CAPÍTULO 5: YEI-LING

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Parecía que Lord Shen, se había convertido en el Criminal más buscado de todo el Mundo. ¡Que Ave tan Cínica e Incrédula! Eso lo repetía Shifu, por dentro de su Mente. Lo odiaba aún más de lo que ya había demostrado, en la Supuesta Derrota de Shen, en la Ciudad de Gongmen. Pudo sobrevivir, tras ese Cañón que cayó por encima de el, y eso era algo que aún, nadie de los Guerreros de Kung Fu, incluyendo a la Maestra Meílí-Ling, pudiese creer si lo pensara un poco. Shen había vuelto, de esto no cabía la menor duda, el Pavo Real secuestró al Guerrero Dragón, el Oso Panda quién lo enfrentó alguna vez, así como a los 5 Furiosos, los Guerreros más Heroicos de toda China. Estaban en Problemas, detrás de las Plumas de esa Ave tan Cínica e Incrédulas, como así lo pensaba el Maestro Shifu. El Panda Rojo sospechaba o argumentaba que Lord Shen, era el Causante de que sus Alumnos, volvieran al Palacio de Jade, esa misma Noche. El Maestro Buey y Cocodrilo, lo habían confirmado, como nunca lo han hecho. El Pavo Real de Plumas Blancas, era la Amenaza, quién se encontraba detrás de todo eso, de lo que vivía Shifu, y de lo que vivían el resto de los Maestros de las Artes Marciales. Los demás Integrantes del Equipo, no podían imaginarlo, se sentían aterrorizados, al tratar de atacar a Shen, sabían que se había vuelto fuerte y más amenazante que los Intentos, en tratar de reconsiderar el Trono de su Padre, en convertirse en el Próximo Emperador de China, sabían que Lord Shen volvería a atacar Gongmen, puesto que los Aldeanos explicarían lo que sucedió, en la Intervención de la Tropa de aquel Ave, llena de Venganza y Rencor. Era evidente que ese Villano, regresaría, pero con un solo Propósito, que se estremecería entre las Orejas del Panda Rojo, y algo que lo atormentaría todas las Noches. Asesinar a su Pequeño Panda, así como a sus Hijos, sus Queridos Hijos Perdidos. En especial, no desearía que Po o Tigresa, estuviesen Muertos, eran muy Especiales para el Pobre de Shifu, si lo viese yacidos en el Suelo, alrededor de un Charco de Sangre, jamás se perdonaría a si mismo, con la Esperanza de que volviese a mirarlos cara a cara. Pero, afortunadamente estaría en Compañía de los Nuevos Amigos que había forjado, como lo eran la Maestra Colibrí, la Maestra Lechuza, Lée Chán, el Maestro Mapache, la Maestra Lobo, inclusive la Legendaria Meílí-Ling, quién estaría dispuesta a hallar al Oso Panda, así como al resto de los Alumnos del Maestro Shifu. Ahora, los Maestros Buey y Cocodrilo, veían algo más allá, por dentro del Corazón de aquel Maestro de Kung Fu. Su alegría regresaría, las Ganas de Sonreír día con día, era como si Shifu, fuese una Persona totalmente distinta, pero su Sonrisa volvería a apagarse, tras la Desaparición de sus Estudiantes. Se sentía desesperado por encontrarlos, no importaba el costo de esto, pero los hallaría tarde o temprano. Todos los Guerreros confiaban en el, en el Maestro quién los había entrometido en un Alboroto, pero Alboroto se había transformado en un Nuevo Destino. El Panda Rojo no estaba Solo para emprender esa Aventura, estaba a lado de unos Nuevos Amigos que ha forjado poco a poco, y eso, lo agradeció, ya que así mantenía sus Ánimos a Flote, para volver a abrazar a su Pequeño Panda, como así lo consideraba. Pero, ahora que Shen ha vuelto, no se sentía tan seguro de ello, había averiguado que el Pavo Real era lo suficientemente fuerte, para acabar con 10 o incluso, 20 Maestros en un solo día, como lo era el Gran Maestro Rino Volador, quién falleció a causa de uno de los Cañones del Pavo Real. Debido a esa Noticia, no permitiría que ni uno de sus Estudiantes, acabará de esa forma, como lo que sucedió con el Gran Maestro Rinoceronte, una de las Leyendas del Kung Fu. Pero, algo hacía falta en su Equipo, tal vez hubiese insuficiencia de Miembros, solo faltarían 2 Maestros o Guerreros, para completar ese Equipo tan Valiente y dispuesto a combatir a cualquier Enemigo, como lo era el del Maestro Shifu. Solo hacían falta 2 Miembros Nuevos, y se encaminarían, rumbo a la Nueva Torre o Palacio que tuviese en sus Manos el Pavo Real, pero no podían continuar el Camino, no sin antes de cruzar una de las Ciudades, menos reconocidas de toda China. Hablamos de la Ciudad de Yei-Ling, donde una Guerrera Fuerte y Ágil, habitaba en ella, o eso era lo que se contaban en uno de los Libros de Historia que se resguardaba en el Palacio de Jade. ¿Yei-Ling, era un Obstáculo, para los Maestros del Kung Fu? He creído, que no será así: 

Los Maestros Perdidos | ShifuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora