formó en su rostro una vez que se colocó detrás del mostrador, quedando frente a Peter. El cual colocó sus ojos en Alice cuando se hizo presente ahí.





— ¿Hay algún inconforme, Jones? — Le preguntó Alice a la trabajadora.  — Veo que estas retrasando a otros clientes — Hizo señas hacia algunas personas que se encontraban esperando su turno. — Que también quieren hacer su pedido, y te encuentras coqueteando en tus horas de trabajo.  Además el chico se nota incómodo ante tu insistencia.






Peter Parker trató de ocultar una sonrisa que empezaba asomarse de sus labios ante lo que había dicho la joven de ojos azules. La trabajadora tenía los ojos de par en par ante las palabras de la que parecía ser dueña del lugar, o eso creería Peter si no supiera quien era realmente la chica. Alice Beneth, claro que sabía quien era, siempre la veía en la cafetería sentada en una mesa del rincón leyendo algunos libros, que en su mayoría eran de ciencia ficción. Además de que estudiaba con ella en Midtown y estaba al tanto que no era una de las mejores estudiantes pero tampoco de las peores, pero si le había tocado ver como la reprendían varios profesores varías veces. Y es que Peter siempre solo la veía, no podía hacer otra cosa más que solo verla, ella era una chica hermosa y de alta clase, que no parecía ser el tipo que quisiera juntarse con el nerd de Midtown. Pero ahora se encontraba ahí, frente a ella. Su cabello se encontraba suelto y en ligeras ondas y su piel blanca hacía que sus ojos azules resaltaran.





— Entonces llevas un pan blanco y un pretzel, ¿cierto? — La voz de Alice lo sacó de sus pensamientos e hizo que se diera cuenta que probablemente había parecido un tonto mirándola embobado. Peter comenzó asentir un par de veces seguidas.





No sabía en qué momento la trabajadora se había ido y Alice había reemplazado su lugar.





— Si... si, es todo. — Respondió el castaño ante la mirada de la joven. Sacó el dinero para pagar, ya que sabía exactamente lo que tenía que pagar, porque siempre iba a comprar lo mismo.  Alice le dio su cambio y antes de que el chico se diera la vuelta, la hija de la dueña de la cafetería le habló.




— Ten. Un detalle para los clientes frecuentes. — Una pequeña caja con un pastelito de zanahoria le ofrecía Alice. Peter lo aceptó mientras daba las gracias. — De nada. Vuelva pronto y disfrute su compra.






Le sonrió amablemente. Peter parpadeó un par de veces mientras salía del lugar. ¿Acaso ya lo ubicaba de las tantas veces que iba? Eso parecía. El joven no quiso hacerse más expectativas altas, por lo cual bajó al piso su patineta y se subió en ella para dirigirse hacia la casa de sus tíos.





Alice observó cada movimiento que hacía Peter desde que había salido de la tienda a través de una de las grandes ventanas de la cafetería, hasta que lo perdió de vista. Le habló a otra de las trabajadoras de la cafetería para que tomara el lugar en la caja y se dirigió hacia otra habitación donde se encontraría su madre.




— Jones está despedida, mamá. — Le informó la joven a su madre.




Margaret Beneth se encontraba haciendo anotaciones en una pequeña libreta, su vista no se elevó de lo que estaba haciendo y solo se dedicó asentir.


— De acuerdo, Linda. — Habló su madre. — Tengo que hacer el inventario, me quedaré hasta tarde. — Informó — Puedes irte a casa, me imagino que debes tener deberes. El profesor Jacobs me habló y me dijo que estabas atrasada con algunos trabajos. — Alice rodó los ojos. Por supuesto que le iban a llamar. — Si no mejorabas iba a ser necesario que se te nombre un tutor que te dé clases.





Margaret por fin levantó la mirada de la libreta para mirar a su hija con sus penetrantes ojos azules.





— Hago lo mejor que puedo, ma. — Suspiró la oji-azul. — Pero es que me es muy difícil entender Calculo y Quimica. Cuando apenas estoy entendiendo un tema, el profesor ya va a uno nuevo. Soy muy lenta.






— Linda, yo entiendo que no se te den algunas materias, yo sé que eres mejor en otras cosas, pero, tu padre es el que quiere que te vaya bien en la preparatoria, quiere lo mejor para ti, queremos lo mejor para ti.







Sus padres podrán tener una gran fortuna, pero algo que se había dicho en su familia muy seguido era que, no teníamos que atenernos a algo que probablemente podría desaparecer de un momento a otro. Eso le había sucedido en algún momento a su padre, se confió y terminó perdiendo todo su dinero, por lo cual, Alice sabía que no quería que la historia se volviera a repetir.




— Lo sé.













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EALEEEEEEEE
AQUÍ EL PRIMER CAPÍTULO DE EXILE
espero que con ese hayan tenido una pequeña introducción hacia la personalidad de nuestra protagonista jeje
Espero les haya gustado el capítulo
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𝐄𝐗𝐈𝐋𝐄 → 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 𝐏𝐚𝐫𝐤𝐞𝐫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora