El camino al destino

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El tiempo pasó, el humo qué había debido al fuego comenzó a esparcirse, las calles ruidosas de esta mañana se apagó y un silencio abundó el lugar, charco de sangre, personas sin vidas y a lo lejos aún de escuchaba los gritos de atormento, llantos de tristeza. Zenn fue al lugar donde alguna vez era su hogar, se quedó parado enfrente del edificio sin poder decir nada, estaba en total ruina.

Aún lado de la calle, pasaban hombres con armadura, caminando y a caballo. Zenn trato de esconderse en los callejones pero detrás de él la respiración agitada de un animal se hizo presente. Intento escapar pero un ardor apareció en su cabeza y todo se oscureció.

Mientras tanto, en algunas partes del Reino aún seguían luchando contra el enemigo.

Se encontraba en un sueño profundo, el golpe que había recibido causó que se desmayara en cuestión de segundo

“No temas mamá estará contigo...”
Mi dulce angelito... Despierta”

Lentamente abrió sus ojos, el paisaje del fondo se movía, miró hacia abajo y se encontraba en una altura considerable, giró su cabeza y la figura de un hombre con armadura estaba manejando al caballo. Aún confundido retomó todos sus sentidos, había sido golpeado por es tipo, quiso moverse pero le era imposible, le daba miedo las altura, era ridículo que en un momento así tuviera miedo de las alturas. No le quedaba opción así que se quedó allí.

Zenn se encontraba en una porción confusa, parecía un saco de papas, mientras pensaba que hacer, vagamente noto que el caballero se había detenido, miró al jinete y este se baja del caballo

"Parece que despertaste"

Zenn no dijo ni una palabra, giró su cabeza ignorando al hombre que lo hablaba "¿Cuánto tiempo pasó desde que me desmayé?". Miraba hacia un lado evitando todo contacto con el caballero, balanceo su cuerpo para bajar y callo, de inmediato se levantó y se dispuso a caminar pero el hombre de armadura lo detuvo

"No puedes irte"

Zenn lo miro con asombro, se sentía frustrado porque tenía razón, de alguna u otra forma, a dónde iría, su hogar ya no existía, su abuelo ya no estaba a su lado. Una lágrima calidad pero triste caía sobre su mejilla, no había que ver el rostro del caballero para saber que sentía lástima por él.

Zenn tomo un sorbo de aire, limpio sus lágrimas y hablo

“yo... Tengo sed”

El caballero hizo seña a uno de sus hombres, cuando el otro caballero se acercó le ofreció a Zenn un poco de agua, el jinete que llevaba a Zenn se había retirado para poder hablar con sus hombres.

“No debes tener miedo”

Le dijo el chico de las provisiones, aún que a Zenn no le agradaba, debía mantenerse tranquilo al menos hasta que lleguen a su destino.

De volvió el agua y el chico de provisiones le entrego una bolsa con algo de comida.

Mi nombre es Luck, Luck de berlun...”

Aún que él estaba agradecido por la comida, no mostraba tal familiaridad. Se quedó en silencio y solo lo observó.
El caballero que llevaba a Zenn volvió y envío al chico de provisiones devuelta a su puesto. Se subía a su caballo y Luego estendio su brazo, Zenn no tenía más remedio que seguir el camino con ello, tomo la mano del hombro y subí.

El camino era largo pero él debía mantener la calma cueste lo que cueste...

La Verdad Detrás De La HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora