Capítulo 8

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Desde que el coche fue arreglado, Wanda pensó que se reuniría con Jake cuando saliera de la escuela, luego compraría algunas cosas para la cena. Entonces llamó con antelación y pidió a la escuela que no pusiera a Jake en el autobús. Mientras conducía por las carreteras de la zona, pensó en lo maravilloso que era tener su coche en pleno funcionamiento. En su condición actual, significaba independencia y libertad.

Sin el coche, Wanda había dependido demasiado de Sadie, y por muy dispuesta que Sadie estuviera, a Wanda no le gustaba poner tanto en los hombros de la anciana. Ahora no tenía que ser una carga para nadie, y eso fue gracias a Natasha Romanoff.

Natasha había rebotado en su vida sin previo aviso, con sus chistes malos y grandes sonrisas, y a pesar de la fría recepción que le había dado, ella siguió sonriendo y tratando.

Wanda atravesó las puertas y se estacionó en el área de padres y visitantes. El edificio de la Escuela Westview era hermoso, una antigua finca del siglo XVIII que sirvió una vez al bullicioso pueblo. Era similar a la escuela a la que Wanda había asistido cuando era niña, aunque ella había sido interna, y Westview aceptaba tanto a alumnos que iban solo durante el día e internos. Wanda no podía imaginar no tener a Jake volviendo a casa por la noche. Él era su pequeño milagro y significaba todo para ella.

Ella apagó el motor y se recostó en el asiento. Wanda miró al grupo de padres que también esperaban a sus hijos. Charlaban y se reían, sin duda compartiendo historias y las dificultades de la vida familiar. Wanda nunca se había acercado y unido al grupo. Se mantuvo siempre en la periferia, tratando de pasar desapercibida. No es que fuera tímida o inhibida, pero había aprendido por experiencia que proteger su anonimato significaba no hacer amigos y nunca dejar entrar a nadie.

Cerró los ojos e inesperadamente una imagen de Natasha arrodillada, sintiendo la patada del bebé, flotó por su mente, junto con una sensación de calidez. Sus ojos se abrieron de golpe. Ese momento se había repetido una y otra vez en su mente, desde que había sucedido.

Wanda no tenía idea de por qué había actuado tan espontáneamente y dejó que Natasha experimentara lo que sintió con su bebé. Ella nunca permitió a nadie estar tan cerca, mucho menos alguien potencialmente peligroso para su familia. Sin embargo, lo había hecho, y cada vez que tenía un momento de tranquilidad la ternura que habían compartido cuando Natasha la miraba a los ojos con auténtico asombro era algo que no podía olvidar.

Wanda seguía tratando de recordarse que no podía confiar en Natasha, sin importar cuán sincera pareciera. Alguien se había deslizado detrás de sus defensas antes y había destruido los últimos vestigios de su familia.

Ángel, confía en mí con tu corazón. Te amo, y me ocuparé de ti...

Wanda fue perturbada por un golpe en la ventana, y se sobresaltó, pero giró la cabeza y vio la cara sonriente de uno de los maestros. Bajó la ventanilla y dijo, "Buenas tardes, Sra. Chester. ¿Todo está bien?"

"Sí, nada de que preocuparse. Me preguntaba si podríamos tener una charla rápida?"

Wanda siguió a la maestra a una de las oficinas de la escuela.

"Tome asiento, Sra. Maximoff. Mi asistente de clase está preparando a los niños, así que pensé en aprovechar la oportunidad de hablar con usted acerca de Jake."

Wanda estaba inmediatamente en alerta. "¿Por qué? ¿Pasó algo?"

"No, no se preocupe. Simplemente quería hablar de su comportamiento. Hemos hablado antes acerca de que Jake está ligeramente distanciado de los otros niños, y le gusta trabajar solo en proyectos y otras actividades de la clase. Bueno esta empeorando, me temo. Entiendo que Jake está trabajando a un nivel mucho más alto que cualquier otra persona, pero aprender a trabajar conjuntamente es importante."

Inesperado [wandanat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora