2- Confesión

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5 Años atrás.
Los Ángeles, Estados Unidos.

Habían sido demasiadas horas de vuelo, llegamos con el corazón en la mano luego de todo lo ocurrido. Pero al menos llegamos...

Gracias a sus contactos Tomura compró una mansión preciosa para lo que sería una larga estadía. Con el golpe crítico que le di a Endeavor nos están buscando más que nunca, no tan solo para reivindicar la confianza en los héroes, también por venganza.

-Te dije que no cargarás mis cosas- Regañé a Dabi ya que solo llevaba unas horas de operado y ya quería tomar cosas y hacer esfuerzos.

-Por favor ____ ni que fuera inválido- Respondió arrogante intentando tomar mi bolso.

-Basta, de verdad te vas a descoser- Me apoyó Toga bajándole los humos.

Los tres reímos ante el comentario, comentario que nos dio recuerdos de cuando ya se había dicho algo del estilo. Él rodeó los ojos y no insistió más.

Entramos a la mansión. El piso era de mármol y las paredes de tonos grises y blancos claros, dándole una sensación de limpieza, tranquilidad y modernidad.

-¡Está hermosa esta mansión!- Exclamó Toga emocionada, incluso le brillan los ojos.

-Lo sé, soy el mejor- Respondió Tomura con aires de grandeza, Dabi y Tomura son tal para cual, parecen hermanos.

Toga sonrió mientras negaba con la cabeza.

-Esta vez hay dos pisos, las habitaciones están en el segundo piso y son igual de grandes que las que teníamos- Hizo una pausa respirando y exhalando ondo- Los cuartos estarán aún más cerca que antes, por favor tener consideración a la hora de que quieran coger, pónganse un bozal o algo- Terminó con una mirada fija a Toga y a mi.  Al instante Toga y yo le sacamos la lengua de manera burlesca al mismo tiempo, él solo suspiró.

Comenzamos a subir las escaleras para escoger la habitación que quisiéramos, habían más de 6 habitaciones gigantescas y lujosas. Tomura y Toga subieron bastante más rápido que nosotros, de hecho ya no estaban en las escaleras, nosotros si porque subíamos lento y porque también eran una escaleras tipo "palacio" realmente largas.
Con cada peldaño que subía me agitaba y agotaba demasiado, y sabía perfectamente el porqué.

-¿Estás bien?- Me preguntó Dabi preocupado, aunque no lo demuestre demasiado.- Sé que te debieron de haber tratado pésimo, lo siento por haber tardado tanto en rescatarte- Su rostro era serio pero conocía bastante bien su mirada, en ella veía la culpa derramándose.

-Tranquilo, no hicieron nada más que sedarme y realizarme estudios, es solo que son bastantes escalones y no tengo mucha resistencia- Mentí, aunque todo era verdad, ese no era el motivo de peso por el cual me encontraba así.

-¿Te ayudo?- Preguntó a la vez que me pasaba un brazo por su hombro para cargar mi peso en él.

Rápidamente me quité y le lancé una mirada asesina.

-¡Que no! Estas recién operado amor deja de joder con eso- Que molestoso es, entiendo la preocupación y caballerosidad pero se lo he dicho mil veces.

-Me sigues hablando así y te dejaré coja por 1 año- Dijo mirándome de reojo serio.

El calor y rojez inundaron mis mejillas.

-T-tonto- Solo eso pude pronunciar, él vio mi reacción y su exquisita sonrisa ladina no se hizo esperar.

Una vez arriba, el mundo me dio vueltas y el sándwich de pollo que había comido en el avión quiso salir. Sin siquiera avisar empecé a correr en busca del baño, habían más de 5 baños pero no tenía idea en donde estarían si no conocía a fondo la casa.

Amanecer Dabi y tu 2da temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora