VIII: El Hijo de Zeus y La Hija de Poseidón

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Aquí estoy. De pie delante de todo el campamento, y con un halo de luz rodeando el signo que tengo encima de mi cabeza. Es el signo de mi padre. Me ha reconocido. Todo el campamento me mira como si no pudiesen creer lo que están viendo. Estaba en otro mundo, intentando asimilar todo lo que estaba pasando, cuando de repente, todo el campamento se arrodilló ante mí. No me lo podía creer. Todo el mundo, incluidos Quirón y otro señor gordito que no conocía, estaba arrodillado ante mí. ¿Se puede saber por qué lo hacían? ¿acaso mi padre o cualquier otro dios había bajado darme la bienvenida y todos se habían arrodillado por eso? No no lo creo, no soy tan importante como para eso. De repente, una voz, la de Quirón creo, dijo:

- ¡Jason Grace! ¡hijo de Zeus, dios del cielo y el universo y Rey de los dioses!

Oh dios mío, así que él era mi padre. Era hijo de uno de Los Tres Grandes, el hijo del dios más poderoso de todos. Lo cual significaba, que él también había roto las reglas. Instintivamente, miré hacia donde estaba Tina. Estaba de pie. Mientras todos estaban arrodillados, ella estaba de pie. Si que era valiente. Yo no querría despertar la ira de su padre ni en mil años, bueno, aunque tampoco querría despertar la de ella, parece que no se deja pisar.
Lentamente, Tina se mueve de su lugar y avanza hacia mí. Sus ojos desprenden un brillo especial, bien puede ser por preocupación, porque ya sólo queda que conozcamos al hijo de Hades, o bien por por ira. ¿Por qué podría estar enfadada? ¿Acaso los hijos de Los Tres Grandes no se llevaban bien? ¿estaría celosa porque ya no era la única hija de uno de Los Tres Grandes? No, no lo creo. Antes no parecía muy contenta de que su padre fuese Poseidón.

- Con que hijo de Zeus ¿eh?- me dice.
- E-eso parece- ¿desde cuándo tartamudeo yo? Oh sí, desde que Tina me mira.
- Bueno, pues bienvenido al club de los sin hermanos. Ahora quiero aclarar una cosa- dijo dirigiéndose ahora a todo el campamento- sé que todo el mundo piensa que no deberíamos haber nacido, pero quiero que sepáis que según la profecía podemos destruir o salvar el mundo, así que de todas formas se avecinan problemas serios, que nosotros y el hijo de Hades tendremos que solucionar. Por lo tanto Jason y yo, dejando de lado cualquier disputa que pueda haber entre nuestros padres, lucharemos juntos para salvar al mundo de los problemas que puedan surgir.- es preciosa. Todo lo que un chico puede pedir. Lista, guerrera, preciosa y con mucha determinación... ¿pero se puede saber qué me pasa?

Vuelvo al mundo real, y veo que Tina ha extendido su pequeña mano hacia mí. Me pongo nervioso. Entonces la miro a los ojos y me contagia la seguridad que hay en ellos. Le doy la mano y noto que corrientes eléctricas suben por mi brazo. Entonces, como si nada, delante nuestro surgen nuestros signos. El de Tina es un tridente envuelto en una ola que va a romper en cualquier momento, y el halo que lo rodea es de color azul; el mío, bueno ya lo sabéis. Ante nuestra sorpresa y la de todos los demás, los signos se van acercando, hasta que se convierten en uno solo: un tridente que es recorrido por rayos, y el halo que lo rodea es de dos colores, la mitad es azul, y la otra mitad, de color dorado.

Tina y yo nos miramos, ninguno de los dos sabe qué está pasando. Tina aparta la mirada y mira hacia nuestras manos, que siguen entrelazadas. Rápidamente nos soltamos, ambos totalmente sonrojados. El símbolo ha desaparecido, y todos nos miran perplejos o con cara de pocos amigos. Bueno, todos menos los de la cabaña de Afrodita, esos nos miran primero a mí y luego a Tina, y mueven las cejas arriba y abajo rápidamente. Miro a Tina y veo que está sonrojada. Vaya. No pensaba que fuera capaz de no arrodillarse (estaba convencido de que todos se habían arrodillado en señal de respeto hacia mi padre) y que le diese vergüenza que los hijos de Afrodita insinuaran... ¿qué? ¿qué éramos algo más que amigos? ¿Por qué iba a pensar eso sí se veía a kilómetros que no estaba interesada en mi? O por lo menos eso es lo que me parecía. Bueno tampoco estoy diciendo que yo quisiera que se fijase en mi, con esos ojos tan bonitos y profundos... Bueno ya estoy divagando, otra vez. Seguro que se debe a los problemas de atención que tenemos los semidioses. ¡Veis ya estoy otra vez!

- Bueno Jason, ahora que sabemos quién es tu padre podemos trasladarte a tu cabaña- Me dijo Quirón. No me había dado cuenta de que estaba a mi lado, ni tampoco de que Tina se había marchado.
- Claro- dije. Hasta ahora no me había dado cuenta de que tenía mucho sueño.

- Bueno, ya estamos aquí.

Estaba en mi cabaña. ¡Wuaau! ¿Y se supone que tengo que vivir aquí yo solito? ¡Aquí podría vivir todo el campamento! Todas las paredes eran de mármol blanco y tanto en las partes bajas como en las partes más altas de ellas había grabados de oro. Estos grabados contaban el nacimiento de Zeus, su lucha contra Cronos, las hazañas de algunos de sus hijos más importantes bla bla...
En el centro de aquella cabaña, que más bien era como un palacete, había una estatua de unos diez metros de alto también de mármol blanco. Era una estatua de Zeus. Con que ese era mi padre.

- Bueno, aunque es muy grande, no necesitas que te haga una visita guiada por la cabaña. En seguida te harás a esto.- me dijo Quirón antes de marcharse- ¡Ah! Casi lo olvido, te conviene descansar, mañana te espera un entrenamiento bastante duro, y necesitas estar descansado para poder afrontarlo y salir vivo.- Y sale por la puerta como si nada, como si no me hubiese dicho que mañana podía morir.

Decido hacerle caso. Encuentro la cama, que es enorme. Creo que entrarían cinco chicos como yo aquí. Intento dormir. No puedo. Me doy la vuelta para ponerme más cómodo y así conseguir dormirme. Sigo sin poder dormir. Hago lo que sea por quedarme dormido, cuento ovejitas, cuento los bloques de mármol de la pared y sigo dando vueltas y más vueltas.
Al final, decido levantarme. Me pongo mis zapatillas y salgo de la cabaña, sin saber a dónde voy, bajo la luz de la luna.

EL MUNDO DE JASON GRACEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora