Precioso

Part.1 Ladrón (1.1)

El lugar de encuentro era habitualmente un hotel o motel. Aquellos que están muy atentos cambian de lugar una o dos veces en el medio, pero Tae Woo-won no era exigente.

—Hay mucho tráfico, ¿verdad?

A pesar de que llegó antes de la hora de la reunión, la otra persona ya estaba allí. Tae Woo-won asintió bruscamente, se quitó el abrigo y se sentó en el sofá. La habitación del hotel, que desconocía la temporada, tenía un ambiente cálido independientemente del clima exterior, donde la última ola de frío estaba furiosa.

—¿Qué te gustaría beber?

Kim Yeon-sung, que levantó el abrigo que Tae Woo-won traía de su casa, preguntó mientras entraba en el bar. Tae Woo-won respondió que no, sacó un cigarrillo, lo mordió y lo encendió.

Kim Yeon-sung era tanto un informante como un perista¹ y Tae Woo-won era un supuesto ladrón. Tae Woo-won, quien creció con su padre, un estafador que entraba y salía de la estación de policía tan fácil como respirar, solía tocar frecuentemente las cosas de otras personas desde una edad temprana. En lugar de tocar ese objeto porque lo codiciaba, la mayoría de las veces fueron puestos en sus brazos porque parecían más caros de lo que eran, pero fue porque no tenían dinero. Tae Woo-won vivía solo sin su padre, custodiando la casa y vendiendo bienes robados y, al final, ese hábito ha continuado hasta el día de hoy cuando tiene más de 30 años.

Por supuesto, la escala se agrandó con el paso de los años. Desde joyas caras a obras de arte caras útiles para el lavado de dinero, los artículos y los precios eran variados. Y en los últimos años, Tae Woo-won no trabajaba muy a menudo, pero una vez que lo hacía, apuntaba a una gran cantidad de dinero. Robó sólo por lo menos 500 millones de won en artículos, pasó días tranquilos con el dinero que ganó y encontró un nuevo trabajo cuando el gasto era inminente. Este era el momento.

—Han pasado 6 meses, ¿verdad? Dudo que mis habilidades se hayan oxidado.

—Deja de preocuparte.

Kim Yeon-sung, que sonrió descaradamente, se acercó con solo su copa de alcohol. Luego, encendió la tableta que estaba sobre la mesa y se la entregó a Tae Woo-won.

—Se llama Sandrite y es una gema preciosa con sólo once ejemplares en el mundo pero, recientemente, otro fue descubierto. No en forma de piedra preciosa, sino en forma de joyería.

Kim Yeon-sung cambió la página de la tableta y le mostró a Tae Woo-won una gema de color arena incrustada en el collar.

Sandrite, como explicó Kim Yeon-sung, era una gema muy rara. No había suficientes artículos para ser elaborados para la venta y las muestras se hicieron sólo a principios de la década de 1990 y, aunque los encontraran, a menudo estaban en lugares difíciles de excavar, así que generalmente sólo podían mirarlos sin tocar. Por lo tanto, este collar, que es más grande de lo esperado, podría haber costado mucho. Además, la joya en sí ya es de gran valor y el diseño también era espléndido. Se desconocía quién lo elaboró pero los nueve cristales que rodean Sandrite fueron meticulosamente elaborados, llamando la atención.

—Hace 39 años, una persona que accidentalmente descubrió la Sandrite en Irlanda se lo vendió a un joyero charlatán sin saber nada. El joyero hizo un collar con él y se lo dio a su esposa como regalo. Diecisiete años más tarde, el matrimonio murió y se desconoció el paradero del collar. El artesano joyero que elaboró el collar descubrió más tarde que la joya era Sandrite. Pregunté en secreto sobre el collar durante años, pero no apareció. Luego fue descubierto de nuevo. En un lugar al azar.

Cuando Kim Yeon-sung le entregó su tablet, apareció una foto sacada de las redes sociales. La persona con una marcada sonrisa y con un collar sobre su cuello era lo suficientemente famosa como para ser reconocida por Tae Woo-won, quien no estaba muy interesado en las celebridades. Lee Ye-shin, que trabaja frecuentemente en el extranjero, era el mejor modelo en Corea.