Los Maestros Perdidos | Shifu

CAPÍTULO 1: DESAPARICIÓN

En el Valle de la Paz, había vuelto a amanecer, los Rayos del Sol volverían a caer como de costumbre, y el Cielo se pintaba de Azul y Amarillo al mismo tiempo, para darle Paso a un Nuevo Día. Parecía como si fuese un día completamente Normal, y perfecto para algunas Personas. Nada impediría que esa tranquilidad se interrumpiera, o si?? En el Valle, los Aldeanos salieron de sus Hogares, para comprar el Desayuno que harían al día siguiente, los Mercados abrieron sus Puertas al Público, los Niños, ansiaban por ver de vuelta al Guerrero Dragón en Acción, y jugaban un poco con su Figura de Acción. Era un día Hermoso, repleto de Alegría y Felicidad, los Aldeanos no se angustiaban con los Bandidos o cualquier Amenaza en el Valle, sabían que el Oso Panda, junto a los Guerreros más Heroicos de toda China, acabarían con esos Delincuentes, quiénes intentarían irrumpir la Paz que rodeaba el Valle de la Paz. Simplemente, no había una Sola Preocupación en ese Lugar, puesto que hay Maestros de Kung Fu, quiénes habitan, muy cerca de sus Hogares. O así parecía, porque nunca se percataron de el Secuestro de Po y los 5 Furiosos, a manos de Lord Shen, el anterior Enemigo de el Panda, al averiguar su Pasado, y quién era exactamente, pero las Personas no se dieron cuenta de ello, y continuaron con su Vida Normal. Como era de esperarse, el Señor Ping, abrió su Establecimiento o el Restaurante de Fideos, para poder triunfar en las Mercancías de su Hijo Po, ahora que se convirtió en el Héroe de el Valle, no dudaría en sacarle provecho a eso. También, ansiaba que su Hijo volviera a aparecer frente a su Restaurante, para comer un Plato de Fideos, a lado de su Pequeño Panda, y esa Palabra, era de lo que Shifu, hacía discusiones con ese Ganso, ya que consideraba al Guerrero Dragón, como su Pequeño Panda. Pero, dejando a un lado el Valle, con los Aldeanos alegres de empezar un Nuevo Día, y el Señor Ping, quién abrió el Restaurante, para comenzar otro día para preparar la Sopa de Ingrediente Secreto, iremos al Palacio de Jade. Era otro día más para entrenar el Kung Fu. El Maestro Shifu, debido a los Ronquidos exagerados de Zéng, su Mensajero, lo escucharía por encima de sus Orejas, esos Ronquidos no paraban de cesar, en la Habitación del Panda Rojo. Shifu, como lo pensaba desde su Siesta, se levantaría por culpa de su Mensajero, pero era el momento de levantarse, sus Estudiantes tenían que entrenar, después de un largo rato, del que pasaron en la Ciudad de Xué Bú, de la Maestra Méilí-Ling. El Maestro Shifu se levantó de su Cama, tomaría el Bastón del Maestro Oogway, se cambiaría de Ropa, y así estaba preparado para comenzar una Nueva Enseñanza en el Kung Fu, junto al Guerrero Dragón y los 5 Furiosos, se sentía ansioso por iniciar, tenía tantas cosas que enseñar, que ni siquiera podía decidir la Primera por aprender con el Oso Panda y los 5 Furiosos. Pero, cuando abrió la Puerta, acompañado de una Sonrisa ligera, movió las Orejas una y otra vez, no escuchaba ni un solo Ruido o Murmullo que proviniera de la Habitación de Po, o los Ronquidos de Mono, e incluso el Cascabel de Víbora. Era muy extraño, normalmente cuando el Maestro Shifu, se levantaba de la Cama, escuchaba un Pequeño Ruido de la Habitación de sus Alumnos, pero en esta ocasión, solo abundaba un Silencio incómodo, cosa que le pareció muy raro al Panda Rojo. Tenía que averiguar si Po y los 5 Furiosos, habían vuelto de su Viaje, y al no existir Teléfono o algo similar de la Actualidad, no sabía si realmente el Panda, regresaría de su Labor en aquella Ciudad. Shifu, sin pensarlo 2 veces, averiguaría lo que ocurre, porque había tanta tranquilidad alrededor de el, y porque no escucha un solo murmullo, de parte de Po, o Grulla y Mantis. Sabía que Tigresa no omitía un solo Sonido, así que asumía que estaba en su Cuarto, durmiendo, pero en cuanto Po, Grulla, Mantis, Víbora y Mono, no los oía, incluso limpió un poco sus Orejas, pero era en Vano. El Silencio todavía lo acompañaba. Algo extraño estaba sucediendo, y eso lo descubriría Shifu, ese Silencio parecía no tratarse de una Buena Señal, después de todo, el Panda Rojo tiene un Oído bastante avanzado: 

*Shifu, se acercaría lentamente a la Puerta de el Cuarto de Po, tocaría suavemente la Puerta, para intentar o darle a entender, que la Hora de Siesta había terminado, y ha llegado la Hora de entrenar. Shifu tocó la Puerta una y otra vez*