La Música De Mis Letras [Yoonseok]

Capítulo 3

"Mi corazón es tuyo sin importar la distancia"

Yoongi no se había presentado a clases ese fatídico día, así que su amiga después de buscarlo desesperadamente en la facultad corrió al campo donde por fin después de largas horas lo encontró, al darle la carta un sabor amargo se hizo presente en su boca y se acentuó más al ver que en el sobre de la carta también había una fotografía, ellos dos en la chimenea vistos desde una de las ventanas.

—Hoseok me dió esto, lo último que me dijo fue "mi padre sabe todo" —sin dudar un minuto más Yoongi leyó la carta.

"En verdad espero que está carta llegué a tus manos, no sé cómo explicar lo que sucedió, pero mi padre sabe sobre nosotros, cuando regrese a casa mi padre me recibió con fotos nuestras, en este momento me duele todo el cuerpo, pero no quiero que te preocupes por mí, estoy bien.

Mi padre ha decidido irse de aquí, no sé a dónde iremos, dudo mucho poder tener contacto contigo, así que al parecer este es un adiós, quiero agradecerte por el amor y felicidad que me diste, además quiero que sepas lo mucho que te amo, me voy por esa misma razón y si algún día el destino se compadece de nosotros volveré a tí, eres la persona más increíble que he conocido, reconozco que soy afortunado al haber tenido la oportunidad de conocer tu corazón.

Te amo tanto que duele, mi amor, quiero que seas feliz siempre, no pienses en mí, si mi recuerdo duele en tu corazón olvídame, no quiero que los dos tengamos el alma rota, mi único consuelo es saber que mi amor está a salvó en tu manos, espero tener la oportunidad de volverme a enamorar de tí en otra vida.

Atte: El pobre chico que te ama"

El poeta pareció romperse, las traicioneras lágrimas rodaron por sus mejillas cayendo entre los restos de las hojas secas, todos su sueños se hicieron pedazos y casi podía palpar como su mundo perdía color, todo volvía a ser gris, su sol se había marchado dejando una profunda oscuridad a su paso, ni siquiera el abrazo de su amiga pudo aligerar el dolor de su corazón, pero debía de ser fuerte y hacer lo que su amado le pidió, ser feliz.

Los días pasaron y una sábana blanca adornaba ahora su piano, sus poemas cada vez eran más tristes y oscuros, rara vez hablaba mientras estaba con Verónica y siempre que veía a su chimenea sus ojos se volvían cristalinos teniendo que desviar la vista para no llorar.

—¡Yoon! —el poeta volteo al reconocer la voz de su amiga —¿Podemos hablar?

Los ojos llorosos y el semblante preocupado se Verónica le alarmaron, así que con apuro caminaron hasta la casa de Yoongi, ahí su amiga contuvo el llanto para poder hablar, él era su mejor amigo, así que podría confiarle cualquier cosa.

—¿Ya me dirás qué es lo que te sucede?

—Estoy embarazada, Yoon —el nombrado abrió los ojos del asombro y la chica le abrazo mientras seguía llorando.

—Voy a matar a ese hijo de perra —Min iba a levantarse de su lugar pero la mano contraria le detuvo.

—Es inútil, él se ha ido, se lo dije hace tres días y hoy su familia me dijo que se había ido a vivir con sus tíos a otro país, me vieron con asco.

—Tranquila, todo estará bien, te lo prometo, eres mi mejor amiga, no te dejaré sola.

—No tengo a nadie, Yoon —el poeta la separó de su hombro y le miró buscando una explicación a sus palabras —Mi familia lo sabe, también saben que Marco me dejó, sabes lo que la gente de aquí piensa sobre una mujer botada.