Estoy en la parada de autobús esperando a que venga y me deje cerca de casa. Hoy Celia no está. Se ha ido con Pedri a no se donde me ha dicho. Estoy con los cascos puestos, pero esta noche se me olvidó de ponerlos a cargar. Los guardo en el bolso y suspiro. Un claxon de un coche me hace dar un respingo y llevarme la mano al corazón del susto.
El subnormal, porque no tiene otro nombre, baja la ventanilla. Y yo me quedo estática en el sitio. Va Nico conduciendo y Gavi de copiloto. El menor me mira y me sonríe.
-Venga, te llevamos a casa- dice con su enigmática sonrisa.
-No- me niego- al autobús le queda poco- muevo mi pierna nerviosa de arriba a bajo.
-Venga Marta no seas tonta- habla esta vez Nico- sabes que no nos molesta, y a este menos- suelta una carcajada y Pablo le fulmina con la mirada.
-Está bien- resoplo. Abro la puerta trasera del coche y me monto en el asiento del medio- como recompensa, os invito a comer a mi casa- digo sonriente- Celia está con Pedri a si que- levanto los hombros.
-Yo lo siento, pero no puedo- dice Nico- he quedado- dice poniéndose como un tomate.
-¡Venga ya!¿Tienes novia y no lo sabía?- pregunto haciéndome la triste. Suelta una carcajada y niega con la cabeza.
-Es una...¿amiga?, bueno no se, pero yo no puedo-
-¿Pablo?- el nombrado gira la cara con una sonrisa- ¿vienes o no?- asiente contento- Nico, entonces déjanos aquí, le voy a llevar a un restaurante. Tengo una charla pendiente contigo. Suerte- asiente. Nos bajamos el coche guió a Pablo hasta el restaurante.
Durante el camino le pregunto como le ha ido entrenamiento. Me cuenta que con el nuevo entrenador se siente más cómodo ya que tiene más experiencia. Y a mí, por una extraña razón, se me hincha el corazón de verlo tan feliz.
Llegamos al restaurante y nos sienta en una mesa al fondo y nos toma nota.
-¿Y tu que?¿Como te va la carrera?- entiendo que no me pregunte cosas sobre mí por qué lo sabe todo. Básicamente, le conté mi vida durante el tiempo que estuvimos hablando.
-Honestamente- hago una pausa- no se me da tan mal como esperaba. Es verdad que alguna asignatura como derecho penal me cuesta más que constitucional por ejemplo pero lo llevo bastante bien- respondo con una sonrisa-
Le pregunto por su familia y me dice que la hermana también está estudiando derecho, aquí en la Universidad.
-¿Tu hermana, por casualidad, no es Aurora Páez?- le pregunto intrigada.
-Si, esa es mi hermana-asiente con una sonrisa- ¿la conoces?-
-¡Claro que sí! Me tocó hacer un trabajo con ella de derecho civil. Es muy buena. Además, esta sentada atrás en casi todas las clases.- respondo con una sonrisa.
-Que casualidad- asiento. Nos traen la comida. El se ha pedido spaghetti a la carbonara y a mí es que se me ha hecho la boca agua solo de verlo. El sabe que es mi plato favorito.
-¿Quieres?- me dice pinchando el tenedor. Asiento con una tímida sonrisa- Abre la boca que va el avión- dice moviendo la mano en forma de avión-¿Están buenos?- asiento ante su pregunta y espero a que venga mi plato. Me he pedido una pizza de barbacoa. Cosa que a el le encanta. Me la trae y desprende un olor que, fácilmente, olería hasta en Francia.
-Toma- le ofrezco una porción de pizza, pero niega- se que lo estas deseando, venga- insisto y finalmente, lo coge. Se relame los labios y yo me remuevo nerviosa en mi sitio. Este chico me produce algo raro en mi ser.
-¿Porque hemos pedido los platos favoritos del otro?- pregunto riendo. Se une a mi risa.
-¿Casualidad? No se- se aclara la garganta- ¿te puedo hacer una pregunta?- asiento- ¿Crees que algún día podrás perdonarme?-
-Pablo, no te voy a mentir, lo que hiciste me dolió, pero con el paso del tiempo entendí tu postura. Pero tampoco es que fuéramos nada serio para tomármelo a pecho. Eres una persona increíble. Y si estoy aquí, contigo, comiendo, ¿Creo que ya tienes tu respuesta, no?- asiente contento y yo sonrío.
Pago la cuenta ante su insistencia y salimos del bar. Vamos andando a mi casa. Voy en vaqueros y un jersey, pero parece que estemos en el Polo Norte y no en Barcelona y hace un frío que pela.
-¿Tienes frío?- asiento ante su pregunta y pasa un brazo por mis hombros y me atrae hacia su cuerpo- dicen que el calor corporal es el mejor- asiento con una sonrisa y seguimos andando. Hablamos con Nico por teléfono y le pregunto que como le ha ido la cita. Dice que bastante bien, que es una chica muy maja. Llegamos a mi piso y me separo lentamente de Gavi.
-Gracias por acompañarme- le digo mirándole fijamente a los ojos.
-Gracias a ti por dejarme ser tu compañía- me dice con una sonrisa.
-¿Me puedes avisar cuando llegues a tu casa, por favor?-
-Claro que sí- me da un abrazo y un beso en la mejilla.- Hasta mañana guapa-
-Hasta mañana, Gavira- le devuelvo el beso en la mejilla y me adentro a mi piso.
Subo y lo primero que hago es hacer la cena. Una tortilla de patatas. Muy básico, lo sé, pero estoy muy cansada y no me apetece hacer nada. Me ducho al ritmo de Rauw Alejando. Salgo de la ducha y me envuelvo en una toalla mientras canto Todo de ti.
Me gusta tu olor De tu piel, el color Y como me haces sentir Me gusta tu boquita Ese labial rosita Y cómo me besas a mí
Se ilumina el móvil y me giro a ver quién es.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En mi casa sano y salvo rubia💗
——————————————————-————————
¡Hoolaaa! No os podréis quejar. ¡Mas de 1000 palabras! Antes que nada, deciros que ya no publicaré capítulo hasta el dos porque mañana y pasado no puedo debido a las fiestas. Espero que os guste muchísimo este capítulo. No os olvidéis de votar y comentar Con mucho cariño y amor💗 Celia🖖🏻